Take it Off {L.S} | BDSM

Capitulo XIX

Dos semanas después, Louis estaba ansioso porque llegara el amanecer para  por fin estar con Harry como el deseaba; Libres.

Irían por todo el fin de semana a la cabaña que Louis rentó fuera de la ciudad, el castaño recogería al rizado a eso de las 7 am y comenzarían sus días perfectos.

Tenía todo planeado, desde actividades divertidas hasta paseos por la orilla del mar con sus manos entrelazadas mirando el atardecer, esto último era lo que más anhelaba.

Desde que Harry le planteo la idea de hacer un viaje juntos, comenzó inmediatamente a organizar todo. Miles de destino donde llevar a su sumiso, todos ellos con lujos y comodidades que solo con su dinero se podían conseguir.

Pero al final de ese mismo día encontró una cabañita ubicada en una pequeña provincia con playa y pocos atractivos turísticos, era modesta y humilde.

Era perfecta.

Así que aquí estaba hoy, contando las horas para ver el hipnótico color verde que lo hacía alucinar.

-Ya solo faltan 5 horas para que falten 2 horas y por fin verlo, Clifford - le dijo al peludo que reposaba en el sofá de su despacho sin entender nada.

-Eres patético.

-¿Qué? - preguntó Louis pensando que Clifford le había respondido.

-Y estúpido - agregó Liam parado en el marco de la puerta.

-¿Qué haces aquí?

-Salvándote el culo - explicó el amigo sentándose en el sofá junto al perro - El domingo es tu cumpleaños 26 Louis, sabes lo que significa.

Louis tragó en seco, no había querido pensar en eso ahora. Solo había pensado que este seria el mejor cumpleaños que tendría hasta ahora ya que lo pasaría en brazos de su sumiso.

-Me llamó tu padre  Lou, vengo de verlo- El calor abandono el cuerpo del dominante con la sola mención de su padre - Quería, ya sabes, hacer la fiesta mañana y el anuncio el domingo a las 00:00 hrs.

-No puede ser - suspiró pasándose la mano por la cara frustrado - Se supone que este fin de semana, Harry y yo...

-Lo sé - respondió Liam poniéndose de pie, sacudiendo los pelos que le dejo el peludito - Es por eso que sugerí aplazarlo una semana, para noche vieja.

-Gracias, Li - agradeció el castaño poniéndose de pie para abrazar a su viejo amigo.

-Solo es un respiro más para tus días contados, Lou – recordó Liam separándose - Disfruta a concho estos días con Harry, porque sabes que al regresar nada será igual, ni para ti, ni para él.

El de ojos azules solo asintió en respuesta, viendo como su amigo desparecía tras la puerta, dejando a su paso, un torbellino de problemas que él se había empecinado en ignorar.

Sabía que su vida estaba pronta a dar un giro de 180 grados, que debería tomar nuevas responsabilidades y compromisos, nuevas alianzas y traiciones.

Podía ser una nueva persona, podía aceptar todo lo que le impusieran.

Pero lo que no podía, era dejar al rizado de ojos verdes y buen corazón.

Lo había intentado, Dios sabía que había intentado huir de aquel campo magnético llamado Harry ,que amenazaba con traerlo de vuelta cada vez que se alejaba.

Lamentablemente, Harry ya se había impregnado en su vida.  Y decía lamentable no por él, sino por el rizado, ya que Louis no estaba dispuesto a dejarlo ir.
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Resultó ser que el clima lo odiaba. Llegaron a eso de las 10 am con el cielo despejado y un sol brillante. A eso de las 11 am, comenzó a nublarse, y un viento tibió presagiaba la tormenta venidera. A las 13:00 pm, la lluvia los alcanzó justo antes de llegar a poner un pie en la arena de la playa, truncando los planes del castaño.