Todos los personajes que aparecen en este fanfic son propiedad exclusiva de Rumiko Takahashi, pero teniendo en cuenta que no voy a sacar ningún bien económico con esto solo lo hago pura diversión.
¿Buscando a Ranma?/Los chicos no lloran.
Ranma sonreía con una expresión de felicidad en su rostro.
Su mano sale de debajo del saco de dormir, sintiendo de inmediato el repentino cambio de temperatura, y se lleva la mano a la derecha en busca de algo. Nada. Lo intentó de nuevo, tocando en varios lugares. Pero lo que buscaba se había desvanecido junto con la oscuridad de la noche. Abrió los ojos de golpe ya era de día y poco a poco la sonrisa se borró de su hermoso rostro.
Obviamente, había soñado con ella, esa testaruda, que había vuelto a insistir en ver una película de terror en la televisión y a afirmar que Akane Tendo no era ninguna cobarde. Nunca la había imaginado llegando a su habitación a altas horas de la noche, sosteniendo su almohada.
"¿Puedo dormir en tu habitación? Sólo por esta vez".
"Por supuesto". -había pedido, con los ojos bajos por la vergüenza.
Por una vez estaba agradecido de tener a su prometida tan terca e ingenua. Él había asentido sin pensarlo dos veces y para su sorpresa, la había visto primero sonreír, luego acercarse y finalmente recostarse junto a él, apoyando la cabeza en su pecho. Una ola de calor le había bañado de pies a cabeza y pensó que probablemente le daría un ataque al corazón en cualquier momento.
Estaba tan sorprendido por el extraño carácter de su prometida y por una vez se las arregló para no insultarla. Lástima que sólo fuera un sueño, un sueño hermoso y maravilloso. Tan real que le parecía que aún olía su perfume y sentía su pelo haciéndole cosquillas en el cuello.
"Y sólo han pasado cuatro semanas". -pensó con tristeza, cerrando los ojos y apoyando un brazo en su frente.
"Hey Ranma, ¿estás despierto?". -la voz de Ryoga le llegó al interior.
Levantó la cremallera de su tienda y saludó a su amigo, que mientras tanto había encendido una fogata y calentando una olla de agua.
Se estiró, mirando a su alrededor. Una capa de blanco había cubierto el suelo y los árboles desnudos del bosque. Un tímido sol amarillo como la paja salía lentamente, cubierto por una ligera niebla que coloreaba el paisaje de los alrededores. Ranma respiró largamente inhalando el aire fresco y puro y exhaló profundamente, produciendo una nube de vapor. Había un gran silencio a su alrededor, casi surrealista, sólo roto por el gorgoteo del arroyo que fluía a pocos metros de su campamento y el crujido del fuego.
"Ryoga, voy a ir a lavarme". -dijo asintiendo.
"Bien, terminaré aquí y seguiré mí camino".
El camino hacia el arroyo estaba plagado de pequeñas huellas que los animales del bosque habían dejado en la nieve fresca durante la noche. Incluso los habitantes de los árboles se habían despertado cuando la montaña empezó a resonar con sus llamadas.
Ranma se quitó el abrigo y se apresuró a quitarse el resto de la ropa con la piel de gallina apareciendo poco a poco en sus brazos y piernas.
"Brrr...qué frío". -dijo sumergiéndose en el agua helada y transparente mientras adoptaba la forma femenina.
"Hacía días que no se daba un buen baño caliente". -pensó en la casa de los Tendo, tan acogedora y familiar que podía considerarla su verdadero hogar, un lugar seguro al que volver.
La primera vez que vio a Akane, pensó con nostalgia, fue en el baño de esa casa. La imagen de ella, todavía con su larga cabellera y la toalla que cubría en parte su cuerpo desnudo, tan sensual, nunca había abandonado su memoria. Esa tonta podía ser simpática incluso cuando estaba enfadada, pensó, y se le escapó una sonrisa.
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Cree en nosotros una vez más
FanfictionSoun Tendo a confirmado hemos decidido que a partir de este momento se rompe el compromiso los corazones de Ranma y Akane serán puestos en el centro por sus propios padres con resultados inesperados, tanto que incluso reaparecerá un viejo conocido s...