Al final mueren los dos

Capítulo 18

Cassandra

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Día de la fiesta.
8:34 pm.

Miraba indecisa el conjunto que estaba puesto en mi cama; siempre fui una persona insegura con respecto a que usar.

Me gustaba verme bien la mayoría del tiempo; pero, por alguna extraña razón continuamente era inestable en cuanto a lo que llevar puesto.

Me importaba el que dirán, y sé que está mal pero; era algo que hacía casi por inercia debido a traumas de niñez. Pero éso se los contaré otro día.

—Está lindo, no sé porqué no te gusta—exclamó Jack desde el otro lado de la habitación.

—¡claro que está lindo! Es precioso; el problema es que se me vea bien a mí.— hablé sentándome en la cama mientras miraba mis pies.

—¿te lo probaste? No. Pruébatelo y verás que se te ve bien.

Suelto un suspiro frustrado para luego agarrar la ropa que consistía en: una falda color negro un poco ceñida con una abertura no tan grande en el lado derecho, un cárdigan color blanco claro; acompañado de mis converses negras pero no las de plataforma.

Comienzo a despojar mi pijama de mi cuerpo dejando así éste en sólo ropa interior. Subo primero la falda, cosa que me cuesta un poco subirla debido a que se atascaba un poco en mis muslos.

Tomo el cárdigan para ponérmelo, que ha diferencia de la falda; no me cuesta que entre. No me pongo las zapatillas ya que éso era lo de menos; sabía que me quedaban bien. Así que no tenía problema.

Me miro al espejo que está a mi frente antes de salir; al parecer; Jack tenía razón, no se ve tan mal. Abro la puerta del baño para luego salir a la habitación.

Hago un pequeño sonido con mi boca para que el castaño rubio deje de acariciar a Hanny y me mire a mí.

—Aunque no lo quiera aceptar, tenías razón; se amolda perfectamente a mi cuerpo— argumenté mientras posaba mis manos en mi cintura.

—Ya lo sé, cass; todos me dicen que soy genial— exclamó mientras simulaba echarse el cabello para atrás.

Revoloteó mis ojos para que luego sentir como una sonrisa divertida sale casi por inercia,  apreciaba mucho a Jack..

Él llevaba puesta una sudadera negra con un estampado de una de sus bandas favoritas, que por lo que me comentó; se llamaba Pescado rabioso y era una Banda de rock argentina. Junto a sus pantalones sueltos color azul y sus zapatillas blancas.

Fue tanto su fanatismo por la Banda que hasta decidió tomar clases de español extracurriculares sólo para entender que decían.

Ya se imaginarán a un Jack estresado por la universidad y tratando de aprender español.

(...)

—¡Viniste, Cass! Y trajiste a tú amigo. Mucho gusto; soy Ariana Sanderson.— mencionó una Ariana bastante maquillada mientras me abrazaba para luego soltarse y abraza a Jack en forma de saludo.— Vengan, les enseñaré qué hay para beber.

Antes de romper el abrazo la rubia me susurra un "por cierto, que linda estás tú y tú amigo, Cass". Y no se equivocaba.

Caminamos junto a ella a una mesa donde se podía apreciar que habían bebidas —algunas alcohólicas y otras normales—, tentempiés; postres, etcétera.