EN LA SALUD Y EN LA ENFERMEDAD

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Lo admito, todo era perfecto. Tenía una casa hermosa, una esposa increíble y un trabajo que amaba... ¿por qué la vida tenía que jugarme en contra de un momento a otro?

Phoebe y yo habíamos estado intentando tener un bebé durante los últimos seis meses... y no lo lográbamos.

Cuando pensábamos que lo habíamos conseguido, su periodo llegaba y enviaba al suelo todas nuestras ilusiones.

𑁋No te estreses, amor 𑁋le dije mientras ella observaba la prueba casera dar negativo por milésima vez.

𑁋No lo entiendo... no estoy tomando absolutamente nada, ni siquiera estamos usando protección, Bart. ¿Cómo es posible que no quede embarazada? ¿Qué hay mal en mi?

Me partía el corazón verla así, ella no podía tener absolutamente nada de malo, era perfecta, todo en ella era perfecto.

𑁋 ¿Y si el del problema soy yo? 𑁋pregunté pensativo.

Estaba la posibilidad de que yo fuese el infértil y no ella. A decir verdad, sí era un poco extraño que estuviésemos teniendo tanto sexo sin protección y no tuviésemos éxito alguno.

𑁋 ¿Tú crees? 𑁋me preguntó con clara preocupación en sus ojos.

𑁋Pediré turno en la clínica y me haré un espermograma, es más, les diré que me hagan un examen completo de pies a cabeza.

Ella sonrió levemente y tiró la prueba casera negativa al cesto de basura del baño.

Fue un período agotador y lleno de mucha presión, cuando fui al médico me analizaron por completo, tuvimos que abstenernos por una semana para que mis resultados fuesen precisos y cuando estos llegaron, sentí un golpe de dolor enorme.

𑁋Estás cien por ciento saludable 𑁋las palabras del doctor Glimmers eran alegres, pero solo me producían un dolor enorme en mi corazón 𑁋. El exámen fue exitoso, estás saludable al igual que tus espermatozoides. Eres fértil, en realidad, eres muy fértil, tu conteo fue muy bueno.

𑁋Maldición, eso no es bueno... 𑁋dije sin percatarme que lo había dicho en voz alta.

𑁋 ¿No lo es? 𑁋preguntó el doctor sin comprender mucho mi frustración.

𑁋Significa que el problema lo tiene mi esposa... 𑁋dije prácticamente en un susurro.

El doctor Glimmers era jóven, de hecho no podía tener más de treinta y cinco años, y su mirada de compasión me dolió porque sabía que no podía ayudarme.

𑁋 ¿No han tenido éxito? 𑁋preguntó haciendo a un lado los resultados de mis exámenes.

𑁋No, lo hemos intentado por seis meses, y no lo logramos. Ella no toma anticonceptivos y dejamos de usar protección, y aún así cada prueba da negativo, por eso quería hacerme el estudio, porque si el del problema era yo, prefería cargar con ese dolor personalmente y no hacerle a ella pasar por esto.

Me parece que el doctor se compadece de mí lo suficiente porque unos minutos después me da la información de un colega suyo especialista en fertilidad al que podríamos acudir, pero cuando llegué a casa y le comenté a Phoebe sobre mis resultados, todo se nos vino encima.

Ella lloró por horas, me dijo que quería estar sola un rato y después solo la abracé en la cama y ella lloró en mis brazos un poco más. Me sentí horrible, me sentía devastado, porque aunque ninguno lo dijera en voz alta, sabíamos que lo más probable era que hubiese un problema en ella.

Después de aquella horrible tarde, pensé que todo volvería a mejorar a nuestro alrededor, le dije que disfrutáramos de nosotros y no pensáramos en si lográbamos o no concebir, y eso pareció agradarle. Nuestra vida se volvió a encarrilar hasta que dos meses después todo volvió a irse al suelo.

Bart, Schlesinger ExtrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora