Capitulo Cinco

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Lo primero lo había cumplido con éxito había dormido durante ocho horas seguidas todo un reto para ella en los últimos días. Se cambió de ropa y decidió salir a dar una vuelta por la ciudad para relajarse y despejar las ideas, compro una pizza y se sentó a contemplar el atardecer en un parque de la ciudad.

En la tarde cuando regreso al edificio, se encontró con que ya había vuelto el encargado de la noche anterior, entonces decidió preguntarle por las visitas de la noche.

El pobre hombre no había sido de mucha ayuda, le había dicho que esa noche habían circulado bastantes visitantes, incluso había habido una mudanza a uno de los apartamentos que se encontraban en su piso y de los pocos que aún estaban deshabitados.
Pero le recomendó ver las cámaras de seguridad y al ser ella una de los residentes y encontraste en tal situación (el pobre hombre pensaba que le habían jugado una mala broma, o eso le hizo creer ella) podía hacer una excepción.
Las grabaciones no revelaban mucho, solo se podía ver a un chico, no parecía muy mayor, quizás ni siquiera llegara a los veinte, llevaba una gorra y una chaqueta con un logotipo de un lugar de comida rápida. Al regresar a su apartamento aún se quedo pensando en el repartidor, sabía que había visto ese logo en algún lugar pero, ¿Dónde?

El pensar tanto en ese logo, le causó algo de apetito así que se dispuso a comer algo de la pizza que había quedado de su salida en la tarde, al parecer la suerte estaba de su lado, y mientras indicaba el tiempo en el microondas su vista se dirigió de forma inconsciente hacía la caja de la pizza, y hay estaba su respuesta en letras grande, rojas y verdes "Dinamite pizza's"

Ahí estaba su respuesta.
Y su tercer paso:

3 - Localizar a ese chico lo antes posible e interrogarlo.

Al otro día se había concentrado en buscarlo, el muchacho era incluso menor de lo que creía y casi había llorado cuando ella lo había acorralado en busca de respuestas.

Le había dicho que un hombre joven, alto y con una mirada fría y temible, le había dado treinta dólares por ir hasta su casa y tocar la puerta doraste cinco minutos, dejar el paquete he irse.
No sabía nada más y le había estado pidiendo perdón hasta el cansancio, más aún cuando amenazo con denunciarlo a la policía.
En resumen solo era el mensajero, de nada servía tomarlas con él.
Y ella volvía a estar en cero.

Aun así cuando la noche del martes su teléfono comenzó a sonar y al contestar no respondió nadie le quedo en claro que era un recordatorio de su "misión" del viernes.

Tenía un nuevo plan: buscaría una forma de hablar con Bella, debía encontrar una forma de reunirse con ella sin levantar sospecha, y no había forma de evitar lo del viernes, así que se esforzaría por hacerlo divertido para los chicos, sería una tarde de juegos para ellos y no se enterarían de lo que realmente sucedía, era lo mejor que podía hacer por ellos.
Se preparo, reservo el mejor lugar de comida rápida y saco entradas para el parque de diversiones, intentaría hacer del viernes la tarde de juegos perfecta.

El viernes había llegado, llamo a la escuela de los niños, se hizo pasar por su madre y autorizo a que los niños salieran antes con su "tía". Sabía que Bella había empezado a trabajar como diseñadora en la empresa de Derek y alguien mas iba a por los niños así que se aprovecho de esto.
En la tarde fue a por ellos, cuando se los entregaron, Jorgito le lanzo una mirada seria mientras colocaba a su hermana a su espalda como protegiéndola de todo mal.

Eran unos pequeños inteligentes y no vasto solo con su palabra para que aceptaran irse con ella, por suerte fue preparada para algo así, y ensenándoles una foto de hace unos años junto a sus padres y tío fue como único los niños aceptaron irse con ella.
La tarde había sido agradable y había sido la oportunidad perfecta para dejar una nota en cada una de las mochilas de los pequeños con la esperanza de que su madre las viera.
Fin flashback.

Mientras en casa de los Mcfleen, Bella aún no lograba tranquilizarse, sus hijos habían llegado a casa tarde y solos, cuando había llamada a la escuela habían dicho que ella había llamado y autorizado que se fueran con su tía, pero eso era algo imposible. Ella jamás había llamado y ellos no tenían una "tía" o lo que fuera.
Derek y Bella habían sufrido el susto mas grande de sus vidas, no volverían a dejar que sus hijos regresaran con una nana del colegio, ellos los llevarían y traerían personalmente. No podía permitir que algo así pasara otra vez.

Habían llamado a la policía y denunciado el caso pero al llegar los niños y decir que estaban en un parque de diversiones decidieron hacer solo una investigación rutinaria y dejar el tema de lado.
Derek había querido mandarlos a despedir a todos pero Bella le había convencido de tranquilizarse y buscar otro enfoque.
Les había preguntado a sus hijos por la persona que los había llevado todos esos lugares pero la descripción no coincidía con nadie que conociera.
Entonces, mientras revisaba y acomodaba las mochilas de los niños encontró dos notas:

"Isabella es necesario que hablemos, es urgente"

"Lo digo en serio, tus hijos están en peligro"

Ambas notas venían acompañadas del mismo número telefónico, no parecía una amenaza, sino mas bien una advertencia, e iba dirigida exclusivamente para ella, así que por ahora mantendría un perfil bajo y averiguaría quien era esta persona y que se proponía, no quería alarmar a Derek, pero, por sus hijos haría cualquier cosa.

Fantasmas del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora