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Cualquier adolescente normal, después de graduarse de la escuela, estaría empacando sus cosas y poniéndose en marchar para entrar en una nueva etapa de su vida: La universidad, pero ese no era el caso de Lena. Lena Douleur desde que tiene memoria, todo lo que tuvo en mente fueron dos cosas: La cacería y los lobos, nada más. Nunca pensó en dejar todo lo que había aprendido, todo lo que le habían enseñado sobre que los hombres lobo eran malos y debían ser cazados a un lado. Nunca pensó que en mudarse de un país a otro y mucho menos estar en una manada, la más extraña, de hecho. Así que cuando acabó la escuela, su mundo se puso de cabeza y una pregunta surgió.

¿Ir a la universidad o seguir con el negocio de la familia?

Ir a la universidad nunca estuvo en sus planes, nunca fue de esas niñas que a partir de los ocho años( o menos) ya empezaban a soñar con su futuro y las miles de supuestas profesiones a las que se querían dedicar. Lena nunca quiso ser veterinaria, doctora o incluso astronauta, lo único que tenía en mente era ser una buena cazadora, como lo eran sus padres y todos sus antepasados. Sin embargo, años después, todo lo que creía desde pequeña se había esfumado, la cazadora había hecho una promesa a su mejor amiga y gracias a eso, conoció a otras personas, personas que hicieron que todo lo que ella creía no fuera cierto.

No todos los hombres lobo eran malos, algunos de ellos era de buen corazón, no todos eran monstruos con sed de sangre y debido a eso, su manera de ver las cosas cambió. Además, de que había conocido a personas realmente buenas y entre ellas estaba Stiles. El chico que había robado el corazón de la cazadora desde el primer momento que lo vio, el chico que la ayudó a dejar todo su pasado atrás y que nunca le importó que sus manos estén manchadas de sangre. El chico que nunca la había visto como un monstruo y era por él que quería tener una vida normal, una profesión, un trabajo, un futuro en donde ninguno de los dos estén en peligro.

Pero, ¿era posible? ¿Dejar todo lo que sabía hacer, todo lo que la hacía sentir viva y con un sentido en la vida para empezar desde cero?

Eso era lo que exactamente estaba haciendo en estos momentos, poniendo en prueba si quería vivir como sus padres y toda persona en el entorno que se dedicaba a la cacería.

Lena se encontraba en Beacon Hills, a pesar de que sus padres se habían ido a Francia hace una semana para visitar a la familia y de paso, acompañar al abuelo de Lena, ella se había quedado. Nadie sabía que ella estaba allí, ninguno de sus amigos sabía, ni siquiera Stiles, el cual se había despedido de ella el mismo día que él se iba a Washington, para empezar con el entrenamiento del FBI, el cual lo tenía muy ansioso. La cazadora no quería intervenir entre la vida de sus amigos, Lydia y Scott en unos días también e marcharian a sus respectivas universidades, Malia había sacado un boleto para visitar Francia y Lena le había asegurado que a penas llegue le enseñaría los lugares más famosos de allí y, por supuesto, el idioma. La cazadora ya se estaba preparando mentalmente para ese momento, en el cual Malia se entere que Lena no está en Francia y lo que conllevaría a que todos los demás también se enteren. Pero eso era cosa de otro momento, ahora Lena se encontraba con Chris Argent, el hombre le había prometido a los padres de lena que cuidaría de ella y que también le enseñaría el trabajo que la mayoría de los cazadores tenian: La venta de armas.

The Hunter's Eyes (3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora