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Narrador omnisciente
Lisa abrió la puerta observando el desorden que había, Albedo sostenía a Hannah quien lloraba asustada.
- ¡Suéltame! ¡Déjame ir! Por favor...-pedia Hannah forcejeando sin parar de llorar-
- Han tranquila, soy yo Albedo tranquilízate
- Déjame por favor -el tono en que lo decía Hannah se podía percibir de una manera miedosa-
Louis se acercó con un pañuelo en su mano y se lo entrego a Albedo, el rubio aunque dudo termino durmiendo a Hannah.
- No me toques...-murmuro la chica antes de caer completamente dormida-
- Perdóname -murmuro Albedo a su oído abrazándola-
- ¿Qué sucedió?..
- Albedo abrazo a Hannah y sus emociones despertaron pero de mala forma, la tratamos de tranquilizar pero solo se alejaba asustada y aunque se cayó de todos modos se alejaba -Louis soltó un suspiro- Vaya traumas mi padre le ah dado...
Albedo se levantó y cargo a Hannah delicadamente para después recostarla en la cama, hubo un gran silencio hasta que Lisa volvió a hablar.
- Deberíamos alejarla de Mondstadt por un tiempo al menos hasta que su padre se aleje por completo de ella
- Estoy de acuerdo -hablo Louis- No puede seguir aquí hasta que mejore mentalmente pero no podemos dejarla sola y si queremos avanzar legalmente debemos estar los mayores..
- Puedo estar con ella, todavía no soy legal pero puedo cuidar de ella al menos hasta que los temas legales se calmen -hablo Albedo-
- Eres jóven y agradezco que quieras cuidar de Hannah pero alguien mentalmente inestable es difícil de cuidar Albedo -dijo Lisa-
Antes de que Albedo pudiera hablar escucharon un gran ruido y demasiado aire pasar, Jean se asomó y quedó sorprendida al ver de quién se trataba.
- Dvalin...
- ¿Qué? -los tres se acercaron para ver a Dvalin alejarse-
Los cuatro se quedaron ciertamente sorprendidos más no hablaron del tema.
