All i know is we said "hello" (and your eyes looked like coming home).

Capitulo 2.

<< Se suponía que no sería así.

No iba a venir aquí en absoluto, y mucho menos a estar en la situación en la que se encontraba ahora mismo. Pero un niño le estaba tomando de la mano, ahora mismo, aquí mismo y es todo en lo que podía centrarse.

Harry sabía que no sostenía la mano ni las sonrisas vertiginosas, porque ha tomado muchas manos de las chicas, muchas gracias, después de todo tiene casi catorce años. Era el hecho de que era otro chico.

La cosa es que lo sabe desde hace un tiempo. Ni siquiera una sospecha. Ha estado seguro, porque nunca sintió nada ni remotamente similar a lo que sus amigos parecen sentir por sus enamorados y novias. Niall le contó una vez a Harry sobre mariposas. Pasó toda la noche sintiéndose confundido y culpable, su primera novia lo besó pero ¡no sintió las mariposas!

Luego vio a dos niñas, mayores, besándose fuera de la escuela. Jake los había mirado e hizo un sonido de arcadas. El corazón de Harry se había hundido, pero luego Louis se detuvo y dijo—Las niñas pueden besar a las niñas y los niños pueden besar a los niños—con un destello desafiante en sus ojos. Jake había fruncido el ceño y se había ido murmurando para sí mismo y Niall, Zayn y Liam simplemente habían estado de acuerdo.

Él lo sabía entonces. Los chicos pueden besar a los chicos. Resonó en su cabeza durante todo ese día, incluso después de que los demás se hubieran olvidado durante mucho tiempo del incidente, y durante toda la noche.

Cuando se despertó a la mañana siguiente, lo sabía. Le gustaban los chicos, y eso estuvo bien. Los chicos pueden besar a los chicos.

Eso fue hace casi seis meses.

El niño tiene rizos de color castaño, como los de Louis. Y ojos azules oscuros, no como Louis. Los de el eran más ligeros, más brillantes y acogedores y... ¿Por qué estaba comparando sus ojos con los de Louis?

Se suponía que debían estar con los demás, después de todo era una fiesta de cumpleaños. Pero Louis había desaparecido entre la multitud poco después de que llegaran y una vez que Louis se había ido, bueno, Harry realmente no tenía ganas de quedarse. Este fue su plan, no el de Harry. Así que cuando el nuevo chico le pidió a Harry que fuera al techo con él, parecía una gran idea.

Ahora estaban sentados, los dedos todavía entrelazados, ocasionalmente hablando en susurros. El ruido del partido era audible incluso hasta arriba, pero se redujo a un tenue ruido de fondo.

Harry no tenía absolutamente ninguna duda de que Louis estaba causando la mitad del caos allí abajo. El pensamiento le trajo una sonrisa a la cara.

—¿Harry?—El niño apretó la mano, mirándolo expectante, ¿Había estado hablando? Mierda.

—Uh—Harry tartamudeó.

—Entonces, ¿qué te parece?—Pregunta, sin darse cuenta de que Harry no lo había estado escuchando en absoluto.

—Um... Yo... creo que es... um...—Harry lo mira, tratando de captar cualquier cosa de su expresión, pero está perdido—¿Una gran idea?—Finalmente se conforma, enmarcándolo más como una pregunta, pero la sonrisa que se extiende por su cara muestra que la flecha de Harry en la oscuridad golpeó el ojo de buey.

Exhala aliviado, pero lo siguiente que sabe es que el niño se inclina hacia él y tira de su cara con la otra mano, conectando sus labios. Harry está tan sorprendido por la acción, que está congelado en el lugar. Y luego le golpea.

Cuando dijo que era una gran idea había preguntado si deberían besarse, joder.

Pero antes de que tenga tiempo de moverse, una voz sale de la puerta detrás de ellos.

—¿Harry?

Harry retrocede del niño a la voz familiar y se da la vuelta para ver a Louis de pie en la grieta de la puerta, confusión que bordea sus rasgos. Una ola de culpa lo inundó.

—Lou, yo...—Harry se levanta, limpiándose la boca furiosamente y luego sus palmas de las manos en sus jeans.

Louis empieza a caminar hacia ellos. El chico a su lado está diciendo algo, pero Harry no puede molestarse en escuchar.

Se vuelve culpablemente hacia él y dice—¿Puedes irte? Yo... necesito hablar con él... Por favor.

El niño levanta las cejas a Harry y le echa una mirada sucia, se aleja. Harry se siente culpable, pero no puede detenerse en ello. Louis está frente a él. De todos modos, no es que le gustara mucho el niño.

—Louis... Yo... puedo explicarlo—Dice, esperando desesperadamente que su mejor amigo no esté enojado con él.

—No necesitas explicarlo, Hazz—Louis responde en voz baja, sentado en la repisa, con los pies colgando de donde estaba Harry hace solo unos minutos. Harry se sienta a su lado.

—¿Estás molesto?—Harry pregunta.

—¿Qué?—Louis lo mira incrédulo.

—Yo...

—¿Por qué estaría enfadado? ¿Estás loco?

—Yo... no lo sé...—Harry admite tímidamente, y en su lugar se vuelve para enfrentarse al sol poniente.

Louis suspira y respira despacio—¿Eres, ya sabes... gay?

Si hubiera sido alguien más, Harry se habría estremecido en la pequeña pausa. Pero es Louis. Los chicos pueden besar a los chicos, las palabras de Louis vuelven a él de hace seis meses. Con un shock, se da cuenta de que Louis está nervioso.

Harry se vuelve de nuevo para mirarlo, y ve sus rasgos bañados en un brillo dorado, ojos azules brillando en el resplandor posterior de la puesta de sol. Louis lo está mirando, sus labios apretados curiosamente, esperando una respuesta.

—Sí—Harry confiesa y mira hacia otro lado inmediatamente mientras el peso de las palabras se asienta en el aire. Ahí está. Él lo dijo. Ya está hecho.

—Está bien—Louis le sonríe.

—¿Que? ¿Eso es todo?—Harry tartamudea. Esperaba...algo mas. Sin embargo, no pensó que sería tan decepcionante.

—¿Qué más piensas, Harry?—Louis sigue sonriendo.

—Estás como... ¿de acuerdo?—Harry pregunta tentativamente.

—Eres mi mejor amigo. No me importa si eres gay o no—Louis se encoge de hombros.

Harry mira fijamente a su mejor amigo y luego su cara estalla en una sonrisa llorosa. Se da la vuelta antes de que Louis pudiera ver y cree que ha hecho un buen trabajo escondiéndolo, pero ni un segundo después Louis le agarra la mano y entrelaza sus dedos.

—Te quiero, Hazz. Pase lo que pase—Louis dice en voz baja, sin mirar a Harry, optando por mirar al cielo en su lugar.

—¿Lo prometes?

—Nada nos cambiará, Harry. Lo prometo—Harry sintió mariposas. Las ignoró. >>

—Tienes razón. Solo es Louis. Puedo manejar esto—Dice en una exhalación.

—Genial, ahora que lo hemos establecido, son las...— La voz de Niall se apaga mientras mira su reloj—...ocho con treinta, lo que significa que tienes unos treinta minutos para cambiarte y que podamos llegar a Londres a tiempo para recoger a tu chico.

—No es mi chico—Harry murmura, pero de todos modos cruza el suelo hasta su habitación.

—¡Todavía!—Niall grita y Harry cierra la puerta en respuesta.