Prólogo

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Hacé mucho, pero mucho tiempo.

El patriarca de aquella época veía hacia él cielo nocturno, mientras veía a una gran luz decender del cielo, la cual bajo justo frente a la estatua de Athena, al disipar la luz pudo ver a una joven de cabello dorado y ondulado, tez blanca y ojos azules la cuál traía a una bebé en brazos, la cual entro al patriarca en sus brazos.

Patriarca: muy bien... La diosa Athena por fin a llegado - dijo arrullando a la pequeña diosa - Ellen, nuestra querida santa de escorpio, es un gusto volver a tenerte de vuelta.

Ellen: el gusto es mío su ilustrisima, es un gran honor volver al santuario - dijo ella inclinada frente al santo patriarca.

Patriarca: ya sabes cuáles son las reglas Ellen - la jóven asintió para seguidamente empezar a encogerse hasta tomar la forma de una niña, después de eso el patriarca se acercó a ella y le brindo una máscara dorada con la cual se cubrió su rostro - no creo tener que volver a decirte ésto, Ellen, pero tus reglas son las mismas, ninguno de tus compañeros debe de verte, así cómo tampoco deben de saber tú nombré, cómo en cada guerra serás como un santo fantasma con la única función de proteger a tú madre, de lo contrario, tú serás condenada a la tierra cómo una mujer mortal, siendo invisible ante los ojos de tú madre ¿Está claro?

Ellen: tan claro cómo el agua su ilustrisima - termino ella.

Patriarca: vete al templo de escorpio - la chica asintió y se fué, dejando al patriarca con la pequeña Athena.

Continuará...

Él Hijo De Una Estrella [Camus x Milo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora