Todo de Mi

Café dulce

El descanso realmente le había sentado de maravillas. Con las energías renovadas Rey bajó las escaleras con su bolso colgado en uno de sus hombros  y tarareando alegremente una vieja canción. Fue hacia la cocina donde dejó el bolso en una de las sillas del desayunador y se dispuso a prepararse café para ponerlo en su vaso térmico.

Siempre se preparaba su café antes de irse al hospital. Si bien podía y rellenaba varias veces su vaso en la cafetería, llevarse de su casa el primer vaso era su pequeño ritual. Arrancar las guardias siempre con un café caliente era una buena manera de comenzar su jornada.

Antes de dormirse dió un par de vueltas sobre el asunto de Ben y decidió no permitir que le afectara tanto. Habían pasado tantos años, tantas tormentas, soles y acontecimientos en ese tiempo que seguramente el ni se inmutaría al verla como su doctora, tal vez se sorprendería al principio, pero ella dudaba que le afectara. Incluso se decía a si misma que debía verlo como un viejo amigo de su pasado y no como lo que realmente fue ese hombre para ella. Rey siempre fue una gran profesional en su área y Ben Solo sería un paciente más que ayudaría a recuperarse.

Además había sido el quien había terminado la relación, seguramente ni la recordaba y si lo hacía seguramente no fuese con el mismo sentimiento.

Así con ese pensamiento en su mente sonrió y se repitió a si misma: "Es solo un paciente" y se dispuso a continuar con sus tareas.

Estaba volcando el contenido de la cafetera en su vaso térmico cuando unos fuertes brazos la abrazaron por detrás y se posaron firmemente en su cintura. Sonrió cuando Poe la atrajo a su cuerpo y le dio un pequeño pero juguetón beso en su cuello, ella se volteó sonriente a verlo y el le respondió con una hermosa sonrisa antes de besarla suavemente en sus labios.

-Hola- Le dijo su esposo al separarse después de separar sus labios después de unos minutos, pero abrazándola aún.- ¿Pudiste descansar?

- Hola- Le respondió sonriente.- Me ha sentado de maravillas. ¿Qué tal tu jornada cariño?

- Bien amor.- Le robó un beso que ella gustosa se dejo.

- Finalmente logramos corregir los errores y todo está funcionando de maravilla. - Poe sintió la necesidad de volver a abrazarla y apoyó su cabeza en el hombro de ella, aspirando su perfume, el que tanto adoraba. El olor de la piel de Rey siempre le había parecido adictivo y el sabía que estos últimos meses no le había dado a su esposa la atención que merecía porque el estaba muy ocupado con su trabajo.- Te extrañe tanto.- le susurró mientras daba pequeños besos en su cuello y ella se dejaba hacer.

- Yo también te extraño cariño.- Rey le responde mientras acaricia los cabellos de su esposo.- Demasiado.- le susurró ya a la altura de sus labios antes de fundirse en un beso más necesitado.

Ambos se entregaron en ese beso lleno de todo el cariño que se tenían y las ganas de poder continuar con lo que ambos deseaban, pero el momento de partir a su guardia hizo que  la castaña terminara el beso, no sin antes darle otro pequeño.

- ¿Ya tienes que irte?-

La mueca triste que hizo su esposo le pareció lo más tierno del día y ella rió.

- Si, tengo que entrar en cuarenta minutos. Tengo un turno de 72 horas y luego 3 días libres.-

- Si, lo se. Vi tu calendario esta mañana y como el proyecto está ya bien encaminado me separé esos tres días para estar contigo.-

La noticia que le dio su esposo realmente la alegró y lo abrazó fuertemente mientras ambos reían. - ¿Quieres que te lleve?- Le preguntó Poe y Rey realmente agradeció ver que su esposo realmente se sentía interesado en alargar el tiempo juntos lo más posible y espero que todo volviera a ser como antes de que el se viera agobiado por su trabajo.