GÉNESIS: INICIO

EL INICIO

Moebius en compañía de U, han llegado a su primer objetivo, al país más cercano a Taured que es Aljambra. Gracias al sentido de orientación de U con el conocimiento del asunto, lograron llegar al lugar exacto donde se encuentra el gobernador, una gran casa con pinta de mansión.
— ¿Es aquí? — Pregunta Moebius.
— Desde luego, debemos eliminar solo al que ocupa el puesto más alto del poder aunque hayan más tras él, podrían haber interinos que ocupen esa vacante, pero nuestra reina aun sabiendo eso, nos dijo que acabemos únicamente con el objetivo, no sé porqué, deberíamos acabar con todos. — Responde U.
— Debemos cumplir al pie de la letra su orden porque quiere ver si continúan con su negativa o con la caída de su líder, dejen de ser testarudos y nos entreguen su territorio, pues no desea que corra la sangre de agenos. — Dice Moebius mientras se acerca a la puerta principal.
— Hola, ¿Cuál es el motivo de su visita? — Pregunta el guardia.
— Venimos a eliminar al llamado presidente de este lugar bajo orden directa de nuestra reina Luxy. —
— ¿La reina Luxy? Un momento, ¡Ustedes son...! No puedo dejar que pasen de aquí. —
—¿Pretendes hacer esto más difícil? Eliminaré a todo lo que se atraviese en el camino. —
— ¿Por qué, por qué lo hacen? —
— Parece que no se han enterado. El día de ayer tuvieron una larga reunión con todos los que gobiernan cada territorio, mi reina negoció alternativas para mejorar todo el mundo, pero ella fue tratada con faltas de respeto recibiendo todas las respuestas negativas. Es intolerable, ella advirtió que sufrirán la consecuencias, así que si tú te interpones en nuestro camino, también pagarás con tu miserable vida. —
— Si supimos de esa reunión, nos dijo que todo andaba bien y que pronto su reina volverá a su mundo. —
— Les han mentido, no ocurrió nada de eso. —
— ¿Entonces qué fue lo que pasó? —
— Le faltaron al respeto y eso no lo voy a tolerarlo, ahora quítate si no quieres que te asesine ahora mismo. —
— No... tengo familia y soy su sustento... está bien, pasen. — Responde el guardia y los demonios avanzan, pensando él, que no será responsable de lo que está a punto de ocurrir, ya que podría ser imposible detenerlos.

Al entrar al lugar que está custodiado por guardias, estos le impidieron seguir su camino, pero los guardias al ver que los invasores no detenían sus pasos, amenazaron con sus armas que Moebius reconoció, ya que en algún momento, Nim fue atacada por uno de esos objetos que no hacen daño, se siente como si les arrojaran piedritas, así que siguieron pese a las advertencias que comenzaron a abrir fuego. U sintió esa molesta lluvia de plomo, así que sacó un par de objetos extraños con pinta de pistola, se abrió de brazos, moebius se coloca tras él quien dispara unos rayos verdes que electrocuta a los que alcanza, pero estos rayos verdes no ceden, es como si en lugar de ser pistolas, son espadas de luz, ya que hace movimientos propios de ese tipo de arma, cargándose a los nueve miembros de seguridad. El gobernador sale para ver porqué el alboroto, que es donde ve la escena protagonizada por cadáveres calcinados y dos sujetos sobre esos, de los cuales reconoce a uno. Moebius se acerca para preguntar si ha cambiado de opinión con respecto a la propuesta de la reina Luxy y de ser así, que entregue el país inmediatamente o que de lo contrario lo tomarán a la fuerza matándolo. El humano está atado de manos, no sabe que hacer y pide tiempo, pero U le advierte que eso no es posible, que la decisión deberá tomarse en ese momento, pues ha transcurrido suficiente tiempo desde la reunión para cambiar de opinión y le exige que decida ahora, amenazando con esa arma que parece de rayos. Es una decisión que le da un futuro incierto a su país o le dará una muerte inmediata, entonces es ahí donde no tiene remedio, por salvar su propia vida decide finalmente entregar el país. Con esa respuesta ambos demonios quedan complacidos y le ordena que haga un comunicado para no dejar a nadie en el poder y convertirse en un ciudadano más. Luego U deja caer un extraño líquido luminoso cuyo efecto invoca sombras y demonios que en las siguientes horas invadirán Aljambra, o al menos eso respondió tras la pregunta del gobernador; Moebius advierte que tiene solo treinta y tres horas para dejarlo todo listo. El humano quedó sin palabras y no tiene remedio más que actuar inmediatamente y cumplir la orden al pie de la letra o será exterminado.

Se hizo el comunicado y gracias a la velocidad del Internet, el hecho ha dado la vuelta al mundo y la gran mayoría de los países se han preparado para la visita de dos demonios muy peligrosos.
El siguiente país es uno que se llama Sacovia, así que ambos llegan al recinto en el que se aloja el gobernador de aquel país. Dicho lugar está ahora fuertemente custodiado por militares y armamento pesado; U pudo darse cuenta de que ya les estaban esperando, por lo que Moebius consideró haber traído también a Zeta, pero su acompañante dijo que no es necesario. Ambos se acercaron para tratar de renegociar con su objetivo, pero la petición fue negada rotundamente aclarando que no le entregarán el país, que tomen sus cosas y se larguen de regreso al infierno o inmediatamente abrirán fuego en su contra. A Moebius le desagradó por completo la conducta hostil de aquellos que los recibieron, pero eso no los detendrá, no importa que sean amenazados con tantas armas de fuego de varios tamaños, esos humanos realmente estaban decididos en hacerlos polvo, pero no saben que las municiones no les afectan, al menos no las más pequeñas como las balas de un arma corta. Los demonios caminan hacia enfrente ignorando al sujeto que les prohibió el paso, así que este trató de detenerlos agrediendo a U, pero este responde con un golpe en la cabeza que lo asesina al instante; ante la escena abren fuego, lo que hace que ambos reciban una incesante lluvia de plomo que comienza a lastimarlos, lo que hace que se enfurezcan, entonces ambos muestran sus armas para contraatacar a todos los miembros que los están atacando; unas de esas municiones son especialmente grandes y otras son explosivos que si estuvieron dañando a ambos demonios, pero nada que los detuviera y mucho menos ponerlos en riesgo. ¿De qué están hechos estos tipos? Se preguntan los miembros del ejército que están cayendo como moscas. Desde el interior de la oficina del gobernador, este escucha todo el caos que se da afuera, es como si estuviera en medio de una guerra hasta que finalmente se hizo el silencio. Tras ello, la ventana de gran tamaño de la oficina revienta y entran por ahí ambos invasores con ligeras marcas de la agresión que sufrieron momentos antes. El presidente suplicó por su vida alabando la resistencia de los demonios al liquidar a todos ahí afuera; esa expresión no le gustó a Moebius que recuerda lo que su reina dijo sobre el hecho de cuando alguien envía a sus peones a hacer el trabajo sucio como un buen cobarde, entonces dice que le perdonará la vida si hace un comunicado donde indica que entregará al país tal y como lo hicieron en Aljambra, por lo que accede, pero luego de haber dado el anuncio, en cámara se ve como un rayo de luz atraviesa su cuello de lado a lado, electrocutádolo y eliminarlo en el proceso ante la vista de los que están detrás de cámara y a todo el mundo que vio el video en vivo; entonces U toma la palabra en la imagen advirtiendo que eso le pasará a todo aquel que se atreva a atacarlos como él lo hizo. Tras el impacto de lo ocurrido, un reportero pregunta acerca del trabajo sucio que Luxy odia, ¿Ellos no están haciendo precisamente eso? A lo que Moebius responde que no, que su reina los envió para renegociar, ellos están liquidando a los que les atacan, es una reacción natural. Ella autorizó proceder de esa forma si pasaban a una conducta hostil, pues su deseo es que no corriera sangre, pero lamentablemente ya ocurrió.

Las siguientes horas fueron del mismo modo, ya que mientras unos países fueron entregados, en otros hubo resistencia hostil que terminó mal, hasta que incluso antes de que despertara Luxy, el trabajo de Moebius y U ha terminado, estando ya de regreso a la mansión. La reina ha despertado luego de setenta y siete horas que ella necesitó después de un viaje tan largo y cansado para llegar al plano terrenal. Poco después, llega el mismo mensajero de la vez anterior buscando a Luxy, cuya entrada fue permitida para entregar un paquete no muy grande, así que Moebius que fue quien lo recibió le preguntó que lleva en esa caja, el muchacho de no más de veintisiete años le responde que se trata de un móvil para que pueda comunicarse con Benjamin cuando sea necesario; entonces llegan a la gran puerta de la habitación de la deidad por la cual entra moebius primero y después de unos segundos, el mensajero.
— Eres tú de nuevo querido, bienvenido, Moebius dice que vienes a entregarme un presente de parte de aquel bajo llamado Benjamin. — Dice Luxy ante la enorme ventana mientras come pescado.
— Buen provecho señorita Luxy. — Dice el mensajero.
— ¿Qué significa la frase que acabas de citar? —
— ¿No lo sabe? Bueno, significa que le deseo disfrute de sus alimentos. —
— Oh ya veo, aún estoy aprendiendo de las costumbres de los bajos. Ahora, por favor muestra el presente que tienes. —
— Ah claro, este es el dispositivo de comunicación que el señor le envía para hablar con él a gran distancia. — Responde el mensajero sacándo de su caja un rectángulo plateado en acabado espejo con accesorios al mismo tiempo de que Moebius explica como funciona.
Transcurrieron cerca de un par de horas donde a Luxy se le fue mostrando absolutamente todo el manejo del móvil que ella entendía todo perfectamente, como si ya supiera de qué está hablando el muchacho. Mientras eso transcurre, ocasionalmente su vista se desviaba hacia el cuerpo de la mujer, miraba su pecho parcialmente descubierto por el vestido que lleva, sus torneadas piernas cruzadas, sobre todo la izquierda que está descubierta cuyo sexy encaje negro la resalta aun más, su cabello tan fino incluso más que la propia seda, sus manos tan delicadas y femeninas, su mirada melancólica pero encantadora, todo de ella le pareció hermoso, preguntándose cómo es que alguien tan bella y elegante sea lo que los humanos definen como la personificación del mal.
Luego de un par de horas donde incluso ya se sostuvo una llamada de Benjamin a Luxy, el mensajero decide marcharse, pero antes hizo una pregunta.
— Me retiro mi señorita, pero antes me gustaría hacerle una pregunta. —
— Me has ayudado a entender el funcionamiento de este objeto que resulta útil, así que tienes libertad de hacer solo una pregunta para compensar el favor que me hiciste. —
— ¡Gracias! Dígame, ¿Por qué se refiere a nosotros como bajos? Puede decirnos solo humanos. —
— Humanos son ustedes por su apariencia, como algunos de nosotros y también los ángeles, nosotros no somos humanos pero así nos vemos, es decir, la palabra humano no se ocupa para identificar una raza, sino para describir una imagen. Se les dicen bajos porque así se llama su raza en la jerarquía de toda la existencia, ustedes son el rango más bajo de todo, por debajo de los animales, las plantas, por debajo de cualquier creación que puedas imaginar. —
— ¿Qué... que cosa? —
— Antes estaban en tercer lugar tan solo por debajo de los dioses y los ángeles, pero su evolución no fue satisfactoria convirtiéndose en sinónimo de destrucción y crueldad, así que aunque les digamos humanos, seguirá siendo de un modo despectivo. Por eso son bautizados como bajos, porque no vale la pena que sigan existiendo, Dios no es perfecto y ustedes son su más grande error. No obstante, yo he venido aquí para salvarlos, es posible que no me creas, pero mi intención es darles una última oportunidad para sobrevivir a su autodestrucción y elevarse a la perfección que perdieron hace mucho, mucho tiempo. — Termina Luxy con una inquietante calma.
— Me ha dejado sin palabras mi reina, ¿Puedo contar esto al mundo? —
— Adelante, no hay problema. —
— Está bien, entonces con su permiso, ahora si me retiro, espero pronto volver a verla, estar ante usted es una dicha. — Termina el mensajero y se marcha.
— *Suspiro* Pobrecito muchacho. —
— ¿Qué? ¿Por qué? — Pregunta Moebius.
— Se ha enamorado de mí. —
— ¿¡Qué cosa!? —
— Pude notarlo, me observaba, recorrió cada centímetro de mi cuerpo, tuvo solo un breve pensamiento lascivo, es algo común en los bajos, mientras que el resto del tiempo se imaginó incluso tener hijos conmigo, me fantaseó con una vida a su lado y así nació en su corazón ese único sentimiento que vale la pena de los bajos... el amor. —
— ¿El amor? ¿Cómo podría eso valer la pena si esos miserables también lo traicionan? —
— No es únicamente el amor de pareja, es amor por su prójimo, amor fraternal, por la naturaleza, por los animales e incluso por la vida. Todos ellos sobrevivirán porque yo lo permito, ya que eso es lo primero que necesito para elevar esta esfera a la perfección. — Termina Luxy.

Mientras en la cuidad cercana, la gente observa con detenimiento a una pareja donde la mujer lleva puesto un revelador atuendo que deja ver demasiado de su cuerpo.
— Bueno ya estamos aquí Zeta, ¿De verdad es necesario esto? — Pregunta Saia.
— Si, en este mundo no podemos utilizar los árboles para fabricar ropa, Moebius lo ha confirmado y nuestra reina lo pidió, a partir de ahora usaremos las prendas del mundo terrenal, más o menos a lo que yo llevo puesto. —
— Tu estúpido gusto por la moda es lo que me está arrastrando a hacer lo mismo, podrías haber honrado a su novia de otra forma. —
— No era mi pareja Saia, solo le tomé cariño. Además, las prendas de nuestra reina son muy similares a las que se usan aquí también, ¿Cuestionarás su petición conociendo ese detalle? —
— Cierra la boca. — Responde Saia cuando Zeta se detiene repentinamente. — Oye ¿Por qué te detienes? —
— Creo que aquí puedes conseguir algo. — Responde él frente a una tienda grande con maniquíes en el aparador. —
— Parece que si, entremos. — Dice ella y ambos entran observando toda la mercancía hasta que fueron abordados por una vendedora.
— Hola, ¿Puedo ayudarlos? — Dice la chica.
— Si, ¿Qué debo hacer para tener una de estas prendas? — Pregunta Saia.
— ¿Como? —
— ¿Tomo la que me guste, me la pongo y me voy? —
— Bueno... la elige, se la prueba y la paga para llevársela, (Carajo, ¿En serio tuve que responder esa pregunta, lo que tiene de llamativa lo tiene de estúpida, pero es mejor que yo me acerque antes que mis compañeros hombres, lo que trae es muy revelador). — Termina pensando la vendedora.
— ¿Pagar? ¿Qué es eso? —
— Dígame que no es en serio lo que está preguntando... —
— Da igual, me gustó esta, esta otra y los zapatos que aquí tengo. —
— Toma esto también mujer. — Interviene Zeta entregándole un gancho de lencería negra.
— ¿De dónde sacaste eso? —
— De ahí. — Responde Zeta señalando la sección a unos metros.
— ¿Al menos sabes si este conjunto me va a quedar? ¿Para qué sirve esta cosa? Yo solo uso bragas. —
— Descúbrelo, yo solo necesité observar tu silueta para definir tu talla. —
— Está bien, dámelo. La ropa terrenal tiene muchas combinaciones y diseños, tengo que ver como colocar estas ligas. Tendré que agarrar gusto a estas cosas para acostumbrarme a vivir entre los bajos, ¿Dónde me cambio? —
— Si, los probadores están por acá. (¿Qué carajos está diciendo?) — Dice la chica guiando a Saia y Zeta al lugar donde ella entra a cambiar su imagen.
Zeta que no dejaba de ser observado principalmente por las féminas presentes mientras esperaba a Saia, cuya voz se dejó escuchar tras la puerta.
— Oye mujer, ¿Cómo me pongo esta cosa? — Pregunta Saia sacando solo la mano mostrando el sostén.
— ¿Que cómo se pone? Bueno, sobre sus senos. — Responde la vendedora.
— Oh ya veo. —
— (Si que son extraños... ¿Por qué tengo un mal presentimiento?). —

Finalmente Saia sale con su atuendo, el cual es conformado por una ajustada camisa blanca cuyos botones quedan muy tensos por el gran tamaño del busto, un brillante pantalón de cuero que resalta su silueta, zapatos altos de charol y la lencería negra que incluye un liguero con medias transparentes que por supuesto lleva debajo, mientras en la mano lleva doblada su ropa anterior.
— Estoy lista. —
— Que bien te sienta tu elección. — Dice Zeta sin la menor expresión.
— Elegí lo más ajustado para comenzar a acostumbrarme a usar estos trapos. Ya vámonos de aquí. — Dice Saia y ambos caminan hacia afuera.
— Oigan esperen, deben pagar eso. — Interviene la vendedora obstruyendo el paso.
— No sé que significa eso de "pagar" y no me interesa saberlo, apártate. —
— ¡No se hagan! No me voy a tragar el cuento de que ni siquiera saben qué es el dinero, no se van hasta que paguen, ¡Seguridad! — Responde la vendedora y se acerca el personal llamado.
— ¿Qué pasa aquí? — Pregunta el vigilante.
— La ropa que lleva esa mujer no ha sido pagada. —
— Con que es eso, vengan conmigo. — Dice el guardia tomando del hombro a Saia.
— Oye no me toques. — Dice Saia quitándose al sujeto de un manotazo que lo lanza varios metros con violencia, derribando mercancía y clientes en el proceso.
— ¿Pero qué...? ¿Quiénes son ustedes? — Pregunta la vendedora impactada.
— A estas alturas ya deberías de saberlo niña. Nosotros somos los que venimos de lo que ustedes llaman infierno. —
— ¿Infierno? ¡Ustedes son esos demonios! — Grita la chica que llama aun más la atención de todos los presentes quienes ahora ya reconocen y huye la mayoría.
— Cuanto alboroto. — Dice Zeta.
— Por favor, no me hagan nada... yo solo hago mi trabajo. — Suplica la vendedora.
— No es mi intención lastimarte, ya vámonos Zeta. — Responde Saia y ambos se marchan sin ser detenidos ante todos los presentes y todo del personal.
— Eligamos más ropa para Moebius, y nuestra reina en otras tiendas. — Responde Zeta.
­— ¿Qué? Carajo que fastidio. — Dice Saia molesta.

Despuésde tres horsa, han vuelto a la morada de Luxy con muchas bolsas llenas demuchas prendas para todos, incluyendo a Luxy que con gusto las aceptó, por loque a Moebius que no le agradaba la idea, lo aceptó también tras ver lareacción de la reina. Luego de eso al atardecer, Luxy con algunas de lasprendas que le trajeron ya puestas, habló con Saia a solas.
— Saia, tú eres uno de los siete caídos,¿Recuerdas la importancia de formar parte de ese grupo? —
— Si. Es mucha la importancia, antes éramos ángelesque fuimos enviados al Xibalba por seguir su ideal, hasta ahora yo he sido laúltima en caer ahí por apoyar su postura. Ese sujeto no tuvo piedad y me arrancólas alas antes de enviarme a la segunda esfera, carajo eso si que dolió mucho.Nosotros controlamos todo bajo su mandato y somos mucho más fuertes quecualquier demonio, ya que nuestras capacidades son mayores. —
— Muy bien, no lo olvidas. Tú eres la única queha estado a mi lado desde el principio y eso lo agradezco, así que ahoranecesito que hagas algo muy importante. —
— Estoy a sus órdenes. —
— Debes volver al Xibalba para traer a los seisrestantes. —
— Entiendo, ¿Dónde se encuentran ahora? —
— No puedo ver donde se encuentran mientras yoesté aquí, mi omnipresencia no cruza el portal, así que no podré ayudarte paraeso. —
— Ya veo, no se preocupe mi señorita, yo losbuscaré y los traeré bajo su orden directa, voy de inmediato. — Termina Saia yse marcha en cuanto terminó su reunión.

El dominio mundial de Luxy ha comenzado...