Sabía que estaba mal lo que hacia pero no me podía detener, no lo conocía tan bien y solo sabía lo que escuchaba por los pasillos de la casa principal, pensé que nunca más lo volvería a ver pero las circunstancias nos reúnen en los brazos opuestos quitándonos la ropa en el baño de un bar de segunda, sabía que estaba mal y que las consecuencias de mis acciones traerían problemas para todos, lo único positivo era que al menos de esta forma estaba eligiendo mi primera vez con alguien a quien yo hubiese escogido sin riesgo de activar la maldición, era la primera vez que un hombre me tocaba o miraba mi cuerpo desnudo, desde nuestro primer encuentro no parecía muy amigable pero al parecer es un buen amante, sabe cómo manejarme sin perder el tiempo, su cuerpo se irguió para encontrarme cara a cara besándonos fuertemente como si no tuviésemos un solo segundo que perder en ese compacto baño; Toji Zen'in, sin energía espiritual y portador de una bendición celestial que lo ponía a la par con varios chamanes, un hombre dos años mayor que yo que al parecer tenía mucha más experiencia en absolutamente todo sentido, la forma en la que me tomaba y apretaba contra su cuerpo, sus labios y su lengua dentro de mi boca, el roce de nuestros estomagos y pecho...- espera un poco- tuve que distanciarme de él para tomar aire, sentía mi cabeza bombeando y un cosquilleo en la parte baja de mi estómago- tu fuiste quien se me ofreció y arrastro a este cubículo- mi petición no parecía haber sido recibida ya que había conseguido quitarme el suéter, estábamos de pie en el cubículo con su espalda cubriendo la puerta y la mía daba al inodoro, mientras pasaba su nariz por mi cuello había desabrochado mis pantalones- solo ve más lento...no quiero que nos escuchen desde afuera- si hubieses querido privacidad estaríamos en otra parte- de un movimiento me sentó en el respaldo de la taza de baño, allí me termino de quitar los pantalones y con cuidado comenzó a masturbarme -¡!-...el solo me miraba fijamente sin alguna expresión que pudiese reconocer, se acercó para besarme llevando el ritmo ya que también era mi primera vez besando a alguien...al separarnos descansé mi frente en su hombro mientras me dejaba tocar, su espalda era ancha y sentía el calor que emanaba de su piel, olía agradable y su pelo me picaba un poco, no parecía querer torturarme ni humillarme por haberme ofrecido a él para tener sexo cuando lo encontré de casualidad en aquel bar-¡ah~hh!- no era la primera vez que dedos entraban en mí, yo lo hacía de vez en cuando pero eran los primeros ajenos que me tocaban, iban a su propio ritmo y eran mucho más ásperos y gruesos que los míos, cada movimiento era totalmente impredecible y la única lubricación venía de mis propios fluidos y de los suyos, su otra mano empujaba mi espalda baja contra su estómago, su toque y acciones eran más románticas de lo que pensaba haciéndome olvidar el lugar de segunda en donde estábamos- ¡oye-¡aah~!- después de un tiempo que se sintió infinito sus dedos fueron reemplazados por su pene el cual entraba en mi con cierta dificultad, apoyó su cabeza en la pared del baño cerca de mi oreja dejando salir un quejido casi inaudible, el tener algo así entrando era la cosa más rara del mundo, no me dolía tanto como pensé que lo haría, después de todo su preparación previa y las propias condiciones de mi cuerpo facilitaban lo que estábamos haciendo, su pene se habría paso dentro y mis nervios no ayudaban mucho a que me relajara, su cuerpo me sostenía un poco pero era el estar con esas luces amarillentas encima, los murmullos de la gente y de la televisión en el salón lo que me impedian estar presente en el momento, tomó la parte trasera de mis rodillas levantando mis piernas, teniendo solo unos segundos de tranquilidad comenzaron una y otra y otra vez empujones dentro de mí que me impidieron mantener el silencio, podía escuchar sus exhalaciones y gruñidos, todo lo mío por dentro y por fuera estaba en contacto con algo de él, no sabía dónde posar mis brazos, que hacer con mis piernas o que cara poner, que sonidos dejar salir y si estaba bien que mis gemidos sonaran más a lamentos, sentía el palpitar acelerado de su corazón a través de la piel de su cuello donde ahora descanzaba mi mejilla, soltó mis piernas y salió de un tirón para cambiarme de posición ahora mirando la pared con mi trasero y espalda a su vista descansando mis rodillas en la tapa del inodoro, volvió a empujar su pene dentro mío con un poco de fuerza, me soporte en la pared mientras mi cara ahora estaba en la cerámica que la sentí fría por unos segundos ahora estando todo caliente y húmedo; la loza del baño, las yemas de mis dedos, la poca ropa que me quedaba encima y el abdomen de Toji que reposaba en mi espalda baja, estaba sintiendo un placer tan grande que no podía evitar querer sacar mi energía por todo orificio que pudiese, de mi boca salían sonidos que nunca había hecho en voz alta y ahora le daba rienda suelta a mi lujuria, esa sensación de estar siempre en compresión era liberada con el sudor que se agolpaba en mi frente y bajo mis ojos, sentía sus manos húmedas en mis caderas con aquella sensación pegajosa, era una experiencia tan extraña que vivía con un hombre al cual nunca le hubiese correspondido ver, tocar ni mucho menos tener mi cuerpo, incluso sabiendo que al terminarse este momento todo lo que han construido para mi habría sido para nada lo estaba disfrutando como si fuese el ultimo vaso de agua antes de una infinita travesía por el desierto, quería que este hombre me diese e hiciese todo lo que quisiera conmigo y que esos ojos se quedaran marcados en mi para siempre- extiende tus piernas- bajé mis rodillas para quedar de pie, levantó mi torso para sujetar mi cintura saliendo y entrando lentamente creando una presión en mi zona abdominal y espalda baja, salió por completo y me giró sobre mi eje para sentarse sobre la tapa del inodoro, podía ver un poco de sudor en el cuello de su camiseta y en la parte abdominal donde se había recostado sobre mí, toda mi pelvis parecía todavía estar en movimiento en una especie de hormigueo que no me detuvo de acomodarme a horcajadas y colocarlo dentro de nuevo, esta vez era más difícil por lo que utilicé un poco de mis propios fluidos para lubricarme un poco, volví a acomodarme y dejé que se deslizara dentro mío hasta que mis muslos descansaron en su regazo, moverse era más difícil de lo que pensé al estar recto sobre algo tan grueso generando una fricción un tanto incómoda, el solo se estaba reclinado en el inodoro pasando caricias suaves a lo largo de mis muslos al compás de mis movimientos, al parecer mi ritmo tan lento no le era suficiente así que decidió tomar el asunto en sus manos haciendo de sus empujes dentro mío más fuertes, rápidos y cortos, iba tan fuerte que mis ojos se aguaron irremediablemente, mis antebrazos fueron a sus hombros y mi mirada hacia el techo: si este momento durase para siempre sería la persona más feliz del mundo, bajé la mirada y esos ojos me miraban directamente como los de un animal hambriento y salvaje- hey creo que me voy a veniir!¡espera-aaaha!ha¡ha¡!- nunca había sentido algo así en mi vida...por dios es lo mejor del mundo...- todavía no termino- comenzó a mover mis caderas en movimientos circulares- ya me vine...espera un poco¡- solo un poco más- incluso si acababa de tener el mejor orgasmo de mi vida quería que terminarse también, no lo iba a dejar a medio camino así que mejor me muevo por mí cuenta, quería hacerlo sentir bien también......no era que no me agradara pero no lo conocía en lo absoluto, las pocas palabras que una vez cruzamos me dieron muy poca luz del tipo de hombre que era, un Zen'in, un no chaman, un pobre chico atormentado y rechazado por su clan, quien era Toji era un misterio, lo único que puedo decir sobre él es que no respeta ninguna tontería de los clanes, aborrece a los chamanes y no se deja atormentar por nadie, él sabía muy bien lo que me esperaba si volvía con el clan Gojo, sabía las consecuencias si se llegaba a saber lo que había hecho conmigo pero aun así me estaba ayudando a cometer tal deshonra, quizás quería causar un alboroto en las casas o fue la curiosidad de probarme, a ver que cosa me hacía tan especial que siempre me tenían dentro de la casa y a escondidas del mundo de los chamanes, quien sabe...quizás si hubiéramos tenido tiempo para conocernos no creo que nos hubiésemos llevado mal, es un hombre muy inteligente y puedo sentir la cantidad de poder que alberga en su cuerpo gracias a esa bendición celestial tan particular...tiene esa fuerza increíble que me hace querer absorberlo todo, para no manejar energía maldita es tan poderoso que me pone los pelos de punta y quiero tenerlo todo de él dentro, quiero tomar esa esencia, ese poder, si tuviese su fuerza de seguro podría irme a cualquier parte y hacer lo que quisiese con mi vida...si pudiera tener su poder dentro mío sería una verdadera bendición-¡!- una sensación invasiva dentro de mí me volvió en mis sentidos y los movimientos se detuvieron, apretando nuestros cuerpos sintiendo su respiración sobre mi pecho y la humedad en nuestras ropas, ya ni me quedan fuerzas en las piernas no me puedo levantar, aun así se irguió con claras ganas de irse, al irme levantando siento su pene arrastrar un poco de semen, supongo el resto estará dentro y tendré que limpiarme antes de volver a la casa principal...ahora que el momento pasó siento mucho calor a mi cara y orejas, esto era lo más vergonzoso que jamás se me pudo ocurrir mostrándome frente a él como un animalillo indefenso con las piernas arqueadas a punto de caerme si no fuese por qué la pared me hacía de soporte, Toji tomó un poco de papel higiénico y se limpió los restos de semen, me entregó un puñado a mí y con ello me limpié también, se levantó de la taza para abrocharse los pantalones y recoger los míos del suelo-...ten- gracias- se quedó parado acorralándome sin querer en aquel pequeño espacio-¿puedes salir?, tengo que limpiarme-...- sin decir más salió del cubículo, si no me siento ahora puede que me caiga, después de abrir la tapa con mis dedos dejo salir lo más que puedo, estaba bastante dentro así que no sabía cómo habría de sacarlo todo, de todas formas no creo que vaya a salirse de camino a casa así que en la comodidad de mi cuarto lo resolveré, al salir Toji estaba apoyado en uno de los lavados revisando su móvil-¿vas a volver donde tu clan?- sí-...¿sabes que van a matarte verdad?- no creo que hagan algo tan extremo, pero se muy bien que las consecuencias serán severas...si se llegasen a enterar -acabé de lavarme las manos y me iba a retirar, si llegaba más tarde me harían demasiadas preguntas y no les gustaba que me expusiera demasiado al mundo humano-...-Toji me había sujetado el brazo- no le cuentes a nadie lo que pasó- claro que no- pasé rápidamente por la sala del bar y las mesas sintiendo algunas miradas sobre mí, salí de largo hasta la calle y me paré un momento para tomar el aire, si tomaba un taxi o llamaba al chofer de la casa no lo tenía decidido pero unos momentos para pensar y calmarme era lo que necesitaba, les diría que pasé a ver libros o algo como eso, no estaba mintiendo del todo ya que si estaba por la zona cuando me encontré con Toji, revisé mi móvil para ver un mensaje de mi servidumbre personal diciendo que un auto habría de recogerme cuando se lo pidiera, le envié una respuesta diciendo que deseaba irme a casa y lo guardé en mi bolsillo mientras buscaba con la mirada una banca donde esperar, sentarme se me hacía extraño pero no me iba a quedar de pie por quien sabe cuánto, crucé a la otra calle sentándome en una que daba frente al bar, no veía muchos autos ni personas, después de todo era un día de semana y eran cerca de las 12 de la noche, alguna que otra pareja buscando un taxi, gente cerrando sus locales, oficinistas comprando bebidas calientes en los minimercados...la vida de los humanos sin energía espiritual me fascinaba, no era como si fuese un extraterrestre y jamás hubiera interactuado con ellos antes, pero obviamente mi mundo y el suyo pocas veces se entrelazaba, a veces cuando salía con el joven Gojo o iba por algún recado de la casa, me agradaba el que me hubiesen otorgado tiempo para salir y hacer lo que quiera por unas cuantas horas al día, solo me gustaría que fueran más horas y por más periodos de tiempo, quisiera ser como esas parejas que van a sus casas, trabajar para mi y manejar mi propio dinero, no quiero terminar siendo un arma de control y que los seres que creen sean soldados, no quiero terminar como mi madre- (T/N)- el chofer de la casa había aparcado frente a mí, antes de entrar por completo en el auto pude ver a Toji saliendo del bar, no lo salude ni pareció notarme, mejor el no volver a vernos y que nadie se entere de que estuvimos juntos esta noche.
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Your imprint on me
Hayran Kurgu(T/N) había nacido con una maldición: generar, mutar y crear seres de pura energia maldita de manera ilimitada, eso mismo obligó a su madre a entregar su custodia al clan Gojo y servirles por toda la vida mantenido su existencia un secreto para todo...