GÉNESIS: INICIO

LA DIVISION

Ante la negativa de la mitad de los miembros en cortar el tallo para detener el viaje de la reina, Miriam, Carter, Marco y Dan se han reunido para filtrar via Internet todos sus descubrimientos y sus sospechas sobre los seres que les han visitado, de paso disculpándose por no escuchar sus advertencias y que ahora harán todo lo posible para cerrar el portal antes de que sea demasiado tarde, declarando abiertamente que los visitantes son demonios y que el portal que abrieron conduce al mismo infierno, todo eso tras contar el relato de la reina. Las redes sociales estallaron tras la transmisión que duró poco más de una hora, pero no lo hizo como ellos esperaban, ya que las opiniones estaban divididas, no sabían que allá afuera había mucha gente que está a favor de continuar con el viaje de la reina. Miriam y los otros no esperaban tal respuesta, querían que toda la gente intente entrar al CIPD a la fuerza, pero al cabo de una hora, los que apoyan el movimiento se enfrentaron a los que intentaban entrar; el grupo de científicos que filtraron la información están confundidos y alterados por el escenario, que a pesar de declarar que los visitantes son demonios, hubo gente que no creyó en eso, solo desataron confusión y caos en el mundo, entonces decidieron tratar de detener el viaje por sus propios medios; en eso alguien se acerca.
— ¿Qué rayos están haciendo? — Pregunta Son molesto al entrar a la sala en desuso.
— A diferencia de ti, estamos tratando de impedir el apocalipsis. — Responde Miriam.
— ¿Apocalipsis? Ustedes están locos... en fin, están siendo muy molestos y me siento obligado a quitarlos del camino. — Responde Son apuntando con un pistola.
— ¿¡Qué rayos haces con un arma aquí!? No hagas algo de lo que te puedas arrepentir. — Dice Marco, en eso, Son dispara a su dirección, pero falla a propósito destruyendo el cristal de una ventana detrás.
— Cállate Marco, o la próxima vez no fallaré... ¡Sam, Quetzal! — Ingresan los mencionados a la sala.
— Vamos a hacer historia, nuestros nombres serán inmortalizados y no permitiremos que ustedes destruyan ese sueño. — Dice Sam recibiendo el arma, pues tanto él como Quetzal estarán vigilando al grupo detractor mientras Son se marcha para monitorear el viaje al que solo le falta unas horas para que concluya.
— Serán estúpidos, ese hermoso lugar no es posible que sea el infierno, no está lleno llamas eternas, ellos no son demonios porque no han tenido intención de comernos, no son monstruos horribles, ni siquiera esa raza de sombras, lo único que ustedes están pensando son sólo conspiraciones, estúpidas conspiraciones. — Dice Quetzal.
— Los estúpidos son ustedes, se ha demostrado la existencia del infierno, no se sabe aún de la apariencia de su paisaje o de los demonios, pero aquí me atrevo a decir que ya sabemos como lucen ambas cosas, eso es suficiente. — Responde Carter.
— Guarda silencio Carter, y acércate, debemos charlar. — Dice Dan.
— ¿De qué vamos a hablar? No tenemos tiempo. —
— Han sido corrompidos por la fama, tienen una venda en los ojos ahora... —
— Deben estar pensando en un plan para salir de aquí. — Dice Quetzal.
— No hay manera de separarlos en esta reducida sala, y si tratamos de ponerlos separados en distintas salas, podríamos fallar ya que somos solo dos contra cuatro. Será mejor prepararnos y no quitarles el ojo de encima. — Responde Sam.
— Deben estar bromeando, es demasiado. — Dice Carter alterado sin subir el volumen se su voz.
— Si el asunto es insostenible o ya no queda tiempo, no habrá opción, será necesario matarlos... mierda Marco, yo soy capaz de eso por mis hijos, debo ir con ellos maldita sea. — Dice Miriam que de inmediato se levanta dirigiendo sus ojos a los aprendices que vigilan. — ¡Oigan ustedes! —
— Siéntese profesora, no me haga amenazarla. — Responde Sam poniendo la mano sobre el arma que Son les dejó.
— Mis hijos están solos, al menos traiganlos conmigo, deben estar preocupados. —
— Lo siento pero no, si los vemos deambular por estos pasillos, les indicaremos entrar aquí, además, son sólo unas horas, nos lo agradecerán cuando esto termine y se darán cuenta de que sus conjeturas son erróneas. —
— Miriam toma asiento, no sabemos si son capaces de hacernos daño. — Dice Carter, a lo que la científica no le queda más remedio que obedecer muy molesta.

Del otro lado del portal, Sayuri tiene deseos de volver al CIPD para investigar qué está ocurriendo, pues de acuerdo al plan, es bastante inusual todo esto.
— Debería volver, algo debe estar ocurriendo allá. —
— Sería lo mejor, márchate, no perteneces a este mundo. — Interviene Dimoniac.
— No eres agradable Dimoniac, ¿Por qué no nos quieres aquí? —
— Moebius nos lo contó, nos dijo lo que ustedes le han hecho a su mundo, es un desastre y no quiero que vengan a hacer lo mismo aquí. —
— Tú no eres nadie para decidir eso, cuando el viaje de la reina termine, yo me quedaré aquí con Zeta para siempre y muchos podrán visitar este lado del portal, aunque no te guste, así que resignate. — Responde Sayuri.
— Stu mattag. — Dice Dimoniac y baja su garra clavando sus relucientes uñas en el suelo, pero en la trayectoria rasgó la blusa de la chica, dejando ver su sostén que de inmediato ella se cierra la bata que lleva puesta.
— ¿¡Qué te pasa idiota!? —
— Cuida tus palabras, porque no me molestaría rebanarte, así que no te atrevas a ser tan insolente. —
— Si haces algo así, Zeta me defendería. —
— ¿Estás segura de eso? ¡Zeta, responde! —
— Lo siento Sayuri, pero estás en nuestro mundo y deberías de respetar, si no lo haces, atente a las consecuencias, además de que aún estoy muy débil como para tratar de defenderte. — Responde el mencionado.
— Zeta... está bien, creo que me pasé, pero eso si Dimoniac, mi intención de vivir aquí, no cambia. Este lugar me encanta. — Dice Sayuri.
— Lo dices sin conocer la naturaleza del xibalba, tú serás responsable. — Responde Dimoniac y se marcha.
— ¿Responsable de qué? ¿Hay algo que deba saber? —
— De los peligros de esta dimensión, supongo que alguien ya les debe haber dicho algo al respecto. — Dice Zeta.
— Si, un par de científicos que vinieron de Yokaito fueron raptados y sus órganos devorados por una criatura en forma de palmera. —
— ¿Qué es eso de Yokaito? —
— Bueno, ¿Cómo lo explico? En nuestro mundo existen zonas donde cada una recibe un nombre. Por cierto, Dimoniac dijo algo extraño, algo como "Stu mattag", ¿Qué significa eso? —
— Es el idioma de las sombras cuando ya pueden hablar, es muy basto, así que no estoy seguro qué dijo, tal vez una maldición. —
— Entiendo... volviendo al tema, debo ir al CIPD, algo no me gusta, regresaré contigo tan pronto como sea posible y cuando lo haga, ya habré traído algo para comenzar una nueva vida contigo. —
— ¿Por qué conmigo? —
— ¿¡Eh!? (Mierda se me escapó, qué remedio) bueno... es que me he enamorado de ti Zeta... me gustas, no me importa que lleves cientos de años de edad, quiero estar contigo, quiero que esos ojos color miel, solo me observen a mí. — Responde la aprendiz muy nerviosa.
— Vaya, eso es inesperado, sobre todo por el muy poco tiempo que me conoces, no sabes casi nada de mí. —
— Es suficiente para mí... volveré pronto. — Responde Sayuri que le besa en la mejilla y se marcha atravesando el portal, siendo observada por Dimoniac desde la distancia y se acerca a Zeta.
— ¿Qué fue lo que vi entre ustedes dos? — Pregunta Dimoniac.
— Una muestra de afecto de parte de una baja. — Responde Zeta.
— Lo sé, fue una pregunta retórica, ¿Y qué piensas al respecto? ¿Alguien de tan bajo nivel de la cuarta esfera te ha cautivado? Que asco. —
— No a ese nivel, pero si sentí un vínculo con ella, ha sido la que más me ha querido después de nuestra reina, la diferencia es que ese sentimiento es afectivo. Digamos que si es alguien en quien puedo pensar de vez en cuando. —
— Aún estás exhausto por el cambio de cuerpo y no sabes lo que dices. —

Al otro lado del portal, Sayuri se encuentra con Son.
— He vuelto señor Son. —
— No me digas señor niña, no me gusta y lo sabes. —
— ¿Dónde está el resto? He grabado mucho en video y una entrevista con uno de los habitantes de la otra dimensión, pero mi móvil de ha descargado, así que necesito conectarlo para mostrar la evidencia. —
— Buen trabajo, pero los otros, Dan, Marco, Miriam y Carter se han revelado contra la investigación, tratan de detener el viaje de la reina y cerrar el portal, porque sostienen que ese portal no lleva a otra dimensión, sino al infierno mismo y que todos ellos son demonios tratando de liberar al oscuro. —
— ¿Qué cosa? Eso es una locura, ¿En qué se basan para decir eso? —
— En todo lo que ha ocurrido, en la descripción de Luxy, en su relato, su sello, todo Sayuri, todo lo han relacionado con esa creencia. —
— ¿Entonces piensan que el rey de las tinieblas es alguien que adoptó la forma de una hermosa y elegante mujer para engañarnos? —
— Algo así. —
— ¡No lo creo! El tiempo que he estado en el xibalba, no he visto nada que me de la imagen del infierno, lo único fuera de lo común que he visto en cuanto a los habitantes, son esas sombras que hablan, todos ahí son humanos que viven en paz, es completamente absurdo que digan esas cosas. —
— ¿Entonces estás a favor de que continúe el viaje? —
— Hagan lo que quieran, yo me iré a vivir en la otra dimensión cuando todo esto termine. —
— ¿Qué dices? ¿Por qué semejante decisión? —
— Ese lugar me gusta, está lleno de paz y es autosustentable, una mujer muy atractiva me enseñó todo eso y lo tengo aquí documentado. — Responde Sayuri mostrando su móvil apagado.
— ¿Mujer? ¿Sabes su nombre? —
— Si, es Saia, ¿Por qué? —
— Saia... le conozco, es realmente despampanante, supera por mucho a Nim, pero prefiero a esta última. —
— ¿De qué hablas? —
— Bueno, confieso que me enamoré de ella que me dijo que pronto volverá. Creo que el sentimiento es mutuo. —
— Ya veo... —
— En estos momentos habrá que vigilar a ese grupo que lo tenemos ahora en la sala en desuso, custodiados por San y Quetzal, necesito que tomen turnos las próximas horas para evitar que ellos alcancen su objetivo, ¿Entendido? —
— Bien, voy por mi cargador e iré allá inmediatamente. — Responde la chica y se marcha.

Mientras ella camina por los pasillos, decide primero acercarse a donde se encuentra el capullo, cuyo tallo sigue brillando al ritmo de los latidos de un corazón; estando fuera, levanta la vista pensando en cómo la reina está siendo transportada, cómo su cuerpo se fragmenta en diminutas partículas para reunirse al otro lado, ¿Cómo se sentirá ser despedazada en incontables partículas y vuelta a reconstruir? ¿Dolerá? ¿Tendrá algún tipo de anestesia? ¿Estará consciente durante el viaje? El modo de transportarla le es fascinante y quisiera experimentar para satisfacer su curiosidad. Luego acude a la cafetería para buscar algo de comer, ya que han pasado horas desde el momento que comió carne desconocida, cocinada sobre rocas incandescentes en compañía de una mujer que tiene fama de ser una asesina despiadada. Consiguió algo de comida que al fin pudo reconocer para disponerse a consumir sus alimentos, en todo momento ha estado pensando en Zeta, sorprendiendose de sí misma y como fue que en tan poco tiempo de conocerlo, se enamoró de él; es en ese instante que recordó el estado en el que se encuentra, por lo que no se le ocurrió preguntarle sobre ese supuesto cambio de cuerpo que lo tiene tan exhausto. Tras haber comido, fue por el cargador de su móvil para ya dirigirse a la sala en desuso y hacer compañía a sus colegas que custodian a los detractores; en el camino, vio por la ventana que no había nadie a las afueras del CIPD, cosa que se le hizo rara, pues cada día que pasaba, estaba lleno de gente que incluso estaba acampando para presionar en detener la investigación; hubo incluso huelgas de hambre para apoyar a la lucha, pero fueron ignoradas, los que lo hicieron literalmente murieron de hambre; en un momento se preguntó si todo lo que han estado haciendo valiera la pena, no obstante tras su experiencia, dedujo que si lo vale, que toda esa gente que ha muerto durante las manifestaciones fue por su propia culpa, pues ella con sus colegas y sus mentores, solo están haciendo su trabajo. Pronto se enterarán de que todo lo que han hecho hasta ahora, habrá valido la pena y la chusma será la que se equivocó. Finalmente arriba a la sala en desuso.
— ¡Sayuri! — Dicen los presentes.
— Has vuelto, que alivio, pensaba ir por ti para que abandones ese peligroso lugar. — Dice Miriam.
— ¿Para qué? ¿Para que cierren el portal? Son me lo dijo, debo admitir que si son muchas las coincidencias entre su conjetura y la realidad, pero eso no significa que sea verdad, tal vez si sea peligroso, pero es solo porque no lo conocemos del todo. Lo siento mucho, pero yo apoyo que continúe, pues he decidido vivir allá, ese mundo es mucho mejor de lo que tenemos aquí... avisaré a mi familia para que entiendan mi decisión. —
— ¿Qué cosa? ¡No! Ese mundo es un lugar que no debemos explorar y menos vivir ahí, es el infierno. —
— Pero qué estupidez maestra Miriam, después de omitir las peligrosas criaturas, ese lugar es increíble, no veo llamas por ningún lado, no veo almas de malvados siendo torturadas, no veo tampoco demonios; Zeta es guapo y muy pacífico, Saia es hermosísima y buena, los escoltas son muy corpulentos y fieles, Moebius no será alguien educado pero es inteligente y accesible, Nim es pacífica y amable, ¿De qué demonios hablas? Ninguno de ellos siquiera se acerca a lo que ustedes creen que son. —
— ¿Y qué me dices de Dimoniac? Ese si que parece un demonio y no parece ser alguien razonable. Además, ¿No te has planteado la posibilidad de que siendo demonios, hayan adoptado una forma humana para engañarnos? — Dice Carter.
— Si realmente fuera un demonio, me hubiera hecho daño sin importarle que Zeta estuviera conmigo, y no, no me planteo esa posibilidad porque de ser así, el propio Dimoniac los habría delatado al no hacer eso. —
— Pero qué testaruda eres niña. — Dice Dan, en eso Sayuri le arrebata el arma a Quetzal y apunta al científico.
— ¡Vuelva a su asiento! No me obligue a cometer una locura. El viaje de la reina terminará y se darán cuenta de su equivocación. —
— (¿Qué le ocurre a esta? Está siendo errática, nunca la había visto así). — Piensa Marco mientras Dan regresa temeroso a su lugar.
— Conectaré el móvil a la corriente y les mostraré todo lo que he visto, eso les hará cambiar de opinión. — Concluye Sayuri que es apoyada por Sam y Quetzal.