BELLA Y PELIGROSA

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Ante la vista de todos los presentes, ahí está la deidad que no es la reina de otra dimensión como siempre lo creyeron, sino la reina de las tinieblas. Ahí está en las alturas en su máximo esplendor con su inmenso atractivo usando un vestido de noche color vino que le deja descubiertos los hombros, mostrando una de sus largas piernas que usan medias de encaje negro, sus zapatos de tacón tan brillantes que parecen ser de charol, finísimo y largo cabello negro, una melancólica, profunda y encantadora mirada de esos ojos negros adornados con unas delgadas sombras color violeta a modo de maquillaje, pero lo que realmente llama la atención de quienes se encuentran ahora en el lugar, es una enorme argolla redonda por el interior, pero en cuadro por el exterior y cuatro esferas levitando de un color dorado tan brillante que puede tener resplandor propio, adornando su cabeza desde atrás como si se tratara de una aureola y dos pares de alas majestuosas que emiten un brillo cromático tan intenso que puede verse a gran distancia. Todos están tan impactados por lo que están presenciando, que bajaron sus armas y muchos levantaron su móvil para capturar el evento, lo que alertó a Saia que estaba lista para atacar, pero es detenida por Moebius mencionando que los objetos que levantaron no están diseñados para atacar. Luxy desciende lentamente con los brazos extendidos a los costados y su pierna descubierta flexionada; entonces llega al suelo y al apenas tocar la superficie con el pie contrario, cada centímetro de la tierra estremece como un breve sismo alertando a todos en el mundo, pero sus tres acompañantes ni siquiera se inmutaron, solo observaron a la reina en su forma original, ya que en ningún momento se les mintió sobre su verdadero aspecto. Los presentes y desde el helicóptero observan el inverosímil acontecimiento que ya mismo se está transmitiendo a nivel mundial a través de Internet, nadie podía creer lo que sus ojos estaban viendo, incluso pensaban que se trataba de un elaborado montaje, pero no era así, es tan real que atemoriza a todo el mundo.
— ¡Mi señorita! — Grita Zeta acercándose.
— ¿Hm? Zeta, que alegría me da verte... veo que llevas puestas unas prendas propias de los bajos, y algo te cubre los ojos. — Dice Luxy al verlo.
— Si, él quiso rebajarse a ese nivel argumentando que deberíamos hacerlo ya que viviremos aquí a partir de ahora, es innecesario y estúpido. — Interviene Saia.
— No lo es Saia. Él ahora se ve muy bien, supo elegir las prendas. Todos serán libres de usar lo que les plazca, pero si les recomiendo que usen prendas terrenales para poder caminar entre los bajos, así que por favor Moebius, necesito que eso se de al conocimiento del resto de nosotros en la segunda esfera cuando tengas oportunidad. —
— Si mi reina, lo que usted diga. — Responde Moebius.
— Ustedes, las manos en alto, ríndanse, están rodeados. — Interrumpe de nuevo un megáfono.
— Me están molestando, yo me haré cargo. — Dice Saia, pero Luxy la detiene extendiendo el brazo frente a ella.
— Espera querida, les mostraré quién soy. —
Entonces Luxy da unos pasos hacia enfrente, observa todo alrededor incluyendo el helicóptero, inhala un poco de aire y ejecuta un soplo tan leve que es casi imperceptible, haciendo que todas las patrullas y objetos sueltos vuelen por los aires, poniendo al helicóptero en peligro, ya que ese pequeñísimo soplo hizo un viento tanto o más fuerte que un huracán de apenas unos segundos que barrió con todo. Los tripulantes del helicóptero de noticias se quedaron en el sitio tras recuperar la estabilidad, enfocando la elegante pero extremadamente peligrosa figura que la deidad presenta; entonces ella comienza a hablar, pero sin necesidad de gritar, se puede escuchar su delicada voz en todos los rincones del planeta, nadie sabe cómo lo logra.
— Queridos habitantes de esta ínfima porción de tierra suspendida en lo que ustedes llaman espacio exterior; estoy aquí ahora ante ustedes presentándome como Luxy, la reina absoluta de todo lo que hay dentro y fuera de este maltratado sitio. Estoy aquí gracias a la ayuda de los bajos conocidos como Miriam, Marco, Son, Dan, Eduardo, Quetzal, Sayuri y Sam, que lastimosamente han ofrecido sus vidas para que lograra completar mi largo viaje, lo que ha causado en mí, una profunda tristeza. —
— ¿Ofrecieron su vida? Entiendo que por su omnipresencia ya se enteró de que ninguno de ellos sobrevivió, pero no me queda claro ese detalle. — Dice Saia.
— Imbécil, esos bajos abrieron el portal, pero en lugar de unirse a nosotros, prefirieron asumir las consecuencias de su negativa, ellos no quisieron ayudar a nuestra reina al final y eso la entristeció. — Responde Moebius.
— Igualmente con profunda tristeza, he visto la destrucción de este mundo que era bello en su máximo esplendor, verde hasta donde la vista alcanza. Hoy está en una situación terrible que no ve vuelta atrás, muchos de ustedes cometen atrocidades por culpa de la codicia, se exterminan mutuamente por cosas tan insignificantes como un mineral dorado al que le adjudicaron un valor que no merece, eso sin mencionar que han impuesto su propia economía, algo que también los ha corrompido. Han eliminado bellas formas de vida, han destruido el ecosistema y todo por culpa de la codicia en primer lugar. No soy capaz de perdonar eso, no soy capaz de permitir que continúe, así que por eso decidí arribar a este sitio para corregir su camino, pero no vengo sola... Saia, la cajita por favor. — Pide Luxy.
— Si mi señorita. — Responde la mencionada que la saca de una bolsita de tela atada a su cadera y la entrega.
Luxy recibe la cajita de terciopelo azul oscuro de cuatro veces el tamaño de una que suele almacenar un anillo de compromiso, la abre para sacar dos pendientes y una cadena de oro adornados con cuatro extraños símbolos, uno en cada pendiente y dos más en la cadena que se los colocó.
— Por ahora solo somos cuatro, pero mientras transcurre el tiempo, los habitantes del Xibalba estarán arribando a este mundo para poder ayudar a la reconstrucción y la prosperidad que tanto pide a gritos. He descubierto que ustedes tienen una imagen errada de mí, pues me describen como un ser deforme y malvado que solo busca la destrucción, pero es muy alejado de la realidad, soy lo que ahora ven, soy quien realmente quiere ayudar a este mundo para ser un lugar mejor y lo cumpliré; erradicaré todo vestigio de crueldad, todo rastro de malicia, no permitiré más acciones nocivas que hacen daño a sus semejantes, a los animales inocentes o al entorno; no perdonaré nada si se hizo con la intención de hacer daño, porque a partir de hoy, yo soy la ley, soy la justicia. — Termina Luxy.

Tras el anuncio de la deidad, hubo una reunión de emergencia en línea entre los líderes mundiales con los gobernadores implicados en el caso, como lo son el de Taured, de Zentralia, Sacovia, y Yokaito; estuvieron discutiendo sobre lo ocurrido, adjudicando el desastre a Benjamín, el gobernador de Taured, ya que Luxy representa una amenaza equivalente a los extraterrestres que invadieron la tierra para atacar interrumpiendo la tercera guerra mundial, lo que pronto deben lograr expulsarla de regreso al infierno. En eso, de modo sorprendente e inesperado, ingresa alguien más a la reunión, quien fue ni más ni menos que Luxy.
— Saludos señoras y señores, lamento mi demora y el desorden tras de mí, estamos ordenado. — Dice Luxy en su estado que no nuestra las alas o la aureola, con el portal a sus espaldas.
— ¿Tú? ¿Cómo lograste entrar a esta reunión? — Pregunta Benjamín.
— Mi asistente me ayudó, pero eso es lo menos importante. En fin, sus palabras no son de mi agrado, ustedes insisten de que yo soy una malvada que traerá desgracias a este mundo, pero están muy alejados de la realidad, ¿Cómo puedo hacer para que cambien de opinión hacia mí? —
— Que te marches de nuestro mundo, no te necesitamos. — Dice firme el líder de la Unión Odisea.
— Pero yo solo quiero ayudarles a salir de la penosa situación en la que están. —
— Nosotros resolveremos nuestros problemas, aquí y ahora exigimos que tomen sus cosas y se vayan de nuestro mundo. —
— Es que... no lo entiendo, les estoy extendiendo la mano para que puedan levantarse y me ignoran, incluso exigen que me vaya. Eso me entristece, sobre todo porque del Xibalba hice algo maravilloso, todos ahí viven en paz, mientras que las desafortunadas excepciones si son lamentablemente castigados. —
— ¿Y en qué consiste ese castigo? ¿Una ejecución? — Pregunta el gobernador de Sacovia.
— Bueno yo... —
— También sobre tus palabras donde dices que eres la ley y la justicia, eso suena más a autoritarismo, un intento de dictadura. — Interviene el de Yokaito.
— El camino de la vida está lleno de decisiones, algunas son muy difíciles de tomar que requieren una fuerte voluntad, mientras que en otras debes apartar el corazón de tus manos para tomarlas con sabiduría, esa es la base de la prosperidad. —
— Deja de decir estupideces mujer, tú eres un falso Mesías, así que haz caso a lo que decimos, toma a tus lacayos y lárgate de nuestro mundo, aquí nadie te quiere. — Dice el gobernador de Zentralia.
— Es muy triste lo que me están diciendo, no puedo evitar derramar lágrimas por su trato tan lamentable. — Responde la deidad con sollozos.
— Tus lágrimas son de cocodrilo. —
— No quiero tomar medidas, pero me están obligando. — Dice Luxy tras secarse las pocas lágrimas para luego chasquear los dedos. — No sé qué nombre reciba en su mundo, pero acabo de hacer algo que podrán observar mirando al cielo. Me gustaría saber que harán para detenerme, porque mi objetivo era salir del Xibalba y ahora que lo he logrado, me voy a oponer firmemente a su decisión; así que con su permiso, debo continuar con mis labores. — Termina ella y la imagen se desconecta.
— ¿Algo en el cielo? ¿Alguien puede ver que es? — Pregunta el gobernador de Padmoliv.
— Yo si lo puedo ver, es un brillo intenso, como si fuera un segundo sol. — Dice el de Yokaito.
— ¿Algo como un segundo sol? ¿Que carajos podría ser? Habrá que investigarlo, pero mientras debemos discutir esta situación. — Dice Benjamín.
— Justamente hay que hacer algo a la situación. Tú Benjamín, tu gobierno había dejado a su suerte a esos científicos hoy occisos, para que continuaran con su investigación, era cuestión de tiempo para que los recursos terminaran y cierren el portal, pero al ver aquel hallazgo, decidiste continuar por pura conveniencia sin medir lo peligroso que hoy lo es, así que ante la situación, autoridades irán por ti los próximos días para un juicio en la corte internacional. — Dice el gobernador de la Unión Odisea.
— ¿¡Qué dijiste!? ¡Inconcebible! En ningún momento recibimos una señal de sus verdaderas intenciones, no es que haya puesto en peligro a todo el mundo. —
— Hiciste caso omiso a las advertencias y a la presión de la sociedad, tendrás que acceder al citatorio o te convertirás en perseguido político. La votación es unánime, mientras los representantes de Yokaito, Sacovia y Zentralia sólo se les pondrán una sanción aún por determinar. —

Se ha dado la advertencia de que no se acerquen al CIPD a menos de tres kilómetros como si se tratara de un volcán en actividad. Mientras continuaba la reunión, en el lugar, Zeta se encarga de la limpieza, Moebius refuerza las máquinas que mantienen el portal abierto para que este no corra el riesgo de cerrarse, y Saia vigila la zona en busca de peligros en las afueras.
— Dime Moebius, ¿Hay posibilidad de que esta puerta pueda incrementar su tamaño para que pueda salir y entrar quien lo desee?— Pregunta Luxy.
— Si es posible mi señorita, pero necesitaré algo de tiempo para poder adaptar mis dispositivos a estos primitivos cacharros, es una operación delicada, ya que un error podría causar que se apaguen y cierren el portal, pero ¿Podría responderme una pregunta? Ahora que finalmente a roto su sello, puede ya abrir portales y viajar entre esferas, ¿Por qué no mejor utilizar esa capacidad? — Pregunta el mencionado.
— Estás en lo correcto querido, ya puedo abrir portales y viajar a voluntad, pero necesito que hagas una prueba. — Dice Luxy que extiende el dedo índice de cuya punta se forma un pequeño agujero negro. — Intenta contener este mini portal que abrí. —
— Si, de acuerdo. — Responde Moebius que intenta tomarlo, así que al hacerlo recibe una descarga que intenta soportar, pero no lo logra y sale disparado hasta estrellarse contra el muro, y el portal de cierra lentamente.
— ¿Lo entiendes ahora? Mis portales de naturaleza orgánica superan por mucho tu capacidad actual, incluso uno tan pequeño como ese, es imposible contenerlo, además de que se mantienen abiertos por un breve tiempo, solo mientras alguien pase. Ahora este portal hecho de modo artificial por los bajos, puede mantenerse abierto con ayuda de estas máquinas, así que para que pasen todos los habitantes que lo deseen, este portal debe incrementar su tamaño y debe ser completamente estable, así que te pregunto, ¿Puedo contar contigo o prescindiré de ti? —
— (¿Prescindir? No me gusta como suena eso) Puedo hacerlo... discúlpeme por hacer esa pregunta impertinente. — Responde Moebius temeroso.
— Disculpe mi reina, hay muchos cadáveres en la zona, ¿Qué puedo hacer con ellos? — Pregunta Zeta que entró.
— ¿Ya te hiciste cargo de los cuerpos que te indiqué? — Pregunta Luxy.
— Todos, excepto el de una mujer que entró al Xibalba, debo ir por ella. —
— Es una lástima, esa baja la tenía en una buena posición, esperaba volver a verla, pero al final tomó la decisión incorrecta. Por favor Zeta, date prisa en ir por el cuerpo antes de que los carroñeros hagan de las suyas. —
— Como usted diga. — Responde Zeta que de inmediato entra por el portal.
Del otro lado se encuentra con muchos demonios de apariencias variadas, como humanos, humanoides con alas, animales caminando en dos patas, monstruos y más. El infierno tiene una gran variedad de habitantes.
— Es un bajo, ¡Mátenlo! — Se escucha una voz y de inmediato varios demonios fueron en su contra, pero Zeta logró derribarlos con gran facilidad ante la sorprendida mirada del resto.
— Idiotas, ¿No me reconocen? Soy Zeta. — Responde él, por lo que uno de esos demonios alados aparentemente femenino se acerca y lo reconoce.
— Si es Zeta, puedo sentir su energía, al final si hiciste trampa, te vez raro con esas prendas terrenales. En fin, estamos ansiosos de atravesar esta puerta ahora que nuestra reina ha destruido su sello. — Se escucha su voz a través de una estructura inusual que parece hecha de hueso y cubre por completo su cabeza sin dejar ver un solo centímetro de su imagen bajo esta.
— Ya se enteraron. El portal es muy pequeño e inestable, ahora ese chiflado de Moebius se encargará de incrementar su tamaño para todos, pero si quieren podrán pasar uno por uno al menos hasta que yo vuelva. —
— ¿A dónde vas y por qué debemos esperar? —
— Voy por el cuerpo de una baja que acaba de morir aquí y necesito de la autorización de mi reina para que ya puedan pasar sin comprometer la estabilidad de la puerta. —
— Tiene sentido, ¡Tendremos que esperar un poco más muchachos, pero la victoria está cantada! — Grita alegre esa chica cubierta y el resto la acompaña en la celebración mientras Zeta sigue su camino.

Tras haber vuelto y hacer la sepultura a los cuatro científicos y sus aprendices, el resto de cadáveres fueron echados a una fosa común alejada del CIPD que ha dejado de recibir ese nombre ante el desconocimiento de los invasores. Después de haber sido destruida toda la instalación por Zeta y Saia, cuyos restos fueron barridos por un fuerte viento que Luxy ejecutó, dejando solo campo abierto y obtener la estabilidad del portal que tomó poco más de un par de horas, la deidad hace una transmisión por Internet a todo el mundo para dar la noticia.
— Queridos bajos, he vuelto ante las pantallas de sus objetos idiotizadores para darles un anuncio muy importante. Me complace informarles que el portal por el cual yo llegué después de ser desintegrada y vuelta a construir partícula a partícula, ha sido completamente estabilizado con ayuda de mi subordinado aquí presente, lo que significa que este podrá incrementar su tamaño y dar paso a muchos habitantes del Xibalba para que anden libres en este mundo. Adelante Moebius. —
La humanidad interpreta esas palabras de que el infierno estará desatado en la tierra, aunque una parte de esta misma no opina lo mismo después de haber viso todo el material audiovisual previo que se dio al conocimiento.
En la transmisión se puede ver el portal en su tamaño de siempre, pero su apariencia ha cambiado, ya no es ese portal negro del principio, pues ahora es blanco y emite un brillo cromático; Moebius entonces ejecuta una serie de comandos en la máquina que está claramente modificada y parece estar blindada por su apariencia, hace que el portal comienza a incrementar su tamaño a la par que deja de ser redondo para ir adoptando la forma de una pirámide hasta alcanzar la altura de ciento treita y nueve metros, donde tras un par de minutos donde Zeta les avisó, comienzan a salir diferentes tipos de criaturas extrañas de apariencia amenazadora, seres humanoides con alas, monstruos horribles, entidades de piel tan oscura como el vantablack e incluso en menor cantidad, miembros con prácticamente apariencia humana creando temor en todo el mundo.
— Nuestros mundos serán uno a partir de ahora, viviremos en libertinaje con sus respectivos límites, podrán vivir como quieran, pero tampoco voy a permitir que se pasen de listos, me desharé del esquema gubernamental, desaparecerán las fronteras, pero lo más importante, desaparecerá todo lo que ustedes reconocen como economía. Este será el proceso más lento debido a lo arraigado que está en su insignificante mundo, el llamado dinero y sus riquezas son los causantes de la codicia que a su vez, son los causantes de que sus almas son corrompidas y que les lleva a realizar acciones tan lamentables haciendo daño a sus semejantes. Este mundo tan destruido y corrompido pide a gritos ser restaurado a como era antes, así que yo vine aquí para regresarlo a su máximo esplendor porque desde hoy, yo soy la única máxima autoridad y todo aquel que se oponga, será exterminado, no permitiré que siga por el mismo camino, yo salvaré a la humanidad de su propia destrucción. — Concluye Luxy y la transmisión termina.

GÉNESIS: INICIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora