CAPITULO 14 "FIASGO AGOTADO"

66 14 10
                                    

Lo dejaré ir, caminando en lo desconocido...

Mi tranquilidad cada vez que Allison se envolvía en mis brazos, me era tan reconfortante y más porque nos íbamos de incognito al baño cuando ya todos habían entrado a sus aulas, solamente para darnos un abrazo y un corto beso, eso lo hacíamos cada mañana y a la hora de la salida, íbamos al gimnasio para hacer lo mismo. Los fines de semana no podían ser como nosotras planeábamos, pues ambas queríamos estar en mi habitación o en la suya, cuando tocaba que ir a su casa; pero no, ya que eso podría levantar sospechas o que comiencen a dudar de nosotras y Allison era la que tenía más miedo, por lo que yo respetaba lo que a ella la hiciera sentir tranquila y cómoda.

Como decía, ya habían pasado tres semanas desde que yo le pedí a Allison ser mi novia y aunque no podíamos ser como una pareja heterosexual, me sentía satisfecha, porque nuestros sentimientos iban más allá de los perjuicios. Pero recapitulo que Allison le tiene miedo a su madre, pues eso era evidente, su madre tiene sus ideologías tan antiguas, claramente no es como Sophia, la cual es más abierta a los temas sobre la homosexualidad o cualquier otra cosa que la señora Laila considera pecado.

Ahora me encontraba en el trabajo, observando a las personas que se encontraban a mi alrededor, aunque tambien mi atención estaba en mi teléfono, pues Allison me escribe todo el día y hablamos de cualquier cosa, como la típica pareja de enamorados, aunque yo no soy fanática de usar mi teléfono, respondía los mensajes de mi novia. Aunque ella entendía que me demoraba porque no podía utilizar mi teléfono, por obvias razones, el trabajo es primero.

Gabriela todas las noches que me tocaba trabajar, trataba de volverse cercana, pero no sé podía, ya que lo de nosotros no puede pasar más allá de ser profesional, porque ni siquiera se podía decir que somos compañeras de trabajo, ya que ella es una empleada más y a mí no me consideraban como una empleada en el club, así que; ni compañeras y tampoco amigas.

Comenzaba a sospechar de ella, pues hablaba con clientes de una manera muy confianzuda y no me gustaba, ya que ella solo esta para llevar los tragos y recoger los vasos vacíos. Con la que sí platique un poco, fue con Amelia, la cual me decía que tampoco le agradaba Gabriela, pues tanta simpatía y amabilidad no le daban buena espina, estaba tomando muy en cuenta su opinión, ya que ella no es de juzgar sin antes conocer a la persona.

Al terminar mi turno, saque mi teléfono para responder un mensaje de Allison.

Ya dormiré, te quiero, espero no duermas tan tarde y sueñes conmigo.

Su mensaje me causo ternura y sonreía al terminarlo de leer, para después contestarle

Todas las noches sueño contigo, así que, no te preocupes si esta noche no lo hago, aunque lo más probable es que duerma pensando en ti.

Bloquee mi teléfono y lo guarde en la bolsa de mi pantalón, mientras, esperaba a Rogelio en la puerta trasera del club. Pensé que ya venía porque escuchaba unos pasos, pero no, no era él, sino Gabriela, la cual mandaron a sacar la basura.

-Hoy fue un día agotador, ¿No? -Dijo mientras tiraba la bolsa al contenedor.

Yo no suelo responder, porque no me apetece conversar, pero me daba lastima. -Para mí fue una noche común.

-No te creo, al menos que seas más joven que yo. -Eso no lo respondí, porque era evidente que lo era, ella parecía tener veinticinco y yo apenas cumpliría mis dieciocho.

-Rápido niña, que todavía tenemos que acomodar los vasos para mañana. -Escuchamos la voz de Amelia, la cual no soportaba la tardanza.

-Hasta el viernes, fénix.

Ella se despidió, pero no respondí, solo subí a la camioneta ya que Rogelio salió en cuanto ella se metió al club. ¿Qué sabrá de mi esa mujer? Era lo único que me preguntaba, ya que no tenía otra cosa que cuestionarme, a menos que sea mi existencia, pero eso, ya lo había aprendido a sobrellevar. Mientras Rogelio conducía, me contaba que estaba emocionado, ya que sería papá por segunda vez y más porque sería una niña, lo felicite por su gran triunfo, pues a de echarle ganas a esos trabajos.

Bajé del auto, sino antes haberme cambiado y despedido de Rogelio, como siempre subí a mi habitación y me recosté, por lo que quedé enseguida dormida.

(...)

Era un nuevo día, un sábado aburrido, hasta que mi madrastra aviso que la mamá de mi padre vendría a comer a la casa, o sea mi abuela. Sophia me había invitado a la cocina para así ayudarle un poco, cosa que no le negué y ella aprovecho para contarme un poco de la abuela, dijo que es una mujer muy estricta, pues ella desde siempre ha sido una mujer adinerada; por lo que es muy educada y déspota, primera señal de que me va a caer mal.

Me lo dijo, por si, ella dice comentario hirientes o incomodos hacía mi persona, ya que ella tiene experiencia con esos comentarios, pues siempre se ha encargado de criticarla.

Te extraño, odio que hoy no, nos hayamos podido ver.

Recibí un mensaje de Allison, así que no dude en responder

¿Cuánto me extrañas?

Mientras esperaba respuesta, me pidió Sophia que acomodara la mesa y pusiera los platos en los lugares correspondientes, esto lo sabía de memoria, pues en mis clases de modales, la señora me enseño acomodar una mesa; aunque nunca comprendí para que me serviría, pues en el trabajo jamás lo eh utilizado, pero ahora agradezco que lo haya aprendido.

Si alguien me hubiera dicho que, en un momento de mi vida, pasaría algo como esto, quizás no le creería. La señora solo estuvo hablando tontería, pensé e imaginé que Sophia tenía razón y la señora era culta, pero no, al contrario, yo lo era más. En resumen, la señora solo decía disparates sobre el vestuario de Sophia, gracias al cielo, que a mí nunca me cuestiono mi vestimenta, solo me dijo que era una etapa la que está viviendo; que pronto me crecerá el cabello y vestiré elegantes vestidos.

No sé si leyó mi futuro o porqué estaba muy decidida en que yo era alguien con un futuro prometedor. Igual me causaba gracia, yo sé que mientras me encuentra trabajando para el señor Esteban, no seré alguien con tanta libertad y que jamás podré borrar las cosas que eh vivido dentro de ese lugar.

La señora de nombre Lorena Miller, se había ido a las tres de la tarde, por lo, Sophia y yo no vivimos una mañana agradable; aunque ella estuviera más acostumbrada que yo, se notaba que aun esos comentarios la hacen sentir mal. Lo que yo hice para dejar de pensar en ese momento incomodo, fue responder los mensajes de Allison, la cual me dijo que se mantuvo ocupada, leyendo un libro y haciendo la tarea de filosofía, se me olvida que ella es una niña prodigio dentro del instituto; aunque no comprendo, como es que la superficialidad de su entorno, no la ha alcanzado. Lo digo porqué, sus amigos son los más inteligentes ni la vida y menos en lo académico.

Por poco olvido un detalle, Olivia últimamente ha estado distraída y no me dirige mucho la palabra. Me comento Rogelio que el señor Esteban la había amenazado, pero fue muy leve, aunque desconozco con que afán la amenazado.

BLACK AND BLUEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora