-Querido hermanito, como está mi cielito, mi pequeño bebe, mi pequeño Peter Pan - nota para cuando tengan hijos nunca dejen que su hija de 6 le ponga el nombre a su hermano menor - te he extrañado mucho.
- ¡Tal parece que ni te acuerdas de mí, nunca me llamas!
-Peter lo siento sabes que con el trabajo y la diferencia de horario se me pasa, pero cuéntame ¿cómo están?
-estamos bien, un poco locos porque la fiesta es este fin de semana y... -
mierda su fiesta de 18 años le había prometido que iría y se me había pasado comprar el boleto, y ya no tenía la justificación de decir que por el trabajo no podía viajar, porque trabajo no tenía aunque él no lo sabía aun, punto a mi favor, pero aun así no le podía hacer eso a pet
-mama esta estresada y papa quiere que todo salga perfecto y yo solo quiero beber un poco con mis amigos no había necesidad de alquilar un club nocturno para una dichosa fiesta, he...juls ¿sigues ahí?-he he si -solté algo nerviosa -querido Peter Pan creo que no podré ir a "nunca jamás"...porque...
-te has olvidado de comprar los boletos -una de dos opciones o Peter era adivino o me conocía muy bien. - tranquila sis ya me he encargado porque te conozco tan bien que...
No lo deje terminar la frase -awww gracias hermanito, que haría yo sin ti. A veces pareces tú el mayor -y no le mentía, era tan responsable de pequeño que yo parecía un desastre cuando nos comparaban.
-bueno, bueno no me quieras hacer más viejo...lo que quería decirte el boleto que conseguí es para mañana en la tarde o sea que...
-como que para mañana pero la fiesta ¿no es el sábado?
-sí, pero no había para más adelante y así te pasas un tiempo más con nosotros y...
-tranquilo bobo, claro que no me molesta, de echo pienso pasarme almenos 15 días con ustedes.
Se escuchó un chillido ensordecedor desde el otro lado de la línea -hermana te amooo bueno nos vemos pronto te amoooooo.
-sí brooooo, yo también te amoooo.***
Luego de una larga despedida con Marina y Dabbita en el aeropuerto me subí al avión y me dispuse a dormir, eran unas cuantas horas de vuelo hasta New York, y debo aclarar que viajar a la cuidad de mis sueños no me desagradaba en lo absoluto, tenía muchas ganas de viajar y conocerla a fondo pues pese a que mis padres y mi hermano vivían en ella las veces que la había visitado había sido por corto tiempo. En la época que ellos se mudaron yo estaba en la universidad y decidí quedarme en Madrid, realmente me sentía muy bien ahí tenía a mis amigos, un buen trabajo y un excelente novio, bueno esto último al final no fue muy excelente ya saben a lo que me refiero. A lo que iba, estaba muy entusiasmada era como si tuviera la corazonada de que algo muy bueno me encontraría en new york, algo que me cambiaría la vida, algo que me sacaría de la monotonía desde la ruptura con Martin y la reciente renuncia a mi trabajo.
Nada más salir me encontré a mis padres y mi hermano como locos buscándome con la mirada entre el mar de gente en el aeropuerto. Mi madre fue la primera en verme la cual le dio un pellizco a mi padre porque este era muy despistado y podría pararme delante de él y no me vería. Ambos rápidamente me apretujaron en un gran abrazo que me dejaba sin aire.- ¡hija querida, que grande estas dios mío! -mi madre no acababa de soltarme
-mama creo que no crezco desde los 16, no exageres.-hay corazón, es que te he extrañado tanto.
-yo igual los he extrañado un montón.
Mi padre tenía un pelín los ojos aguados me volvió a dar un abrazo gigante, él es un hombre de pocas palabras pero de emociones muy fuertes-pero miren a julianilla yo la veo más delgada o ¿son ideas mías Carmen?-No ella está perfecta como esta, Julio -dijo mi madre mirándolo un poco amenazante, y si era verdad había perdido un poco de peso desde que había comenzado a estresarme con el trabajo y mi madre claramente lo sabía era mi confidente, todo por lo que pasaba era la primera en saberlo.
Mi hermano en ese instante en el que dejaron de hablar se alejó y tomo impulso hacia mí, cosa que me tomaba por sorpresa porque estaba de espaldas y se montó a caballo sobre mí casi cayéndose, no paraba de reír era como volver a la infancia. Los había extrañado un montón siempre habíamos sido muy unidos y estar con ellos me llenaba mucho.
De camino a casa de mis padres iba mirando por la ventana los edificios de Manhattan, cada uno era más impresionante que el anterior moría por descansar un poco y salir a hacer fotografías de todas partes.
El cansancio del vuelo me tenía hecha polvo así que tome una ducha fría y me quede dormida al instante que toque la cama. En new york se notan muy bien las estaciones del año pues había mucho calor y sin embargo en invierno nevaba que era precioso ver todas las fotos que enviaba mi hermano nota para el futuro visitar new york en pleno invierno.Al despertar pensé que mi hermano me llevaría a recorrer la ciudad pero en mi adorada familia siempre hay un problema y él se ocuparía de mi madre y su estrés por algo de la fiesta que no entendí mucho porque seguía adormilada cuando hablaban y mi papa bueno, no era muy buen guía turístico que digamos, cosa por la que decidí introducirme en la jungla de concreto yo sola.
Al salir de casa preferí alquilar una bicicleta que coger un taxi o el metro, porque aparte de que adoraba andar en bici así tendría más opciones de introducirme bien y explorar en la ciudad. No había transcurrido mucho tiempo y ya me encontraba perdida, si no fuera por mi maravilloso celular y la maravilla del internet posiblemente siguiera perdida en algún que otro callejón. Decidí irme a un lugar más céntrico o almenos de mayor fácil acceso para si me volvía a perder llamar llorando a mi pequeño Peter Pan para acudir a mi rescate.
No muy lejos de donde estaba encontré el Brooklyn Bridge y aunque fueran 1825 metros de largo en bici no me molestaba recorrerlo y me aventure en hacerlo. En varias ocasiones me detuve a tomar fotografías era totalmente espectacular pero lo mejor fue cuando llegue al extremo del puente de Brooklyn y tenía una vista de Manhattan, el mar de edificios cada uno con su toque característico y su propia personalidad, de las cosas que más me gustaba de new york city era eso, la capacidad de tener algo único entre un mar de semejantes.
Llamada entrante
No era muy fan de las llamadas y menos cuando tenía tanta recreación visual delante pero al ver el nombre no dude en contestar.
-Buenas buenas-dije en tono divertida- ¿cómo están las mejores amigas del mundo mundial?!Espero aun tener casa cuando vuelva hee!
-Hola juls-se ahogaron en un grito mientras decían un simple saludo- ¿cómo estas, cómo va el viaje? Nosotras estamos igual de aburridas cuéntanos tú.
Se escuchó a Dab gritar al fondo-ya encontró a su Romeo nuestra Julieta.
-chicas cuantas veces les voy a decir que no me llaméis así, lo detesto y la respuesta es no, como voy a conocer a alguien si no llevo ni 24horas aquí. -dije entre risas, esas dos sacaban lo mejor de mí.De momento me vi contándoles donde estaba y de cómo me había perdido en unos cuantos callejones apenas algunas horas. Me preguntaron miles de cosas como de costumbre y...
-juls, amiga mándanos una foto tuya en ese lugar tan bello.
-ok denme un minuto-cabe destacar que le mande una simple foto con el celular en forma de selfie pero no ellas tenían que protestar y decirme que le pidiera a alguien que me la tomara.
Orgullosamente trate de hacerla yo misma pero me fue imposible, entre la cámara fotográfica, el móvil, la mochila y la bicicleta no sabía cómo acomodarme para hacerme yo misma una buena foto sin que todo terminara en el piso y de momento alguien se me acerco.
- ¿Do you need help?
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gracias a esas personitas que vieron la historia y les gusto , me ilusiona mucho hacer esto <3
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15 días para enamorarse
JugendliteraturJulia una chica de 24 años que ha pasado por situaciones de estrés en sus últimos meses, hasta que un viaje no planeado del todo le cambia la vida y se reencuentra con una persona de su pasado que le hará poner su mundo cabeza arriba