♡᎒ extraño

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Beomgyu y Hueningkai se fueron después de un rato, dejando a SooBin recostado en el sillón, con una de las revistas.

Él tenía planeado seguir pasando la mañana durmiendo pero Yeonjun no había salido de su habitación desde que se había encerrado, así que al final decidió no entrar, y quedarse en uno de lo sillones. Quizá aún estaba avergonzado, o serían cosas de gatos, le daba igual. Abrió la revista y empezó a leer. Suspiró. Sabía qué éste era su destino, terminar leyendo sobre sexualidad y reproducción en gatos, siempre lo supo.

—El celo es una parte importante en el ciclo reproductivo del gato, bla, bla, bla, y conlleva muchos cambios, bla, bla, bla... — SooBin leía rápidamente los párrafos, sin evitar concentrarse más en las fotos de gatitos bebés que había junto a la información. —las gatas en celo se vuelven mimosas y cariñosas, incluso si son un poco ariscas y su comportamiento habitual es evitar el contacto con su dueño... ah, qué aburrido... — siguió leyendo la información, pensando en que Yeonjun no había salido de la habitación aún —suelen tumbarse panza arriba, frotarse, revolcarse, maullar desesperadamente, bla, bla, bla...

SooBin se sentó y dejó la revista a un lado, con el ceño fruncido. Esa información hablaba sobre el celo en gatas, y Yeonjun es un gato, así que no debería de ser importante ni debería estar leyendo eso.

— ¡Yeonjun! — SooBin llamó a Yeonjun, y se quedó callado, esperando escuchar respuesta, pero lo único que escuchó fue el sonido de algo callendose al suelo. — ¿Yeonjun? — se levantó y caminó hasta la habitación y tocó — ¿te caíste?

— ¡No! — la voz de Yeonjun exclamó del otro lado de la puerta, se escuchaba como si estuviese caminando mucho o moviendo algo por toda la habitación —bueno, sí, me pisé la cola pero estoy bien...

Segundos después Yeonjun abrió la puerta y miró a SooBin con sus labios fruncidos. SooBin entró a la habitación, mirando a su alrededor con cautela, percatándose de que todo estaba en su lugar y efectivamente no había nada raro. Sólo Yeonjun.

— ¿Qué tienes? — preguntó cuando se dio media vuelta, cruzó sus brazos y miró al chico gato con atención. Si bien no lo conocía lo suficiente, podía notar algo extraño en el chico, y quería saber qué era.

—N-nada, no tengo nada hyung... — Yeonjun contestó, cruzando sus brazos detrás de sí. Estaba un poco ansioso y no tenía razón exacta.

La verdad era que Hueningkai lo había hecho pasar un momento muy vergonzoso frente a Beomgyu y sobre todo frente a SooBin, aún cuando no fue su intención y sólo lo hacía para su bien. Así que su mero instinto se asomó y le aconsejó salir huyendo de ahí, tal y como un gato lo haría, huir de situaciones peligrosas; así que lo hizo, porque la sensación de incomodidad incrementó cuando Hueningkai mencionó que él aún no podía estar con gatas.

Eso en verdad lo hizo avergonzarse. Por una justificada razón, que había jurado olvidar y nunca contar a nadie, ni a Baejin, ni a Hueningkai. La razón era tan sencilla que a cualquiera le parecería simplemente un juego sencillo que tomarían a la ligera, pero las cosas eran más complejas y difíciles en la mente de Yeonjun.

Pasó que, Baejin lo llevó al veterinario un par de veces los primeros meses que estuvo viviendo con él, desde que descubrió que era un híbrido, para asegurarse de que se estuviera adaptando bien, sobre todo a su alimentación. A Yeonjun le gustaba ir al veterinario, porque era un señor muy amable que le daba regalos. Y todo iba bien hasta el día en el que el veterinario le contó acerca de que su hijo tenía un híbrido también. Yeonjun se emocionó, y pensó que tener más amigos sería divertido. Pero se equivocó, porque la chica gata que el veterinario le había presentado en una de las siguientes consultas, parecía querer ser todo de él menos su amiga.

Al principio, Yeonjun había intentado ser amable, y cortés por tratarse de una chica, además de que era mayor que él y parecía saber muchas más cosas y ser mucho más inteligente que él, conversaban amenamente, Yeonjun pensaba que era un poco recelosa y astuta, pero aún así no le parecía desagradable su compañía. No hasta cierto día. Una consulta, Yeonjun apenas puso un pie dentro de la clínica, pudo sentir un olor que lo confundió. Primero le causó curiosidad, normal en él y en cualquier gato, pero después le asustó. Le asustó en el momento en el que el doctor salió del consultorio a hablar con Jin, dejándolo sólo con la chica gata, le asustó porque ella había saltado encima de él y lo había empezado a tocar extrañamente.

A Yeonjun le parecía extraño porque ni Baejin ni Hueningkai, ni nadie nunca lo había acariciado de la forma en la que la chica lo hizo. Él había intentado alejarse, siempre viéndose amable, pero la insistencia de la chica gata y sus manos incontrolables no cedían, Yeonjun estaba asustado porque el olor que sentía lo estaba incomodando, no comprendía y no quería sentirse así. Cuando una lágrima salió de sus ojos, la chica se detuvo y le preguntó la razón de su llanto, entonces Yeonjun ya había logrado alejarse un poco.

—E-es porque esto es extraño... — había murmurado entre sollozos.

— ¿Extraño? Esto es normal, eres un gato, no una gata, deja de llorar Yeon... — pero Yeonjun no había dejado de negarse hasta que logró escaparse de las manos de la chica, y salir huyendo en busca de Jin.

Después de ese día Yeonjun se aseguró de no volverse a acercar a ninguna chica gata, y le pidió a Jin que ya no lo llevara nunca más al veterinario.

— ¿Estás seguro?... te ves, no sé... extraño — insistió SooBin. Yeonjun negó, deshaciéndose de sus recuerdos, ya no quería pensar en eso.

—Estoy bien hyung, en serio. — Yeonjun sonrió, dándose cuenta de que SooBin estaba preocupándose por él y eso le daba una cálida sensación en su interior.

꒰Gato malo꒱˖ ᎒ ©SoojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora