terrible Plan B.

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Todos los personajes que aparecen en este fanfic son propiedad exclusiva de Rumiko Takahashi, pero teniendo en cuenta que no voy a sacar ningún bien económico con esto solo lo hago pura diversión.

terrible Plan B.

Un gruñido agudo arruinó la magia del momento. Ranma no tuvo tiempo de darse la vuelta cuando una pequeña bola negra se abalanzó sobre él, alejándolo de la chica.

"¿Qué?". -se quejó molesto.

"¡P-Chan!". -exclamó Akane feliz de volver a ver a su querida mascota.

El cerdito señaló a Ranma con sus cuatro patas abiertas, gruñendo con odio hacia él.

"No es lo que parece Ryo". -dijo molesto, cerrando la boca justo a tiempo.

Pero P-Chan pasó al ataque, saltando hacia el chico y mordiéndole los dedos con fuerza.

"¡Estúpido jamón en miniatura!". -gritó Ranma, lanzando a la mascota contra la pared del gimnasio.

"¡Ya basta!". -gritó Akane tomando en sus brazos a un aplastado P-Chan que entre lágrimas comenzó como siempre a mancharse en el pecho de la chica haciendo que Ranma se enojara aún más.

"¡Sal de aquí ahora mismo!". -le dijo el chico de forma autoritaria al cerdito, que en respuesta siguió restregándose con su querida ama.

Akane se dio la vuelta con un bufido y salió del dojo y volvió a entrar en la casa seguida por su prometido.

Todos los miembros de la familia estaban reunidos alrededor de la mesa para cenar. Kasumi servía el té, Nabiki miraba el televisor con interés, sin importarle lo que ocurría a su alrededor, mientras los dos padres observaban, desconsolados, la misma escena que habían tenido delante durante todo el tiempo.

"¡Sólo tú puedes ser tan estúpido como para estar celoso de P-Chan!". -se preguntó entre risas Akane mientras se sentaba.

"¿Celoso de ti? ¿De quién?". -preguntó Ranma mientras tomaba asiento en la mesa junto a la chica. "¿De una marimacho violenta y torpe como una elefante?". -rápidamente la familia levantó sus platos mientras Akane tiraba la mesa sobre la cabeza del pobre Ranma.

"¡Ah, ah, bien merecido lo tienes!". -dijo el viejo Happosai mientras tomaba asiento en la mesa. "¡Mmmm, huele bien, Kasumi!". -añadió mientras olía la comida.

Por fin empezaron a cenar. Ranma, visiblemente enfadado y con un gran chichón en la cabeza, evitó en lo posible encontrarse con los ojos de Akane que, como si nada hubiera pasado, daba de comer a al pequeño P-chan.

Hacia el final de la comida, Soun colocó sus palillos en la mesa y se volvió hacia Genma. Su amigo asintió e hizo lo mismo.

"Ranma, Akane".

Los dos chicos levantaron inmediatamente la vista de sus tazones de arroz sorprendidos por el tono solemne del señor Tendo.

"Genma y yo hemos tomado una decisión. Lo pensamos mucho, pero al final nos dimos cuenta de que era lo mejor. Hace más de un año les hemos impuesto nuestros deseos, para que se casaran y heredaran el gimnasio continuando con la noble escuela de artes marciales Todo Vale, pero nos hemos dado cuenta de que nos equivocamos".

El Sr. Saotome continuó. "Esperábamos que a medida que ustedes se conocieran se dieran cuenta algún día de que estaban hechos el uno para el otro, pero las cosas no han cambiado ni un poco desde entonces. Y el amor no es algo que se pueda imponer". - dijo con un suspiro.

"Eso no es nada bueno". -pensó Akane que no entendía hacia donde iba ese discurso.

"Por eso". -continuó Soun de forma contundente. "hemos decidido que a partir de este momento se rompe el compromiso.

Cree en nosotros una vez másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora