The Hunter's Eyes (3)

tres

Lena caminaba por los tuneles a pie firme, estaba molesta, no iba a negarlo. Estaba molesta porque ninguno parecía querer escucharla, incluso cuando ella es una cazadora y sabe todos los movimientos de uno de su clase. No es que no quiera hallar a Brett, por dios, lo primero que quiere hacer en encontrarlo así Lori no tiene que pasar lo mismo que ella, sin embargo, todo lo que estaba sucediendo en estos momentos le parecía extraño y familiar.
¿La trampa de hace unos momentos? Eso no fue algo hecho en ese mismo día, esa trampa debe haber estado hace bastante tiempo allí, lo cual era lo que le parecía extraño, como había dicho los tuneles era como su segundo hogar, desde el primer día que puso un pie en Beacon Hills se la pasó allí abajo y nunca había pasado de encontrarse con una de esas trampas. Al menos que alguien lo haya puesto después de que los problemas cesaran, pero ¿quién? No habían muchas personas que, a voluntad propia, quisieran pasar tiempo allí abajo y las últimas personas que lo hicieron fueron Argent, lo cual estaba segura de que él no había sido. Después estaban Theo, Deucalion y... Gerard.

Lena paró en seco al momento que pensó en Gerard Argent, ese hombre era la persona que más odiaba en este mundo y la persona que más odio tenía hacia los hombres lobo. La cazadora apresuró su paso, con tan solo pensar que ese hombre esté allí y que dejó a Liam solo junto a Lori por los tuneles, le daba escalofríos.

No podía perder a Liam, no cuando el chico se había vuelto como un hermano para ella.

El sonido de disparos hizo que su corazón empezara a latir con más fuerza, empezó a correr sin pensarlo, no era lo mejor ya que no debería dejar que sus emociones la guíen en estos momentos pero no podía detenerse. Llego a uno de los tuneles de los cual supuso que había escuchado los disparos, alzo su vista y pudo notar el humo que provenía a su izquierda, camino hasta allí y encontró un censor de sonido el cual se usaba para guiar a los hombres lobos donde sea que los cazadores quisieran. Tomo el censor en su mano y lo arranco del tubo, arrojandolo al piso.

—¿Len?— preguntó esa voz. Lena levantó su mirada y observó a Liam frente a ella, el chico estaba transformado, sus ojos amarillos llenos de furia.

—¿Lo encontraron?— Liam asintió, una ola de alivio recorrió su cuerpo pero no duró mucho, ya que la cazadora se dio cuenta que el lobo estaba solo — ¿Dónde están?

Liam no respondió, o al menos Lena no le dio tiempo, la cazadora pasó por su lado dejándolo atrás y aceleró su paso yendo hacia donde podía oler ese aroma a podrido. — Ce n'est pas possible...— no es posible. Soltó al ver otro censor, el cual estaba hecho pedazos, posiblemente por Liam.

—¿Qué sucede?— preguntó Liam con preocupación mientras aparecía tras de ella.

—¿Dónde los viste por última vez?— inquirio la cazadora temerosa. Liam tuvo que notar que algo andaba mal ya que no le contestó, por el contrario, el lobo se dio vuelta en segundos y empezó a correr.
—¡Liam, espera! — La cazadora empezó a correr tras él, el lobo era veloz y se le perdió de vista, ella corrió hasta que notó una escalera que llevaba a fuera de las alcantarillas. Decidió subirlas y a la mitad de ella escucho un rugido.

El rugido de Liam. El cual no era cualquier rugido.

Termino de subir a las escaleras y llegó a la calle, pudo notar que Liam estaba frente a ella, había gente alrededor susurrando y observó a unos metros de ellas yacían los cuerpos de Brett y Lori.

Sin tiempo a reaccionar, Lena llevó su mano al costado de su cinturón, en donde tenía una pequeña granada de humo, la cual arrojó a unos metros haciéndola explotar y tomó a Liam del brazo.

—Tenemos que irnos.

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