SEÑOR DE SCHLESINGER

106 6 2
                                    

La vida en matrimonio no resultó ser tan diferente a la que previamente habíamos estado llevando los pasados dos años y cuatro meses. La verdad, la única diferencia era el anillo en nuestros dedos.

Una semana después de la boda finalmente pudimos irnos a disfrutar de nuestra luna de miel, yo no quería solo irme quince días cuando estaba apenas iniciando en un nuevo trabajo, y Phoebe tenía mil reuniones que atender antes de desaparecer del radar por completo.

𑁋He estado esperando este día con ansias 𑁋dijo tomando mi mano con la suya mientras subíamos al avión privado.

Nos recibió la tripulación con una botella de champagne y un tazón enorme de fresas con crema que moría por probar.

Nos pusimos cómodos en uno de los asientos y degustamos la fruta con gusto mientras el capitán nos informaba que partiríamos en unos minutos.

𑁋Ya quiero estar mirando el atardecer con una piña colada en mi mano 𑁋soltó devorando una de las fresas con crema, manchando sus labios un poco en el camino.

Limpié su labio inferior con mi dedo y me lo llevé a la boca, saboreando la dulce crema. Pude notar como ese minúsculo acto la dejó algo perpleja.

𑁋Bueno... ahora también quiero hacer otras cosas además de mirar el atardecer 𑁋ese comentario me sacó una sonrisa y le robé un beso que me moría por darle 𑁋Te encantará la isla, es increíble.

𑁋Aún no puedo creer que tu familia tenga una isla privada en las maldivas, pero al mismo tiempo no debería de sorprenderme en lo absoluto.

Me sentí mal dos segundos después de soltar ese comentario, a juzgar por la mirada que me dio, sabía que había metido la pata.

𑁋No quise decir que...

𑁋No... sé lo que quisiste decir. No te preocupes, sé que esto te parece demasiado y que crees que mi vida es absurda en ocasiones.

𑁋No pienso que tu vida sea absurda, amor. Algunas cosas me parecen demasiado sí, pero como tú misma me dijiste en una ocasión, me terminaré acostumbrando, pero ten un poco de paciencia conmigo, por favor.

𑁋Nací dentro de este mundo y no puedo solo borrarlo, Bart. Así como yo disfruto ir contigo a visitar a tus padres, y recorrer las calles del pueblo en donde creciste, me gustaría que tu disfrutaras también de esta parte de mi vida. Se que te pone nervioso que personas te sigan o que un mayordomo te atienda las veinticuatro horas, lo noto cada vez que te pido que Fernando te acompañe a algún lugar. En la villa en Monte Carlo también lo noté cada vez que alguien te preguntaba si querías algo. Sé que es extraño para ti, y tal vez no es lo que esperabas, pero no es tan malo si aprendes a verle el lado positivo.

Ella tenía razón, tener ayuda en tu vida no era para nada algo malo, solo era extraño tener personas atendiendo todas tus necesidades las veinticuatro horas, había cosas que me gustaba hacer por mi mismo, cosas que prefería dejar solo para mí, y nadie más.

𑁋Fernando es un tipo genial, igual que Troy, no me molestan los guardaespaldas porque aunque están haciendo su trabajo, también son mis amigos. Me preocupo por conocerlos, por saber de ellos y sus vidas... conozco al personal de la casa de tu hermano, pero el personal de la villa es tan grande que me siento mal al no recordar todos sus nombres. Son cosas pequeñas que no quiero llegar a perder.

𑁋Nadie te está pidiendo que seas de una manera diferente, Bart. Sé que te preocupas por las personas, porque eres el ser humano más noble, tierno, y encantador que existe, y te amo por ser tan perfecto.

𑁋No soy perfecto en lo absoluto...

Sonreí levemente mirando por la ventana del avión la inmensidad del cielo y las nubes. Ella tomó mi mentón con su mano y tiró de él para que la mirara.

Bart, Schlesinger ExtrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora