Legado

𝐈𝐈

─Dile a Jimin que venga.

─Enseguida señor. ─La dama hizo una corta reverencia y fui a la habitación donde se encontraba Jimin.

─Amo Park. ─Toco la puerta suavemente. ─Su padre desea verle.

La pequeña puerta fue abierta, dejando ver una linda cabellera castaña y ondulada.

─¿Mi-i papá?

─Si amo, el príncipe está aquí y el mismo a dado la orden a su padre, desea conocerlo. ─Ella sonrió. ─Jimin ~ alégrate, esta puede ser tu oportunidad.

─No Hwasa, esto es un error... Mi hermana, ella debe ser... debe ser una equivocación. ─La puerta estaba apunto de volver a cerrarse cuando la voz de su parte interrumpió.

─Jimin, los reyes desean conocerte. ─Dijo serio y cortante, seguro quedaría en vergüenza cuando los reyes vieran a su hijo.

Castaño, desaliñado, cuerpo relativamente pequeño y muy poca personalidad, así describía el duque Park a su hijo.

─No-o pude arreglarme.

─Vamos baja así, no tengo tu tiempo.

Jungkook esperaba paciente a que "Jimin" bajara, sentía curiosidad de conocerle; Puesto que Rosse fue quien insistió y le parecía relativamente extraño, el que una doncella se atreviera a desaprovechar la oportunidad de ser reina.

El ¿por qué? lo estaba volviendo loco, el príncipe era demasiado curioso. En Rosse humildad y buenos sentimientos hacia su hermano, ahora sentía curiosidad ¿qué clase de persona era Jimin?

El primero en bajar fue el duque Park, seguido de la dama y detrás de ella quien seria Jimin

Hermoso era a pesar de la ropa algo desgastada, cabellos castaños casi rubios que caían como cortina a su frente y un porte sencillo sin ser prepotente o vulgar.

Pero a Jungkook eso no le importaba, el no era vanidoso, era justo, recto.

─Buenas noches príncipe... ─Una suave voz acompañada de una exquisita reverencia sin exageración.

─Buenas noches joven park. ─Jungkook se puso de pie e inclinó su cabeza, Jimin sonrojo por tal acto era una muestra de respeto a un doncel o dama, jamás había recibido una que no proviniera de alguna dama de la casa.

Jungkook sonrió por el acto, el doncel parecía un tomatito. ─Tome asiento a mi lado ¿ya a cenado?

─No-o e cenado alteza. ─Respondió bajo Jimin.

─Entonces sientese conmigo. ─ Jungkook tomó una silla y la acomodó a su lado, Jimin se sentó ahí y miró sus pies. Estaba descalzo, sentía vergüenza sus padres tenían razón.

Su comida llego a la mesa y su estómago gruño como si la vergüenza no pudiera ser más, mordió sus labios no quería perder la postura por un plato de comida, sus padres solo lo alimentaban una vez al día.

─Come Jimin, necesitas alimentarte ~ asi no podrás cargar a los futuros hijos de tu próximo rey.

Jimin sintió su garganta cerrarse y empezó a toser desmesuradamente, Hwasa rápidamente palmeo su espalda y le ofreció un vaso de agua.

Quizá Jungkook no midió la inmensidad de sus palabras. Los reyes se miraron, disimulando la sorpresa de las palabras dichas por su hijo.

─Joven park ¿Está usted bien?─Jungkook le ofreció su pañuelo.

─E-estoy bien príncipe...─Y se desmayo.

Jungkook lo tomó en brazos antes que se pudiese lastimar. ─Duque ¿Donde lo puedo recostar?