♡᎒ amor

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Yeonjun lo logró, con dificultad, entre golpes y empujones, lograr subir el cuerpo inmóvil de SooBin a la cama. No sabía cómo alguien tan delgado podía pesar tanto, debía ser el peso de su alma obscura, sí, eso debía ser.

Usó la sábana destendida que había en la cama para cubrir a SooBin pues lo único que tenía era un bóxer y unos calcetines, estaba haciendo un poco de frío y no quería que se enfermara o algo así por su culpa, si es que estaba vivo y no muerto.

Salió de la habitación, hacia la cocina, en busca de agua para tener cerca para cuando SooBin despertara. Beomgyu le había dicho dónde estaba todo cuando lo trajo en la tarde, mientras SooBin no estaba. Así que ya conocía el lugar y no era tan tonto como para no saber cómo servir un vaso de agua.

Fue hasta la sala recordando que tenía una pequeña maleta que Beomgyu le había conseguido, donde guardó un par de prendas especiales para él, además de otras cosas que Hueningkai le dio para su higiene y comodidad. Sacó de una caja un paquete de galletas y regresó a la cocina por el vaso de agua, para dirigirse a la habitación de SooBin.

Estaba muy feliz de que por fin, después de mucho tiempo, tendría compañía. No era una familia como había imaginado muchas veces de menor, pero estaba muy feliz de que ahora pudiera estar con alguien de nueva cuenta, así que no podía quejarse ni mucho menos.

Yeonjun era el gato de un amigo de Hueningkai, que había dejado de poder cuidarlo porque tenía que cambiarse de ciudad debido a su último año por cursar en la universidad, o algo así había entendido Yeonjun, quien había dejado de ver a su dueño Baejin durante mucho tiempo, para ser cuidado por Hueningkai. Vivía sólo en la casa de Baejin, siendo atendido y visitado por Kai. No daba muchos problemas, era un gato bien educado e independiente, pero eso no significaba que no extrañara a Baejin, porque lo tenía hecho un gato mimado y consentido a su manera, y con Hueningkai no tenía la confianza suficiente, como para abrazarlo en todo momento y pedirle que lo acariciara de la nada, como con Baejin lo hacía.

Esa tarde, mientras perdía su abundante tiempo como gato solitario viendo caricaturas, una que le gustaba mucho en la que un gato perseguía a un ratón elocuentemente, Kai llegó acompañado de un chico que dijo ser su primo y llamarse Beomgyu, y entonces le dijeron que tendría un nuevo hogar.

Al principio no entendió, él aún estaba contando los días para que Baejin terminar de estudiar y regresara por él, aunque sabía que faltaba demasiado tiempo. Pero se limitó a confiar en Hueningkai y su primo, que lo miraba con una tierna sonrisa.

Le dijeron que Bae estaba consciente de lo que querían hacer, y que estaba dispuesto a aceptar la decisión de Yeonjun si decidía buscar una nueva persona con la que estar. Yeonjun estaba inseguro, porque ya no quería estar solo, no le gustaba estarlo, él quería estar con alguien a quien darle amor como el gatito dulce que es, pero tampoco le gustaba mucho la idea de dejar a Jin, lo quería mucho como para hacerlo tan fácilmente.

Amaba demasiado a Baejin, porque había sido la única persona que se había acercado a ver la jaula del gato naranja, sucio y gordito en el refugio de animales, había sido el único que se había acercado a acariciarlo entre los barrotes, y había sido el único que lo había preferido por sobre los demás gatitos, mucho más bonitos que él. Era su héroe y le tenía un gran aprecio.

Su inseguridad se fue lentamente cuando Beomgyu le habló de Choi SooBin.

—Es muy lindo... — Yeonjun se había quedado mirando a la pantalla del celular, al chico peliazul durante cinco minutos seguidos, analizando cada parte de su rostro. Se encontró sintiéndose avergonzado de llegar a pensar que su sonrisa era muy bonita, porque la sonrisa de Baejin, la de Hueningkai, la de sus amigos e incluso la de Beomgyu que lo acababa de conocer, eran bonitas, pero no igual a la del chico peliazul en la pantalla llamado Choi SooBin.

—¡Sí que lo es! — concordó Beomgyu con una sonrisa en sus labios, feliz de estarse saliendo con la suya.

—Es un tonto — había murmurado Kai.

—HueningKai , ¿está seguro de que Jin hyung no se molestará de que cambie de dueño?... — Yeonjun no quería dejar a Jin y sentirse culpable, pero tampoco quería seguir pasando sus días solito.

Una vez Baejin, antes de irse, le había planteado la idea de que si deseaba irse, si deseaba que lo llevara al refugio de nuevo para que lo pusieran en adopción, estaría totalmente de acuerdo y respetaría su decisión. Pero Yeonjun se habia negado totalmente, diciendo con ganas que él se quedaría en casa y lo esperaría todo el tiempo que fuera posible. No quería volver al lugar donde nadie tenía una familia, y donde nadie se acercaba a verlo, no quería pasar eso de nuevo.

Yeonjun sólo quería alguien a quién darle su amor.

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꒰Gato malo꒱˖ ᎒ ©SoojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora