☦︎𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 9☦︎

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Narrador omnisciente

Bueno, tal vez cuando Hannah dijo que no volvería tarde era mentira o un poquito mentira.

Pasaban de las diez de la noche cuando Albedo y Hannah llegaban a la finca, se habían pasado toda la tarde platicando frente la chimenea, hubieron demasiadas risas y ciertamente ambos mostraron un lado que no dejaban mostrar a todos.

- Gracias por la comida Albedo, me la pasé muy bien -dijo Hannah subiendo las escaleras para entrar a la finca-

- No es nada, también la pase muy bien fue una tarde linda espero te haya gustado lo que cocine..

- Me encantó, se te da bien la cocina

- Me halagas -el río levemente- Ahora ve a descansar y mañana nos vemos para ir a Sumeru

- También descansa, que tengas linda noche -Hannah entro y cerro la puerta observando como Albedo se despedía moviendo su mano-

El rubio tenía un leve sonrojo en sus mejillas, comenzó a caminar hacía Mondstadt pensando en la chica.

Hannah cerró la puerta tras ella con una sonrisa, su padre y madre salieron de la sala cruzados de brazos.

- Dijiste que no llegarías tarde Hannah Lee...

- ¡Lo siento!...perdimos la noción del tiempo lo siento en serio, no se volverá a repetir

- Esta bien, al menos sabemos que estabas con Albedo y no con otro chico, ahora ve directo a la cama

- Si, descansen -Hannah dejo su abrigo en el perchero y después se fue a su habitación-

Cuando llegó cerro la puerta con llave y se dejó caer a la cama, vaya está amistad la hacía sentir demasiado bien.

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La chica terminaba de arreglar sus cosas, hoy tomarían el barco para ie a Sumeru y estaba emocionada.

Vió su reloj y notó que no pasaban de las nueve por lo que se arregló rápido y bajó casi corriendo las escaleras.

- ¡Iré con Lisa, volveré antes de las doce! -exclamo saliendo de la hacienda-

Hannah camino hacía Mondstadt y cuando llegó fue a la casa de la hechicera, la castaña mayor abrió la puerta bostezando seguía en pijama pero viendo que era Hannah no le importaba.

𝐃𝐚𝐧𝐝𝐞𝐥𝐢𝐨𝐧𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora