Capitulo 13.-

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Finalmente el día tan ansiado llegó, la boda de Minerva y Benedict. La primera se encontraba en el baño rogando por no vomitar por los nervios el segundo...estaba igual afuera en las flores. Era demasiado especial el momento para ambos y se encontraban muy nerviosos.

-Minerva ya traje un te para intentar calmarte- avisa Iris preocupada, Cattleya se encontraba junto a la joven nerviosa ayudándole a no ensuciar su vestido.

-Gracias...- dice Minerva finalmente saliendo del baño. Ambas mujeres se sentaron en los asientos a descansar.

-Yo estaba peor en mi boda- declaró la cuñada de Minerva.

-¿En serio?- pregunta la chica.

-Si, pero para mi desgracia fue peor, comenzó a llover justo en mitad de la ceremonia y se enlodo todo mi vestido, me quería morir de la vergüenza, pero...Marcoh solo comenzó a reír y me dijo "parece que Los Ángeles lloran para que no seas mía" eso logro calmar mis nervios y posible llanto, entonces ambos continuamos la boda- relata con cariño la mujer mayor.

-Suena muy lindo- admite Erica, en realidad todas las jóvenes la observaron con un poco de envidia.

-Ustedes tendrán sus momentos, ya veran- afirma la señora. Se escucha el llanto de una bebé y ella sale corriendo hacia ella. Todas sonríen con dulzura.

Mientras tanto en el puerto llegaba una bella joven rubia y a su lado venía un galante joven. Ambos estaban muy felices de haber llegado a tiempo.

-Wow a cambiado mucho- dice el chico, Violet asiente, ambos caminan rumbo alguna parte.

Volviendo a la boda, Minerva se encontraba muy nerviosa aún, se acercó a Benedict mientras esperaban que todos los invitados restantes llegaran.

-¿Estas bien?- pregunta la chica al verlo no con una cara muy segura.

-Muy nervioso, pero mirándote así de linda me dan ánimos a continuar esto- respondió sincero y con dulzura, eso ayudo a los nervios de Minerva igual, la chica sonrió.

-Gracias, igual estás muy atractivo- halaga ella también, el chico le devuelve la sonrisa.

Ya estaban casi todos, nomas faltaba unos pocos y el sacerdote en llegar, así que ellos tuvieron el tiempo de hablar un poco sobre eso, aunque se notaban nerviosos, de igual forma se le miraban emocionados y muy felices, los invitados de vez en cuando los observaban con una sonrisa por el ambiente que ellos dos transmitían.

Minerva siguió mirando a su alrededor, se sintió orgullosa, aunque su familia era muy chiquita, a su parecer había mucha gente, se sentía plena, comprendió que lo había logrado, volver a ser como antes e incluso más fuerte.

Dirigió su mirada hacia la entrada y miro a sus últimos invitados en llegar, su amiga mas cercana y querida, Violet junto a un joven. Minerva ni se despidió de Benedict por la emoción cuando fue corriendo hacia ella y sin saludar ni dar chance a ello la abrazó.

-Oh Violet que alegría verte de nuevo- exclamo feliz, la rubia sonrío ampliamente, una sonrisa que incluso su acompañante no miro a menudo en su reencuentro.

Las dos jóvenes se encontraban muy felices de verse de nuevo y sus parejas muy alegres de verlas así.

-Te ves hermosa- halago Violet, cuando Minerva se alejó.

-Gracias, igualmente te ves muy linda- devuelve el halago Minerva, ambas chicas se miraban muy bellas con sus vestidos.

Era como ver a dos hermosas ángeles en el mismo lugar e incluso daban esos aires.

-El es Gilbert, mi pareja- presenta la rubia, Minerva finalmente lo observa bien, tenía heridas, muchas, comprendía que era por la guerra así que no se sorprendió mucho y solo sonrio.

Enamorada del cartero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora