꒰Gato malo꒱˖ ᎒ ©Soojun

♡᎒ ¡tú me gusta mucho!

Dedicado a:
Soojun_14
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🐈

Cuando Yeonjun abrió sus ojos, el sol le incomodaba mucho más que otras mañanas, tenía calor y sentía algo extraño en su cuerpo, se percató inmediatamente del aroma de SooBin entre las sábanas y entonces recordó lo que había pasado anoche.

La sangre se le subió repentinamente al rostro por la vergüenza que lo atacó, se levantó de un salto de la cama y miró a su alrededor. Se encontró con que SooBin estaba de pie a la orilla de la cama, mirándolo con los brazos cruzados. Entonces todo dentro de Yeonjun tembló.

Yeonjun rápidamente se sintió invadido por un sentimiento de miedo mucho más fuerte, algo como su vergüenza y su temor mezclados, provocándole una amarga sensación, al momento de que sus ojos se cruzaron. Incapaz de reaccionar de otra forma, lo único que pudo hacer fue levantarse y correr fuera de la habitación hasta el baño para encerrarse, la única solución que había encontrado era huir.  SooBin intentó alcanzarlo, pero cuando lo hizo ya tenía la puerta del baño estampada en la cara.

— ¡Yeonjun! sal de ahí... — SooBin intentó abrir la puerta, pero Yeonjun le había puesto seguro.

— ¡No SooBin!... ¡lo siento, lo siento, lo siento! — Yeonjun se había refugiado en el suelo, lo más alejado de la puerta, sintiendo su pulso acelerado, estaba asustado, no podía dejar de pensar en lo que hizo, en la manera que echó a perder todo, además no se suponía que SooBin estuviera en casa a la mañana, se supone que debería estar en su trabajo, se supone también que él debería estar con él, y se suponía que no  volvería a arruinar las cosas con él.

— Yeonjun, está bien... — SooBin media sus palabras, porque con el paso del tiempo había aprendido a cómo obtener algo de Yeonjun. Pero esa ocasión no era parecida a las demás.

— ¡Lo lamento SooBin! ¡no sé qué pasó conmigo!... — Yeonjun estaba limpiando sus lágrimas. Sentía que de todos los problemas que le había causado a SooBin, ese era el peor, y que no había duda alguna de que SooBin lo echaría de su lado. Estaba seguro de eso, esta vez sí lo haría, y le dolía porque no quería irse,y  que SooBin lo odiara.

Él pensaba que cualquier persona se desharía de un gato sucio y grosero, que resultara una amenaza. Así se sentía, un gato malo, y los gatos malos son abandonados.

— Yeonjun, abre la puerta por favor... — SooBin insistió, sonaba calmado y Yeonjun no podía sentir ningún rastro de enojo, lo cual lo hizo detener su llanto para escuchar curioso.

— ¿No estas enojado?... — SooBin había escuchado los sollozos de Yeonjun a través de la puerta, e irremediablemente sintió el deseo de consolarlo. Sí algo había cambiado en él, era el hecho de que Yeonjun había encontrado la manera de tocar su corazón, o por lo menos de tentarlo un poco, y los efectos solo daban resultado si se trataba de Jun.

—No Yeonjun... — dijo sincero. Estaba seguro de que Yeonjun pensaba que lo echaría de su casa porque se había enojado por su comportamiento, era lo que siempre pensaba, y la verdad era que SooBin no sería capas de correrlo, o de devolverlo, ya no, otra verdad era que lo que pasó anoche, de ninguna manera lo molestó.

— ¿No vas a echarme?... — Yeonjun se había levantado del suelo, para recargarse en la puerta y escuchar cualquier reacción de parte de SooBin.

—No Yeonjun, no estoy enojado, no te haré nada, por favor abre la puerta... —  SooBin estaba intentando dar lo mejor de sí para hacer sentir mejor a Yeonjun. No por nada había pasado su madrugada leyendo todas las revistas de gatos, y además buscado información en internet para saber qué hacer, y aunque no había encontrado respuestas claras, había sacado conclusiones por su cuenta.

Yeonjun se mantuvo callado durante un rato, analizando las palabras de SooBin, sintiendo la confianza con la que le hablaba.

— ¿Puedes abrazarme?... — tenía su mano puesta en el pomo de la puerta, listo para salir y ser recibido por los brazos de SooBin.

—Lo haré... — Yeonjun entonces no necesitó de más para salir del baño y dejarse envolver por los brazos tibios de SooBin. Cerró sus ojos con fuerza y repitió constantemente "lo siento" con voz entrecortada, su rostro estaba rojo de vergüenza y de calor y no quería levantar la mirada para encontrarse con la mirada de SooBin. —ya no te disculpes Yeonjun, está bien... — SooBin había comenzado a acariciar las orejas de Yeon.

—No sé qué pasó, yo... no sé porque, SooBin...

—Ya, deja de lamentarte, lo que pasó fue normal — Yeonjun suspiró sobre el pecho de SooBin. El veterinario había dicho lo mismo, que todo lo que pasaría, todo lo que sentiría sería normal, pero para él no podía ser normal sí se sentía tan sensible, con miedo a equivocarse, a hacer algo mal.

—Pero...

— ¿Te gustó? — SooBin había dejado de lado las orejas de Yeonjun para tomar su cabeza y levantarla, haciendo que lo mirara. — ¿lo qué hicimos anoche te gustó?

Yeonjun talló sus ojos frente a SooBin, frunció sus labios y se sintió muy avergonzado, porque no había otra respuesta para esa pregunta, la sabía. Pero decirla mirando a los ojos de SooBin, le aceleraba el corazón, porque claro que le había gustado, porque le gustaba SooBin, porque se había percatado de que cualquier cosa que hiciera o viniera de Soo le gustaba, y eso era demasiado vergonzoso.

—Sí... — Yeonjun había dejado caer unas lagrimas, porque estaba sintiendo muchas cosas dentro de su pecho, y podía saber que no eran por su condición actual, era algo más, algo que sólo provocaba SooBin... — ¡sí me gustó SooBin, tu me gustas mucho!

SooBin tuvo que abrazar a Yeon para dejar que siguiera llorando en su pecho porque no podía dejar de hacerlo, sonrió divertido, porque nadie podía ser tan tierno como Yeonjun, y porque nadie jamás había llorado por gustar de él.