Tanto la mujer como la aprendiz caminaron cerca de diez minutos para llegar a un río donde corre agua cristalina, la cual será recogida con las enormes y gruesas hojas de uno de los árboles cercanos, dichas hojas son de varios tamaños, en color verde amarillento, como si fueran hojas otoñales y su forma es redonda, no la típica conocida; Saia se eleva a uno de estos para tomar algunas, come una de ellas y deduce que debe tomar de esas. Sayuri pregunta sobre la degustación a Saia, ella responde que las hojas son comestibles, que se consumen tras terminar con el alimento, entonces le dio una de ellas para que la pruebe, por lo que la aprendiz toma un trozo y lo prueba, su sabor es muy agradable, lo describió como si fuera pulpa de mango. Saia toma una de las hojas para hacerla cono para tomar un par de litros de agua del río. Ya con las necesarias, regresaron al sitio donde la carne aún no está lista, así que la voluptuosa mujer le enseñó a Sayuri de cómo cocinar, en el proceso la sometió algunas preguntas para conocer a esta amable mujer.
— Me gusta como suena tu nombre. — Dice Sayuri mientras observa la carne friéndose sobre una roca incandescente.
— Lo tomaré como un halago. —
— Oye, ¿Y cómo se componen las familias? ¿Tienes padres o hermanos? —
— Debido a la casi nula necesidad sexual de nuestra dimensión, aquellos que se dicen padres o hermanos son realmente pocos, la mayoría son evolucionados. —
— ¿Evolucionados? —
— Si. La raza de las sombras tienen esa capacidad, pero no lo sabían hasta que nuestra reina llegó y les enseñó un método para conseguir ser humanos en apariencia. —
— ¿¡Qué dices!? —
— Las sombras con un arduo entrenamiento y largos años que pueden extenderse hasta un par de siglos, pueden llegar a convertirse en humanos, no es un camino fácil. —
— ¿Entonces... tú fuiste una sombra antes? —
— No, yo he sido humana los casi mil años que he vivido. Varios conmigo caímos a esta dimensión con mi reina. —
— ¿Y Zeta? —
— ¿Te interesa ese sujeto verdad? Bueno, él era una sombra, de hecho, ahora que lo acabo de ver, está estrenando su forma humana, pues la última vez que lo vi, aún era una sombra. —
— Increíble... espera, hace poco nos encontramos con una sombra en forma de una lagartija colosal, ¿Dices que alguien como él, también evolucionará como humano? —
— Así es, aunque no es garantía pues hay quienes por distintos motivos, no alcanzan la forma humana, llegan a un estado y si por lo regular no es fuerte, ya no podrá continuar con su evolución. —
— ¿Qué hay del amor? —
— ¿Amor? Bueno, ese sentimiento va ligado al sexo y funciona de un modo similar sólo en humanos, pues las sombras no tienen ese interés. En nosotros, el amor hacia alguien, nace en diferentes etapas de la vida, puede ser muy pronto para algunos, muy tarde para otros y para unos más, jamás nace. —
— ¿Y tú...? —
— Nada hasta ahora, ni uno mismo sabe cuando ocurrirá eso, si es que se presenta. La carne está lista, comamos, yo no tengo hambre pero te acompaño. —
Entonces se dispusieron a comer los alimentos, a Sayuri le sabía muy bien la carne misteriosa y los vegetales extraños. En todo el proceso, desde la cocción, la conversación y la ingesta de los alimentos, tomó fotografías y videos para documentar su experiencia que ha sido única; también pensó en Saia, una mujer virgen increíblemente atractiva de casi mil años de edad muy amable que por motivos que ni la susodicha sabe, es realmente odiada por todos a su alrededor, con escasas excepciones.
Han terminado, no quedó nada, comieron lo que llevaron incluyendo las hojas con sabor a pulpa de mango. Sayuri quiso llevar un poco para Zeta, pero Saia le mencionó que rechazará la comida porque recién comió y tendrán que pasar unos días antes de llevarse un alimento a la boca de nuevo.
Mientras en otro lado, Carter, Sam y Quetzal se encuentran solo dando mantenimiento al CIPD así como armar una bitácora de todo lo que se ha documentado desde la apertura del portal, cuidando en no revelar detalles importantes que puedan alterar aún más la situación fuera, donde la chusma está presionando cada vez más, en cancelar el viaje de la reina. Los aprendices estaban aburridos por hacer labores rutinarias en lugar de ayudar a los otros a construir el super telescopio que observará la segunda tierra.
— Esto es una mierda, se supone que somos aprendices, deberíamos precisamente aprender a construir algo como un telescopio, no limpiar. — Dice Sam.
— Bueno, lo que si corresponde a nuestras actividades, es lo de la bitácora. — Responde Quetzal.
— La está haciendo Carter, y aún así es aburrido a comparación de lo que hacen los otros... o Sayuri, debe estarse emocionando por lo que hay en la otra dimensión mientras nosotros estamos haciendo pendejadas. —
— No sé si estaría mejor aquí o allá, recordemos que ahí fue donde los científicos de Yokaito encontraron la muerte, sin contar que la vida de Son también corrió peligro. — Interviene Carter.
— ¿Insinúas que puede incluso ya haber muerto? —
— No Sam, a lo que me refiero, es que puede no pasarla bien si se siente en constante peligro o con quien se encuentre no esté del todo cómoda. Sólo espero que esté bien. —
— Lo estará, se quedó con ese sujeto que platicó con Moebius. —
— Bueno... trataré de terminar pronto esta bitácora para ir al telescopio, estoy ansioso de ver la otra tierra. —
— Todos lo estamos, date prisa Carter. — Concluye Quetzal.
En otro lado de la instalación, tres de los científicos están con Moebius construyendo no un telescopio, sino un dispositivo de gran tamaño que deberá conectarse al telescopio disponible para alcanzar el objetivo de ver la segunda tierra. El proceso es lento debido a la complejidad de su construcción, mientras Son ha estudiado como tripular y conducir el mecha que fue construido a partir de un vehículo que enviaron en un principio, esto con ayuda de Nim.
— No parece ser tan difícil controlar este mecha pese a lo sofisticado que es. — Dice Son.
— No en realidad, los sensores que tiene equipados hacen todo el trabajo, ahora que ya lo sabes, mi ayuda ya no será requerida de tu parte, así que me dispongo en abandonar el sitio para dejarte a solas con el objeto. — Responde Nim.
— Espera Nim, tal vez deberíamos conocernos mejor, vamos a la cocina, ¿Tienes hambre? Te cocino algo para seguir conversando. —
— Agradezco tu oferta, pero no tengo apetito por ahora. Ahora si me lo permites, debo continuar con la custodia del capullo de mi reina, —
— Pero no te he visto comer desde que nos conocimos. —
— Eso es porque cuando nos vimos por primera vez, yo ya había procedido a consumir mis alimentos. —
— Está bien, pero te invito un café, eso puedes. No le ocurría nada al capullo, lo has visto, confía en mí. —
— ¿Café? No sé de qué estás hablando, pero suena interesante, confiaré en ti y espero no me falles, guíame entonces. — Responde Nim, por lo que Son se alegra y la lleva al comedor.
Ya en el sitio, él comienza a preparar la bebida utilizando su mejor técnica para complacer a esa mujer de refinada forma de hablar, ya que sin importar el poco tiempo que ha convivido con ella y la inusual forma de haberla conocido, ha comenzado a sentir atracción, pues la ha visto como su nueva compañía tras la muerte de su prometida en un accidente de tránsito. La sola idea de relacionarse con una atractiva mujer de otra dimensión le emociona, pues se trata de algo que ni en sus sueños más rebuscados podría haber imaginado en toda su vida. Le entrega el café expreso a su invitada advirtiendo que el líquido está caliente, ella lo observa y lo describe como algo impuro por el color oscuro, preguntando si no le puso algo dañino porque de ser así, que se prepare a recibir un castigo; él responde que no en absoluto, pero debe ponerle un poco de azúcar y crema al gusto ya que su sabor es amargo, entonces Nim lo prueba y su gesto delató su inconformidad, así que tomó la cucharita y vertió azúcar sin preguntarle a Son, cual era la susodicha, ¿Cómo lo supo? Se preguntó el científico, ella respondió que en su dimensión también existe ese endulzante, sólo no conoce el líquido negro ni los cubos que tiene ante ella, Son responde que esos cubos son de crema, debe abrirlo para vertir el líquido al café para mejorar el sabor, pero ella al final no le apeteció hacerlo. Ambos comenzaron a degustar a la par que conversaron.
— Dime Nim, ¿Qué es lo que beben allá? Yo solo tuve la oportunidad de conocer su agua pura, esa fue una sensación increíble. —
— Agua pura en su mayoría, pero si tenemos el deseo de beber algo saborizado, vamos a un campo de plantas acuosas y completamos con azúcar si es de nuestro antojo. —
— ¿Plantas acuosas? —
— Se trata de flores de gran tamaño con gruesos tallos ramificados cuya punta debe ser cortada para acceder al líquido que dependiendo de la hierba, es el color y el sabor de su néctar. —
— Su dimensión es inverosímil, quisiera estar allá con todo el tiempo del mundo para estudiarla. En fin, oye Nim, ¿Puedo hacerte una pregunta diferente? —
— Elige tus palabras con cautela, no responderé cualquier cosa. —
— Si... dime, ¿Ustedes tienen el sentimiento del amor? —
— ¿El amor? Bueno, es escaso, hay quienes les nace muy pronto, otros a los que tarda mucho y unos más quienes nunca desarrollan ese sentimiento, es variable. Entonces para que se forme una pareja, el sentimiento debe ser mutuo, de otro modo es imposible, nadie en nuestra dimensión tiene la capacidad de forzar sus sentimientos. —
— ¿Y tú? —
— En mí, nació no hace mucho, unos setenta años, pero no he sido correspondida hasta hoy, aunque al final no es ninguna prioridad ceder a una necesidad como esa. —
— ¿No tienes al menos ese deseo o la curiosidad de tener un hijo en brazos? —
— De ninguna manera, mi objetivo de vida no consiste en tener algún tipo de descendencia y de hecho, ahora que me hiciste pensar en ello, no conozco algún objetivo que quiera establecer. Lo único que hoy está ocupando mis pensamientos, es el cumplir con la misión que mi reina nos asignó, por eso debo marcharme a retomar mi puesto. — Dice Nim y se levanta para irse dejando el café, pero Son la detiene tomándola de la mano.
— Espera Nim, te he dicho que no hay nada de que preocuparte, el capullo está a salvo, deberías descansar, no has dormido desde que llegaste a esta dimensión, te ves mal, me preocupas. —
— Me hace falta dormir un poco, pero no es suficiente como para tener la urgencia de hacerlo, de todos modos mi señorita ya no debe tardar en terminar su arribo a esta dimensión, así que sólo son unas horas más. —
— Quédate conmigo un poco más, todo estará bien. —
— Bien, cumpliré tu petición pero será breve, no debo comprometer la seguridad de mi reina. —
— Por supuesto, anda, terminemos el café que nos queda. — Termina Son gustoso.
En otro lado del CIPD, mientras Miriam se quedó con Moebius para seguir aprendiendo de su conocimiento durante una pausa en la construcción del dispositivo para el telescopio, Dan y Marco, tuvieron una reunión secreta en una sala en desuso.
— Ninguno de ellos es de fiar, lucen sospechosos desde que les conocimos. ¿Realmente ellos son humanos? — Dice Marco.
— Me cuesta creerlo, son muy fuertes, sobrehumanos, lo que más se ha visto en ese inverosímil paisaje son peligros constantes. — Responde Dan mirando a un pizarrón de corcho lleno de conjeturas.
— Además del nombre del sitio, "xibalba", de acuerdo a lo que se nos dijo, significa "lugar oculto", ¿Qué significa eso? Otra cosa que me intriga mucho, es "Vita", todos lo vimos, Luxy creó una especie de dragón con esa cosa, es exactamente lo que hace la partícula de Dios... crear vida. —
— Te dirigiste a ella directamente con su nombre, es una reina. —
— No me convence, ese título debe ser solo una fachada para hacernos confiar en ella. —
— Como digas. Otra cosa que me intriga, es lo que dijo acerca de su sello, más concretamente la parte donde dice que un hombre malvado le tendió una trampa para enviar a ella y a sus seguidores al xibalba sin opciones de regresar, principalmente porque ella estaba en contra del régimen de ese sujeto cuyo nombre no ha dicho; diablos me suena como un relato de la Biblia. —
— Ya hemos tocado el tema, pero si ese xibalba fuera el infierno, ¿Por qué no vemos llamas por todos lados, almas arrepintiéndose de sus pecados mientras son torturadas? —
— Científicamente se ha demostrado la existencia del cielo y por supuesto del infierno, pero esa idea de que son llamas eternas con almas torturadas por seres deformes y feos, sigue siendo sólo una creencia. —
— Esperen. — Interviene Carter entrando a la sala.
— ¡Carter! ¿Qué demonios? ¡Nos has descubierto! —
— No se preocupen, he escuchado mucho en sus dos reuniones secretas, los vi entrando aquí ayer. Sus pláticas son muy interesantes y coherentes. Estoy de acuerdo con lo que dicen. — Responde el aprendiz cerrando la puerta tras él.
— ¿Estás de acuerdo? Entonces dinos, ¿Tienes alguna teoría para complementar? — Pregunta Marco.
— Lo he estado pensando, hay que mostrarle a uno de ellos, este objeto. — Dice Carter mostrando un crucifijo.
— ¿Crees que reaccionen ante eso? — Pregunta Dan.
— Están pensando que los visitantes son demonios, ¿Cierto? Yo pienso que no abrimos una puerta a otra dimensión, sino al infierno mismo, o como ellos le dicen, el xibalba. —
— Si eso es cierto, entonces aquella hermosa y elegante mujer puede ser el diablo, y adoptó esa apariencia para generar confianza. — Dice Marco.
— Si ese fuera el caso, ¿Qué serían entonces las sombras? — Pregunta Dan.
— Seguramente demonios que no han cambiado de forma. —
— Nos quitaremos de dudas pronto, ¿Quién hará la prueba con el crucifijo? —
— Yo lo hago, será contra Moebius. — Responde Carter.
— Déjame adivinar, será contra Moebius porque es quien está pasando mucho tiempo con Miriam. — Dice Marco.
— *Suspiro* No lo niego, debo salvar a Miriam. Le mostraré el crucifijo cuando salga del laboratorio. —
— Ten cuidado muchacho, esa acción determinará si estamos en lo cierto o cometimos un vergonzoso error. — Concluye Dan.
El tercer día del viaje de la reina está por concluir, Miriam se ha ido con sus hijos a la habitación improvisada para ya descansar, los aprendices hicieron lo propio extrañando sus hogares a los que no han podido volver por la chusma que no deja de lanzar consignas contra las actividades del CIPD y continúan amenazando al personal exigiendo que destruyan el capullo donde la reina está viajando. Durante la noche, Nim protege el capullo de cualquier amenaza, pero no confía en la gente aunque esta abandone el sitio, piensa que alguien es capaz de hacerle algo al capullo o sus raíces durante la noche. En otro lado, Moebius fue abordado por Carter.
— Hola Moebius, ¿No vas a descansar? No te he visto dormir desde que llegaron a nuestra dimensión, a estas alturas nosotros ya estaríamos teniendo alucinaciones antes de morir por falta de descanso. — Dice Carter. En eso Miriam iba pasando para ir al comedor por algo de agua para sus hijos, entonces notó en el aprendiz una actitud inusual en él, así que decidió escuchar desde un lugar donde no sea advertida.
— En eso no te equivocas muchacho, nosotros seremos más fuertes y resistentes, pero si debemos descansar, ya estoy sufriendo los estragos del cansancio, pero no podré hacerlo hasta que mi reina concluya su viaje, pero ya queda menos de cuarenta y ocho horas. —
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GÉNESIS: INICIO
Mystery / ThrillerPrecuela de "Génesis: Después de la oscuridad" En busca de la partícula de Dios, un grupo de científicos logró abrir un portal que conduce a otra dimensión, el cual debería ser cerrado pronto debido a las presiones de todo el mundo, pero no hicieron...