Hasta mi último respiro

4.

Sammy

-Sabes pudiste haberme dejado la nota y no tirado-le digo a James mientras caminábamos.

-Se me hacía más interesante así- me dice con una sonrisa.

-Dame paciencia Dios- él se ríe.

-Te encanto Stellina- dice mientras seguíamos caminados de regreso de la preparatoria.

-¿Podríamos ir algún lado? Esta temprano y no quiero volver aún a casa, ¿Qué te parece una salida Stellina? Para que pueda conocer mejor el pueblo.

-Mmm, no lo sé mis padres me podrían hablar, no he avisado y eso podría causarme problemas.

-A veces hay que tomar riesgos Stellina, si quieres vivir tomas riesgos, si quieres ser una persona más y una carga más para el mundo quédate así, tú decides Stellina nadie lo hace por ti-Esas palabras no me las esperaba de verdad que no, era cierto tenía que vivir, posiblemente no tenga mucho tiempo de vida, pero tenía que hacerlo si no llego temprano una vez a casa ¿Qué fan malo puede ser? Una hablada tal vez pero nada más allá, pues hagámoslo.

-Mmm, está bien ¿a dónde vamos?

-Eso debería preguntártelo a ti Stellina, ¿Dónde me recomiendas?- me dice el pelinegro alzando las cejas.

-Hay un parque cerca de aquí, está rodeado por un lago y hay una parte alta como una montaña donde podríamos ir, es desolado, pero la verdad ver la puesta de sol ahí es hermoso, ¿te parece?

-Todo lo que tú digas me parece bien- ese instante me había sonrojado un poco así que había intentado disimular.

-Bueno vamos- dije caminando más rápido que el para que no notara.

-Claro stellina, también voy a fingir que no te sonrojaste- eso me hizo sonrojarme aún más.

-Cállate James- él solo se río, tenía una linda sonrisa.

Caminamos para el parque, era un silencio agradable, no de los incómodos. Cuando llegamos nos sentamos en la montaña, a lado del árbol. Cuando deje mis cosas corrí a los columpios no había ido a ese parque en mucho tiempo. Estaba únicamente sentada hasta que James me tomo de la cintura, me sobresalte.

-Tranquila Stellina, solo quiero empujarte ¿no te incomoda?

-N-no, está bien.

Estaba muy nerviosa, pero después de un tiempo me relajé. Estábamos sumidos en un silencio agradable mientras veíamos como las estrellas se ponían en un oscuro cielo, la brisa era algo fría, pero lo podría soportar.

-¿Quieres mi abrigo?

-¿Cómo? He no, no, tranquilo estoy bien, no quiero molestar.

-¿Molestar? Eres una persona inserto.

- ¿Inserto?

- Sí, inserta.

-Y eso significa?

-No se, Stellina

- Eso es in... - no pude terminar porque el cielo empezó a teñirse de colores era hermosa, los fuegos artificiales de las ferias empezaron a relumbrar cada parte del cielo y en el río que separaba la feria y el parque.

James y yo mirábamos atentamente a las diferentes formas de colores que se hacían en el cielo, era fascínate me gustaba ver la combinación de colores, lo que no me gustaba era las consecuencias que causaba ¿Cuáles? Pues los perritos sufrían bastante por estas luces que maravillaban el cielo.

Era un túnel de colores el cual te llevaba a una parte del mundo el cual no sabía que había, ese momento había descubierto que hay otro mundo, tal vez un mundo paralelo o tal vez solo nuestro mundo, pero era algo que se sentía bien.

-¿Te gusta mucho ver los colores no?

-Si, me gustan como cada uno de ellos me cuenta su historia, el sentimiento del color y el cual porque eligieron, como cada uno nos representa y nos cambia la vida dando una percepción de quienes somos.

-Puedo ver que tienes una forma muy distinta de ver las cosas.- y nada más me encojo de hombros.

-Me gusta saber que prefiero ver la vida de muchas maneras ¿Por qué? La verdad no sé.

-Si me hubieras dicho el porqué te hubiera creído alguien inteligente.- me dice.

-Ey no soy tan pendeja.

-Claro.

- ¡De verdad!

- De acuerdo.- lo dice con una sonrisa de burla.

- Eres muy fastidioso.

-Claro.- yo solamente ruedo los ojos con fastidio.

Nunca me di cuenta de que tenía su abrigo y tampoco cuando me lo puso, pero me llegaba su olor, era delicado y con esencia de lavanda me gustaba, estábamos sentados bajo un árbol, ahora que me fijaba estaba desolado el parque bueno ya eran las diez de la noche además estarían en las ferias. Mi falda ya empezaba hacerse presente por el frío, nada más veíamos los colores del cielo y a lo lejos se veían las luces en los árboles, los gritos de niños y voces de la gente eso me hacía sonreír porque veía que si ellos podrían ser feliz ¿Por qué yo no? Saber que la gente disfrutaba y pasaba con cosas pequeñas crean un mundo más interesante.

-Me gusta cuando sonríes, con sinceridad tienes una sonrisa contagiosa.- yo me sonroje e intente cubrir mi cara.

-Sei così adorabile- me dijo y yo no entendía nada, pero me hacía una idea, me gustaba cuando hablaba italiano. Hubo un rato de silencio y veíamos el cielo, pero a veces le echaba miradas, me gustaba su perfil, me gustan muchas cosas. Se escuchaba hasta la música y empezó a sonar Ed Sheeran - Thinking out Loud empecé a reírme porque era un universo de casualidades tontas, pero interesantes, él también pensó eso porque se empezó a reír.

-Las casualidades de la vida a veces son extrañas, tontas, pero siempre hay que aprovecharlas.- con eso se levantó y me extendió la mano con una sonrisa.

- Stellina mia vicina, aceptaría esta pieza de baile muy ridículo conmigo como bienvenida?.- yo solo me reí y recordé lo que me dijo mi madre que busque y haga las cosas, me atreva, me pare hice una reverencia.

-Claro aceptaría bailar con el más fastidioso del vecindario.- él solo dio una carcajada.

Tome su mano y él lentamente me atrajo un poco más cerca de su cuerpo, de inmediato sentí su calor. Bailábamos de una forma lenta y dulce, se sentía bien, sus ojos verdes trasmitían una chispa interesante, me agradaba la combinación de verde amarillo que tenía sus ojos, ellos emitían diferentes emociones y sensaciones, sus pecas también captaban mi atención, era tan pequeños, dispersos y perfectos tenía por toda la cara, pero por donde más resaltaba era en la parte de la cara, su tacto era delicado y era cabal, me sostenía como si fuera a caerme y lo más cortés del mundo. El río estaba silencioso, las estrellas desprendía diferentes colores que llenaban el cielo de encanto, los gritos de la feria aún se escuchaba, pero lo único que me centraba era en la música, en su sonrisa, su tacto, sus ojos, sus pecas, su abrigo y en él.

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Nota: ✨El✨