CAPITULO 01 "EL COMIENZO"

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Me rompo, las lágrimas caen al suelo

Las clases estaban siendo aburridas o quizás mi concentración no era tan buena, pero en casa se encontraba mi abuela y yo ni siquiera sabía de qué forma. Hace dos meses está luchando por no dejar de respirar, quisiera poder trabajar, pero aquí nadie quiere contratarme por ser menor de edad; ni siquiera un maldito trabajo de medio tiempo, piensan que tener dieciséis es símbolo de estupidez. Pero, en fin, no me rendiría en encontrar un buen trabajo.

Mientras estaría adelantando tarea bajo un árbol, con la compañía de Olivia, a la cual no le preocupaba reprobar el curso.

-Entonces, ¿Aun no encuentras trabajo? -En sus manos siempre portaba un cubo Rubik y simulaba como que lo estaba armando, porque veía que solo le daba vueltas sin siquiera intentar acomodar los colores.

-No aun no maldita sea, ¿Por qué no pueden contratar a menores? -dije frustrada, tanto, que casi aviento mi cuaderno al aire.

-Porque los menores de edad son unos idiotas.

-¿Te parezco idiota?

-No, pero eso es lo que han de pensar los que contratan.

-Pues deberían de cambiar las reglas, bueno al menos yo necesito dinero.

-¿Para qué? -su voz despreocupada solo me incitaba a soltarle unos buenos golpes.

-Te había dicho que mi abuela está enferma, no tengo para comprar sus medicinas y ya lleva, así como un mes.

-¿Qué tanto necesitas el dinero?

-Olivia, si hablo de eso todos los días es porque lo necesito urgentemente. -me extrañaba que me preguntara. -¿Me vas a prestar dinero?

-No, pero conozco a alguien con mucho dinero. -esas palabras no me gustaban, pero en esa situación tampoco me desagradaban tanto. -Yo trabajo para un hombre que tiene -yo alentaba a que hablara, pues le pensaba mucho que decir. -Que tiene un putero.

-¡QUE! -me levante rápidamente del pasto, como si alguien me hubiera roseado agua fría.

-Tranquila, es más como un teibol.

-Olivia, pues ¿En que estas metida?

-No te lo quería decir, pero trabajo siendo reclutadora de damas de compañía. Conocí a mi jefe en su club nocturno llamado "Las aves" todos sus trabajadores portan una máscara color blanco en forma de halcón, usan trajes elegantes de sastre negro y corbata roja. Por fuera el lugar se ve como un simple bar común y corriente, pero por dentro es un centro de destrucción, perdición y lujuria, verás personas apostando dinero en el juego, otras bebiendo y pasándola bien, otras teniendo sexo con las mismas bailarinas y por último ver a una persona drogarse es algo común en ese club.

-¿Tienen sexo exactamente en donde pasa todo eso?

-No tonta, obviamente en las habitaciones del piso de arriba. -casi me lo dice con ganas de golpearme, pero es que ella no había especificado bien. -Bueno el punto es que mi jefe te puede prestar el dinero, pero.

-¿Pero? -odio que Olivia sea tan relajada en hablar.

-Pero en cambio tendrías que trabajar para él. Claro, mientras saldas tu deuda, aunque siendo sincera ya después no puedes salirte del negocio tan fácil, lo digo por mí, porque yo solo quería tener drogas y diversión gratis pero ahora tengo un hueso que seguir mordiendo dentro de ese lugar.

Mi rostro solo reflejaba preocupación y sobre todo lo tan concentrada que estaba en todo lo que me había dicho, quizás este mal, pero por mi abuela haría lo que fuera y sé que ella tambien lo haría por mí. -No me interesa ser dama de compañía.

BLACK AND BLUEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora