LA DIMENSIÓN DESCONOCIDA

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Llega el siguiente día y los científicos restantes que anteriormente formaban un gran grupo, han vuelto a las actividades, pero esta vez acompañados de tres destacados investigadores provenientes de Yokaito, tan listos como emocionados para ingresar al portal, acompañados por Son, uno de los siete científicos de casa, los cuatro equipados con trajes de astronauta por la duda de que en esa dimensión exista oxígeno respirable, cargando también con el pequeño vehículo volador de apenas un metro cuadrado que se encontrará con el terrestre a dos kilómetros de la entrada, distancia a la que al menos por ahora no se atreverán a explorar. El acontecimiento de acuerdo al convenio de ley de transparencia en investigaciones científicas pactado por Naciones Unidas, debe ser transmitido en vivo por Internet. Dicho pacto nació a partir del error que el gobierno de Sacovia cometió contra la humanidad sobre el hecho de ocultar información clasificada, evitando que el resto del mundo se enterara de las acciones de razas extraterrestres y gracias a eso, la humanidad estuvo al borde de ser esclavizada por invasores de otros mundos. Tras la guerra contra esos extraterrestres, nació el pacto de transparencia.

Son toma el artefacto y los cuatro científicos ya incluso armados de ser necesario, proceden a caminar lentamente hacia el portal sabiendo perfectamente que al cruzarlo no les pasará nada pues la prueba está en que el primer vehículo no sufrió el menor daño; pasaron por ese mismo frenesí de colores neón, cubriendo sus ojos de los deslumbrantes destellos hasta que luego de recorrer cinco metros, arriban al sitio.

— Estoy tan emocionado... miren este paisaje, los colores de la vegetación son imposibles en nuestro mundo. — Dice el primero de los tres científicos extranjeros, llamado Katamari.

— Lo primero que debemos hacer, es poner en funcionamiento el dron para de inmediato dirigirse a donde está el vehículo. Miriam, ¿me escuchas? — Dice Son tratando de contactar con la mencionada.

— Si, fuerte y claro. Vaya es increíble que la señal si logre llegar allá, pensé que no iba a ser posible. — Responde ella.

— Yo no lo dudé, pues la señal de la cámara del vehículo si lo hizo. —

— Bien, ahora hay que investigar que tipo de gases hay aquí y ver si existe oxígeno respirable en esta dimensión. — Dice el segundo extranjero de nombre Seiya, analizando el entorno con un dispositivo que lleva instalado en el guante derecho.

— Veo una criatura hacia allá, pero no veo sus características físicas. — Señala el tercer extranjero llamado Kyo, a unos veintisiete metros del lugar.

— Considerando la distancia parece ser una criatura cuadrúpeda de un metro y medio de estatura. — Responde Seiya.

— Iré a acercarme para tomar las fotografías, ahora vuelvo. —

— Ten mucho cuidado Kyo, vigila tus pasos. Podremos estar en un campo amplio, pero no sabemos si hay alguna amenaza cerca... muy bien, el análisis ha concluido, es ambiente es seguro. —

— Que bueno, me está costando encender el dron con estos guantes. — Dice Son y los cuatro se despojan de sus pesados trajes.

— Bien, entonces ya todos saben sus actividades, así que comencemos, yo iré a tomar las fotos a las criaturas cercanas. — Dice Kyo.

Cada investigador tiene su propia actividad: Son operará el dron para fotografiar la zona antes de unirse al vehículo que le espera, Kyo se acercará a las criaturas tanto como su seguridad le permita, Seiya tomará muestras de vegetación, y Katamari observará la zona montando guardia desde una gran roca, cada uno equipado de una cámara con micrófono para la transmisión. Mientras cada uno realiza su actividad sin alejarse mucho, Katamari logra ver una inmensa mancha púrpura a unos cuarenta metros detrás del portal, lo cual le llama la atención, así que se dirige al sitio sin hacer mención de eso, recorre el amplio campo hasta llegar. El líquido es de conciencia acuosa tras comprobarlo lanzando una piedra ¿Será agua? pensó él, entonces decide llamar a Seiya para también tomar esa muestra; mientras esperaba, notó algo que lo dejó sin habla... en un extremo del lago vio una figura humanoide que aunque esté de espaldas, de inmediato notó que se trataba de una mujer esbelta; en ese instante ya alterado por lo visto, volvió a llamar a Seiya para hacer que se de prisa, lo cual su compañero corrió hacia el sitio, llegar a tiempo y ver aquella inquietante figura.

GÉNESIS: INICIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora