Legado

𝐗𝐕𝐈𝐈𝐈

El karma es el cobro del destino por tus malas acciones.

Jeon Lalisa se paseaba por los pasillos del castillo con un hermoso vestido rojo que resaltaba sus pequeños pero bien formados pechos feminos, su pequeña cintura y sus largos cabellos daban cierto toque al hermoso conjunto que portaba la princesa

Jungkook se encontraba en su despacho, Jimin cada vez era más inestable, estaba enfermo por la Corona

Jungkook se estaba rindiendo pesando si en verdad arriesgar lo único que le era real por el poder

Si por el fuera hubiese entregado la corona hace mucho tiempo pero quien amaba no quería dejarla, Jungkook se dejó guiar por el corazón, dejando a un lado la lógica y su razón

Por otro lado quizá el Rey necesitaba compañía y Jeon Lalisa penso que podría dársela

Los guardias de puerta al mirarla la reverenciaron y se hicieron a un lado esta dio un par de toques a la puerta

─¿Quien es?─Se escucho la masculina voz de dentro

─La princesa Lalisa mi señor ¿puedo hablar con usted un momento?

Hubo silencio unos segundos

─Pasa.

Las puertas se abrieron discretamente para la dama y esta entro cerrando detrás suyo

─Mi señor he estado preocupada por usted...─Camino hacia el─Todo este asunto, mis padres...

─No debe preocuparse princesa, su lugar en la realeza esta seguro. ─Al fin y al cabo Lalisa era un princesa pura, podía desposar a algún Rey lejano

─Usted siempre tan respetuoso mi señor. ─Ella rodeo el asiento de Jungkook y coloco sus finas manos en los hombros de este─Oh~ tiene demasiado estrés encima.─Los empezó a masajear

Jungkook cerró los ojos instintivamente las manos de Lisa estaban haciendo maravillas en su hombros rígidos.

El se permito echar un poco la cabeza hacia atrás mientras Lisa proseguía aliviando sus músculos tensos

─Mi señor

─¿mmm?─Jungkook emitió un pequeño sonido dándole a entender que la escuchaba

─No sabe lo que daría por se desvirtúada por un hombre como usted ~

Jimin no aguantaba los dolores en su zona baja, sentía su cuerpo abrirse estaba demasiado asustado, aun no era tiempo para que su bebé naciera

Sin embargo ahí estaba, de piernas abiertas y el doctor pidiéndole que pujara

Había mandado a llamar a Jungkook desde hace ya varios minutos pero los guardias le decían que estaba ocupado

Estaba furioso y encima estaba a punto de perder a su bebé, al heredero ¡Odiaba todo!

─Puje majestad

─¿¡Que demonios crees que hago?

Jeon Jimin pujo con todas sus fuerzas y de un momento a otro su cuerpo sintió alivio, el doctor sostenía un sus manos un diminuto bulto lleno de sangre

Un pequeño ser sin vida "el heredero"

En eso el Rey entró escoltado por sus guardias, Jungkook llevaba el traje desalineado, los labios visiblemente hinchados, rojizos, la respiración agitaba y por si fuera poco Jeon Lalisa a su lado, con el vestido de la misma manera que el traje del Rey

Jimin quiso gritarle, golpearle e incluso matarle pero estaba débil nisiquiera podía pensar

El doctor fue el primero en hablar ─Lo siento majestad...

─¿No había esperanzas?

─Aún era muy pequeña...

─¿Era niña?

─Si majestad

─Entregamela.

El doctor extendió el pequeño bultito a el Rey y este ya con su hija muerta en brazos se dio la media vuelta y camino hasta desaparecer de ahí

Jimin miró a Lalisa, ella lo miró a el ─Nisiquiera era varón. ─Sonrió ella burlona y toco su vientre. ─Aunque quizá el heredero ya este aquí

─Maldita bruja, te le haz metido a mi marido por los ojos

─Mirate mi Rey demacrado y ahora inservible ¿cuánto más mi señor Jungkook durará soportandole a usted? Cuando puede tener a todas las mujeres y donceles que el desee, no se, piénselo

Y salió de ahí dejando a Jeon Jimin con un nudo en la garganta

Aunque no fue el único, Lalisa había mentido

Jeon Jungkook nisiquiera la miro como mujer, ella le había besado y el Rey se había resistido, discutieron un rato hasta que un guardia le avisó a Jungkook de la situación, Lalisa trato de retenerlo y Jungkook por fin puso alto a su juego plantadole una bofetada

Por eso sus agitaciones y sus desaliñada apariencias. Hasta el momento Jeon Jungkook era fiel.