siete

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—Lena, déjame ir contigo — insistió Theo.

—No, alguien tiene que quedarse con Liam — dijo ella, observando al beta que yacía en el suelo para luego volver a mirar a Theo—Escúchame bien, tu eres la última persona en quien confiaría, pero dadas las circunstancias, no tengo otra opción así que por favor no me falles y llévalo a casa con vida— Lena observó a Theo por unos segundos, buscando alguna reacción en él, tardó más de lo que esperaba pero al final el hombre lobo asintió.

Lena tomó su arco y dejó el lugar sin ser vista. Cuando salió del zoológico, se dio cuenta que habían llegado hasta allí con el auto de Liam y si ella lo tomaba iba a dejar a Theo y a él sin escapatoria. Asi que después de haberlo pensado, decidió robarse uno de los autos de los cazadores, caminó hacia la entrada y notó que solo una persona estaba en la vigilando. Se acercó a él en forma silenciosa, le tocó el hombro lo cual hizo que el hombre girara a verla y son dejarlo emitir ni un sonido, lo noqueó. Tomó una de las llaves que colgaba de su cinturón y toco el botón de la llave remota, lo que hizo que encontrara a que auto le pertenecía. Abrió la puerta del auto y lo puso en marcha, directo a Washington lo que podía llevarle un par de horas.

                                     ***




Luego de haber conducido un par de horas, ya había oscurecido pero Lena había llegado, observaba la gran universidad frente a ella cuando decidió tomar su teléfono y llamar a su novio. Los segundos pasaban y el sonido que se escuchaba la estaba poniendo nerviosa hasta el punto de creer que le había pasado algo a Stiles, pero luego de intentarlo por segunda vez, alguien contestó.

—¿Len?— al escuchar su voz, Lena sintió como todo su cuerpo se relajaba — ¿Len, estás ahí?

—Hey, extrañaba demasiado tu voz — dijo con sinceridad.

— Créeme que yo también extrañaba la tuya pero necesito preguntar: ¿Qué haces llamándome a estas hora? No supone que son como las doce de la madrugada allí en Francia — inquirio de forma amable. Lena se había quedado muda, había olvidado completamente que se suponía que estaba en otro país que está seis horas por delante. Eso y que Stiles era una persona difícil de engañar — ¿Acaso tus pesadillas volvieron?

Lena podía sentir como su corazón se rompía ante la pregunta del chico, había sonado com tanta preocupación que en cualquier momento le soltaria toda la verdad pero no podía darse ese lujo, no cuando la habían amenazado con hacerle algo. — Sí... — mintió —  por eso te llamé, quería escuchar tu voz y saber que estabas bien...

—Len...no sabes lo que daría por estar contigo en estos momentos.

—Lo sé, pero no te preocupes, estoy bien. Solo llamaba saber si estabas bien... — el sonido de alguien golpeando su ventanilla la interrumpió, cua do giró al verlo pudo notar a tres hombres parados junto a su auto y pudo reconocer que eran cazadores. — Stiles, tengo que colgar...mi abuelo acaba de gritar que deje de hablar en medio de la noche. Te llamó mañana ¿si?

—Está bien, dile lo siento de mi parte. ¡Te amo, adiós!

— Yo también te amo, adieu!— la chica guardó su celular en su bolsillo y abrió la puerta para salir.

Cuando finalmente bajó del auto, los tres hombres la rodearon y dos de ellos la tomaron de los brazos, uno de cada lado y estuvieron caminando por varios minutos hasta llegar a un bosque.

The Hunter's Eyes (3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora