Prólogo

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You like it hard like me
It's what you need...

-Vamos, por favor, Harry - Rogó Niall.

-Ya te dije que no - respondió volviendo a cubrir su rostro con la sabana.

-No te cuesta nada acompañarme.

-Me cuesta la dignidad.

-Después de lo que sucedió ya no tienes, Hazza - aclaró Niall mientras se sentaba en la cama.

El sujeto que tanto tiempo fue su novio tenía una relación secreta con una mujer y Harry lo descubrió de la peor manera, aunque sospechaba de que sucedía algo extraño no estaba preparado para ver al que creía era el amor de su vida con una rubia de cuerpo perfecto, sin embargo no hizo un escándalo, solo salió de la habitación mientras su, ahora ex novio intentaba pedirle perdón junto con promesas vacías que ni se molestó en escuchar.

Harry de mala gana se destapó y le tiró una almohada en la cara a su mejor amigo y compañero de piso que insistía en llevarlo a uno de sus eventos raros que se realizaban en clubes nocturnos.

Raro era decir poco, al rizado siempre le incomodó el mundo en el que su amigo lo persuadía a descubrir.

-Ya me llevaste una vez y no me gustó.

Harry estaba decidido a no acompañar a su amigo, ya habían ido una vez y no le gustó para nada el ambiente, se sintió demasiado fuera de lugar como para repetirlo.

-Esta vez será diferente, lo prometo.

-No.

-Te compro el almuerzo por un mes, por favor, no quiero ir solo - lo miro suplicante.

Tenía dos opciones, quedarse en casa llorando por su estúpido novio infiel o ir con Niall a ese club que solía frecuentar. Sabía que Niall no se daría por vencido así que resignado le dio una nueva oportunidad al club.

-Está bien - aceptó.

-Te amoooo - brincó de felicidad y Harry solo rodó los ojos - Se me olvidó decirte que hoy el club tiene una temática.

-¿Qué temática?

-Los viernes solo te dejan entrar si vas con máscaras, pero no te preocupes, ya tengo la tuya - Niall salió corriendo de la habitación antes de que Harry se arrepintiera.

***

Era sábado por la noche y su idea de duelo por terminar con su novio de tres años no era nada de lo que imaginó. Su plan era quedarse en casa comiendo helado y llorando con una comedia romántica, no pensaba estar en la entrada de un club BDSM recibiendo una pulsera verde que según le explicó su amigo significaba Sumiso sin dominante

Patético se sentía en realidad, una presa en un lugar lleno de cazadores, y él definitivamente no quería ser cazado.

Harry no era tan inculto en el tema, Niall le había comentado los términos básicos, como sumiso/dominante y el  sadismo/masoquismo pero nunca lo había practicado.

Al entrar, Niall lo agarró del brazo y lo llevó a la barra en busca de unos tragos para relajar al ojiverde que se notaba a kilómetros lo intranquilo que se sentía.

-Dos bebidas por favor - pidió Niall al mesero.

Cuando se sentaron en la barra a esperar los tragos, Harry miró a su alrededor con detenimiento, el lugar era sencillo, nada muy extravagante. Luces neón decoraban las paredes, en un extremo se veía un par de dominantes sentados en sillones de cuero y en el piso dos sumisos de rodillas con la cabeza inclinada hacia abajo.

En el fondo había un pequeño escenario en el que comenzaron a subirse sumisos con sus respectivos dominantes, todo parecía indicar que estaban preparando una sesión pública, y aunque Harry no era un mojigato, la idea de ser espectador aumentó su sentimiento de incomodidad.

-Niall, me quiero ir.

-Pero si acabamos de llegar Hazza.

-Lo sé, pero...

Justo cuando el rizado se disponía a explicarle la situación a su amigo, un hombre de altura media y buen cuerpo bajo un traje gris se les acercó.

-Hola ¿Están solos? - su antifaz del mismo tono de su traje, dejaba entrever unos grandes ojos castaños y unos finos pero sensuales labios.

No está mal pensó Harry para sí.

-Sí, de hecho creo que ya nos íbamos, mi amigo no se siente muy cómodo - respondió Niall.

Tres pares de ojos recayeron en Harry, quien cohibido con la llegada de un tercer hombre bajó la mirada.

-¿Y eso por qué? - indagó el de antifaz gris.

-Este no es su mundo - le aclaró Niall.

-Quizás no ha experimentado lo suficiente - habló por primera vez el segundo desconocido.

Su aura imponía dominio y la pulsera roja en su muñeca solo confirmaba lo que Harry ya suponía.

Por reflejo llevó su mirada al rostro del misterioso hombre. A diferencia del otro, una máscara negra, semejante al hierro cubría su cara, pero sus ojos resaltaban gracias a ello. Eran de un azul hipnótico, de esos que te hacen perderte por horas.

-Quizás - dijo Harry atraído por el sensual sonido de su voz.

-¿Quieres participar en una escena conmigo? - preguntó el primer hombre dirigiéndose a Niall.

El rubio miró a su amigo. Harry sabía perfectamente que Niall quería ir con el hombre pero aún así era capaz de negarse solo para no dejarlo en el abandono.

-Yo...

-Anda, estaré bien, aquí te espero - le dijo Harry tranquilizándolo.

Sin más, aceptó la mano que el desconocido le ofrecía y se fueron.

El misterioso hombre quedó a su lado.

-Y ¿Cuál es su nombre? - pregunto el ojiverde.

-No revelo mi identidad a extraños - dijo severo.

-Oh.

-Sin embargo, me intriga saber por qué estás aquí.

-Solo vine a acompañar al loco de mi amigo y a tratar de olvidar.

-¿Olvidar qué?

-Mi ex me engañó con una mujer - dijo sin más.

-Tu ex definitivamente es imbécil.

Harry observó al hombre que lo miraba intensamente, era como si quisiera ver más allá de su máscara.

-Yo te puedo hacer olvidar - sugirió el hombre de ojos color añil.

-¿Y cómo? - preguntó Harry de manera coqueta.

-Solo déjate llevar - ofreció su mano y logró observar lo fuertes que eran. A decir verdad, Harry siempre tuvo un fetiche con las manos y se preguntaba cómo se sentiría tenerlas alrededor de su cuello.

Despejando sus pensamientos aceptó gustoso, ya no tenía nada que perder. Siguió al hombre hasta que llegaron a una puerta negra decorada con el número 28 en tonalidades rojas.

Lo que pasó en aquella habitación marcó de manera permanente al ojiverde, pues con ningún otro cuerpo pudo alcanzar el placer que sintió esa noche.

El haberse involucrado con ese hombre fue un error, ya que nunca lo volvió a ver ni supo cuál era su nombre pero siempre recordaba el sudor de su piel y el placer inmenso que le produjo tenerlo dentro de él.

Harry, quien era un estudiante de leyes, sabía mucho de delitos y condenas. Pero desconocía que al involucrarse con aquel sujeto, firmaría su más dura sentencia.

Take it Off {L.S} | BDSMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora