☦︎𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 28☦︎

322 29 10
                                    

╔═════•°☄️°•═════╗

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

╔═════•°☄️°•═════╗

𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐨𝐦𝐧𝐢𝐬𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞

- Tardaremos en llegar pero no importa, si seguimos caminando nos enfermaremos por la lluvia -dijo Albedo mientras sacaba ropa seca de la mochila-

Decidieron esperar en una cueva, estaba grande ciertamente por lo que podían estar cómodos.

- Si, tranquilo no pasa nada -Hannah se cambiaba estando detrás de él- Él que más se mojo fuiste tú.... Te prepararé un té para que no te enfermes

- ¿Eh?

- Como portadora de dendro... Digamos que se de plantas que sirven como medicina y que ayudan a la salud

- Pero eso implica que salgas

- Nono, ya verás -Hannah río levemente y fue hasta la fogata ya cambiada con ropa seca-

Mientras que Albedo se cambiaba, Hannah preparaba el té con agua que tenía en una botella, las plantas ella las hacía aparecer en sus manos.... Era bastante extraño el hecho de que pudiera hacer eso e incluso crear vida.

- Toma -Hannah volteó hacía Albedo quien terminaba de cambiarse-

- Gracias Han -él chico tomo la botella dejando la ropa mojada junto a la de la chica-

Hannah sonrió levemente y se sentó cerca de la fogata abrazando sus piernas, no le preocupaba que su libreta se hubiera mojado que ya lo dudaba por que está se encontraba entre la ropa y hasta abajo de la mochila.

El sonido de la lluvia era tranquilizante y la vista era disfrutable, Hannah se acercó más a Albedo y se sento a su lado recostandose en su hombro, él rubio paso un brazo por los hombros de la chica haciendo que esta sintiera su calor.

- Eres muy cálido -dijo ella acurrucándose en los brazos del rubio-

- Tu también -Albedo acariciaba el brazo de Hannah- Tu piel es suave

- Es tranquilo estar así contigo, me hace bien estar así contigo y se que eso está mal -ella río mientras lo veía-

- Está mal pero nada te impide disfrutarlo -Albedo sonrió cuando sintió como ella se acomodaba en su regazo-

Albedo paso sus brazos por el cuerpo de la chica abrazándola, ella se quedó viendo al rubio con una leve sonrisa mientras que sus brazos estaban en los hombros de Albedo.

𝐃𝐚𝐧𝐝𝐞𝐥𝐢𝐨𝐧𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora