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Narrador omnisciente
El día siguió tranquilo, Hannah caminaba por Espinadragon junto a Marie, la menor llevaba un abrigo muy cálido y que llegaba poco abajo de sus rodillas, mientras caminaban platicaban sobre aquella montaña.
- Es linda ciertamente -dijo Hannah tomando un poco de nieve-
- Lo es, aunque alguien podría perderse en esta gran montaña -comento Marie-
- Claro, ¿Tu has venido antes? -pregunto Hannah sobando sus manos que estaban cubiertas por sus guantes de invierno-
- Solo dos veces ¿Y usted Han-san?
- Realmente está es la primera vez que vengo aunque cuando era pequeña vine con mis hermanos, veníamos a explorar pero mi padre nos encontró y perdí la oportunidad de visitar Espinadragon -respondio Hannah tomando la flor de hielo que había creado-
- Su padre es muy sobreprotector desde que son pequeños ¿No es así?
- Si, siempre lo ah sido aunque es lindo que mis padres se preocupen por nosotros -la castaña sonrió- Ahora que estamos caminando me doy cuenta que aunque llevas años trabajando conmigo nos conocemos poco
- Bueno, solo suelo hacer mi trabajo como su asistente personal Han-sama
- Deberías dejar de llamarme así cuando estamos solas, puedes llamar Hannah o Han
- No creo que sea correcto
- Lo es, incluso eres mayor que yo, podemos ser amigas cuando estamos solas y cuando esté mi familia podemos ser asistente y....Han-san, si
- Está bien -Marie sonrió y ambas siguieron caminando- Por aquí está el laboratorio del maestro Albedo
- ¿En serio? -pregunto Hannah, tal vez era una buena oportunidad para hablar con el-
- Así es, por lo que se una parte del laboratorio esta aquí cerca y la otra está en la cueva estelar...creo no se realmente -dijo Marie-
- ¿Sabes? Supongo que sí se encuentra en el laboratorio ahora puedo hablar con el
- La acompaño al laboratorio y no se preocupe me quedaré fuera -ambas caminaron hacía el laboratorio y cuando llegaron Marie se quedó fuera-
Hannah entro, no había nadie pero al parecer se estaba haciendo una poción, la chica acomodo sus lentes mientras veía como se creaba con una leve sonrisa.
- ¿Qué haces aquí? -pregunto un chico saliendo detrás de un estante de libros, había al parecer una cueva detrás de este,la chica se asustó al escucharlo saltando levemente en su lugar-
- Solo observaba...-dijo Hannah volteandose- Albedo...¿Cierto? -el chico asintió y ella extendió su mano- Hannah Lee, es un gusto conocerte -Albedo estrecho su mano con la de la chica-
