𝐗𝐗𝐈𝐈𝐈

1K 77 0
                                    

Lisa pidió a Jisoo invitara a una amistosa cabalgata al Rey Jungkook

Jisoo no muy convencida acepto y Jungkook solo dijo que si, solo si Jimin iba, así que a regañadientes Lisa acepto

Todos iban en sus caballos, el plan de Lisa era caer en el lago y que Jungkook la rescatará

Pero no contó con que ella quedaría a la orilla del río y su hermana cayera golpeando su cráneo con una piedra

Jimin grito asustado, el agua se pintaba color sangre, Jungkook bajo del caballo y le lanzó al lago, el agua helada, muy poco podía moverse pero no dejaría a la princesa morir ahí

─¡Jungkook!

Jimin empezó a gritar asustado, Jungkook se había sumergido y no salía

─¡Jungkook!

El agua burbujeaba violentamente, como si Jungkook luchara contra algo, Lisa entro en pánico, quedo paralizada

─AYUDA, AYUDA

Jimin empezó a gritar para llamar la atención de los soldados que les cuidaban, los cuales llegaron de inmediato

Varios de ellos se tiraron al agua a defender al Rey de la bestia que le había atacado, al parecer las sirenas no estaban del todo extintas

Entre diez hombre sacaron a la princesa inconsciente y dos más ayudaron al Rey herido

─¡Amor!

Jimin le abrazo sin importarle el frío, lo cubrió con su capa y se quedaron un tiempo en esa posición

Volvieron al instante, Jisoo iba herida, si su piel ya de por si era blanca, podían mirarse sus venas

Rápidamente fue atendida, todos corrían para salvar la vida de la princesa, Jimin se encargó de cuidar y limpiar las menores heridas de Jungkook y Lisa nuevamente quedo en el olvido

























Lisa se dedicó a cuidar de su hermana durante la siguiente semana, ocupando el tiempo para idear como atrapar al Rey

Paso noches mirándose al espejo, ella era alta, piel blanca, cabellos rubio, ojos hermosos, manos delicadas, cuerpo esbelto, era hermosa ¿por que Jeon Jungkook no la quería como mujer?

Frustrada rompió de un golpe el espejo

─Lo odio, lo odio, lo odio

Se abrazo a si misma y la idea más retorcida paso por su mente,matar al Rey

─No quisiste ser mío... no serás de nadie

Esa misma noche, Lalisa salió a escondidas del castillo y buscó a el mejor matón a suelto de todo el reino, Jungkook debía morir























El Rey como siempre salía cada mes a la frontera para revisar limite y verificar el trabajo de sus soldados

Llevando comida, mujeres y donceles para pasar las noches frías y cubrieran sus necesidades.

Ese día Jimin le había suplicado a Jungkook que no fuera pero este se negó, pues era obligatorio, el ejercicio necesitaba alimento, las mujeres y donceles solo eran un extra.

Así que tomando a varias mujeres y donceles de la vida fácil partió a la frontera

El camino era largo, dos días, dos noches nada podía salir mal.

Al punto de la media noche pararon cerca de un río para alimentar caballos y asi mismo los soldados repusieran energías

Algunos tomaron una mujer, otros hasta dos donceles, brindar servicios sexuales al ejercito real era muy bien pagado y no era de siempre para algunas mujeres y donceles era su único sustento

Jungkook se quedó sentado frente a la fogata un rato más, era la primera vez que dormiría solo en una noche de viaje, en una noche fría, varios donces se le acercaron a esos varios donceles los rechazo

Es que ya nadie le era bello, ya nadie llamaba su atención, su cuerpo no reaccionaba al ver esos cuerpos desnudos entre si tocándose, el solo amaba e idolatra a Jeon Jimin

Así que cuando la fogata se apagó, entro a su tienda y cual loco enamorado tomo una fina y pequeña prenda de su amado, inundando sus fosas nasales del exquisito perfume de su doncel

Tan embriagante para el, dándole paz a su alma, consolidando así un profundo sueño



Jeon Jungkook era poseedor de un ligero sueño, el más mínimo ruido podía perturbarlo, esta vez no fue la excepción

Las pisadas de caballos y los gritos lo hicieron salir de prisa, tomando su espada para combatir al lado de su ejército pero era imposible

Parecían miles para solo cien soldados, poco a poco morían y se llevaban a las mujeres y donceles seguramente para violarles

Lucho con valor, hasta que el filo de una espada atravesó su costado izquierdo

Sus piernas perdieron fuerza y sangre salió de su boca. Lo ultimo que escucho fue esa rasposa voz

─Fue más facil de lo que pensé, estupida princesita, este Rey ya murió.

LegadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora