Donde Harry es un aburrido abogado inconforme con su vida y obsesionado con un hombre que solo vio una vez.
O
Donde Louis, un prestigioso abogado que lleva una doble vida debe decidir que es más importante, el poder y prestigio o unos hermosos ojos...
Habían pasado más de 24 horas del accidente y Harry seguía recreando lo sucedido en su cabeza. Torturando su mente con la imagen del rostro ensangrentado de Will.
Suspiró removiendose en la incómoda cama de hospital. Estaba solo en la habitación ya que Louis tenía reuniones que no podían ser aplazadas y Niall se encontraba en el aeropuerto recogiendo a Gemma.
Se tensó al pensar en su hermana. Aún no sabía cómo la miraría a los ojos sin sentirse miserable, pues él era el directo responsable de que su gran amor estuviera luchando por permanecer con vida.
Miró el reloj en la pared que marcaba las 18:00 hrs.
Alcanzó sus pertenencias y agarró la cadena que su dominante le había obsequiado, ya con el colgante entre sus dedos logró relajarse un poco. El castaño era algo así como una anestesia para su dolorida alma.
Volvió a suspirar tratando de encontrar serenidad.
-No debo llorar, no debo llorar - se repetía como un mantra.
Miró hacia el techo para tratar de deshacer el nudo que se formaba en su garganta.
-¿Harry? - llamó una conocida voz a través de la puerta. Gemma aparecía tras de ella.
Rápidamente sus pasos se aceleraron hasta la camilla del rizado donde lo envolvió en un largo abrazo.
Las lágrimas no tardaron en salir de los ojos de ambos. Hace años no se veían.
-Te he extrañado tanto, hermanito - confesó Gemma limpiando sus ojos y sentándose junto a la cama.
-Gemma, yo lo siento tanto, es mi culpa.
-No, cariño - dijo mientras acariciaba su mejilla derecha - No es culpa de nadie, solo del bastardo imprudente que los atropelló.
-Gemma pero yo...
-Tú nada, Harry, los accidentes pasan y yo no puedo hacer más que dar las gracias porque tu estés bien, aunque mi otra mitad se esté muriendo - respondió con voz débil.
Bajó la cabeza tratando de evitar el llanto que amenazaba con golpearla.
-¿Ya lo viste?- preguntó el rizado rindiéndose al hecho de pedir disculpas
-No - suspiró su hermana - No no me atrevo sabes - limpió bruscamente las lágrimas de sus ojos- En fin, cuentame de tí, Niall me comentó que estás con alguien.
Antes de que pudiera responder, la puerta nuevamente fue abierta, esta vez, Niall, Zayn y Louis entraban en ella.
-Buenas tardes - saludó el castaño- Hola, pequeño- depositó un beso en la frente de Harry, quien lo recibía abochornado por la mirada inquisitiva que le lanzaba su hermana.
-¿Y tú? ¿Quién eres? - preguntó Gemma poniéndose de pie al costado de la cama.
-Eh, si - carraspeó Harry, la risa burlesca de Niall no tardó en llegar - Louis, esta es Gemma, mi hermana y Gemma, él es Louis, mi Louis.
- Un gusto conocer a tu Louis, Harry- bromeó Gemma dándole un abrazo al castaño - Bueno, ahora que estás acompañado, iré a ver a Will.
-¿Estás segura? - preguntó el ojiverde acongojado
-No, pero es algo que debo hacer.
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