M A N I A C > [Scarzzie]

"Compromiso."

Llevaba un día entero sin encontrar a Scarlett. No estaba por ningún sitio. Nadie la había visto, ni a ella ni al presunto visitante.

— ¿Crees que sea su hermano?

Yo sabía que no era su hermano. Thomas estaba en la cárcel.

Mónica revisaba el paquete de literatura juvenil que nos habían regalado mientras yo trataba de no observar al zombie en la esquina del cuarto.

Tenía un rostro feo, en realidad, la mayor parte de su rostro carecía de piel, así que sus tejidos se podían observar viscosos y latentes.

Si lo observaba le daba el poder de acercarse más a mí, y su olor no era nada agradable.

— ¡Lizzie!

— Hey... — respondí asustada ante el grito de Mónica.

— Deja de rascarte, tienes sangre.

Mi mejor amiga coloco una toalla sobre mi mano que chorreaba de sangre sobre la cama. Me había levantado la piel tan solo un poco. No era la gran cosa, no dolía.

— Yo... Mierda, no me di cuenta.

Y estaba diciendo la verdad.

Coloque mi mano debajo del chorro, pero el agua que salía por la llave era simplemente roja. Eso era insoportable, no quería verlo. Demasiado rojo me hacía mal.

— ¿Dejó de salir sangre? — pregunté a Mónica.

Ella dio un rápido vistazo y asintió.

— Si, solo cúbrela con algo.

Di otra mirada, pero permanecía llena de sangre.

1... 2... 3... 4... 5

Bien.

Estamos bien.

"Vamos a perder la mano, Lizzie"

"¿Los zombies se sienten atraídos por la sangre?"

— Necesito saber que sucede con Scarlett.

— Lo resolverás después de esta noche, es la entrevista sobre la literatura juvenil que se supone debiste haber revisado... ¡Ni siquiera has observado las portadas!

Gruñí tomando lugar sobre el escritorio.

— Después... ¿Me ayudaras a encontrarla?

Mónica suspiro cansada.

— Lo haré.

//

La rueda de prensa había comenzado. El evento no excedía a más de 30 personas, la literatura nunca ha sido algo tan importante en el mundo. Lo es, pero no para muchas personas.

Todos habían ocupado un lugar en la mesa, el estúpido de Jost, Renner, Thessa, Kara, Hailee.

La representante de Random House observaba desde el palco en frente a la mesa. Tenía el rostro serio, un traje serio, una postura seria. Todo en ella era completamente serio, y las escritoras la miraban aterradas, se removían en sus asientos, acomodaban sus cabellos... Es un sentido humano el preocuparnos siempre por cómo lucimos por fuera cuando lo realmente importante es lo que somos por dentro.

"Tú eres una chiflada."

— Quizá.

— ¿Lizz?

Mónica me miró extrañada, yo fruncí los labios. Tenía que dejar de hablar sola.

— Estoy nerviosa, el lugar de Scarlett sigue vacío.

— No te preocupes, ¿recuerdas cuál es la cosa importante de estar aquí? No, no ese trasero rubio.

Suspiré e hice camino hacia mi lugar marcado. La silla no paraba de hundirse, cada vez me hundía más, más, más y más... El suelo quería absorberme, estaba segura. Entonces tomé la mano de Hailee.

— ¿Estoy aquí?

Ella río dando un apretón a mi mano, después recargo la suya sobre mis hombros y lo supe, no me había hundido.

- Colin Jost, y su reciente éxito que rozó los 10M de lecturas, "Otro jueves por la noche."

Comenzaron a presentarlo, pero en ese momento dejé de escuchar. No podía, mis oídos se taparon.

Me gustaba tener esa habilidad, la de no poder escuchar a la gente irritante.

Si lo pienso detenidamente es como si fuese una bruja, me conforman cosas que realmente no están ahí.

Fue antes de que presentarán el libro de Hailee cuando Scarlett apareció por la esquina del lugar, venía de la mano sonriendo con un hombre.

"Evans, el de la habitación."

Se veía mayor, más que ella.

Pero ella era mayor, al menos más que yo.

Creo que todo en la vida es un patrón.

Ella tomó lugar al lado mío, eso me hizo sentir bien. Pero después los organizadores del evento colocaron una silla de más a lado suyo, y el hombre tomó lugar ahí.

Y ella no me miró, no lo hizo. No en lo absoluto.

- Aparentemente hoy tenemos un invitado especial, nada más ni nada menos que el rostro de Kalvin Klein... ¡Chris Evans!

El lugar se llenó de gritos. Estaba siendo incómodo, extremadamente incómodo.

- Scarlett, ¿cómo manejas los celos al ser novia de uno de los hombres más deseados en América?

Scarlett sonrió notoriamente incómoda.

Busqué la mirada de Mónica, me veía con pena, de nuevo. Siempre he odiado que me miren con pena. Creo que esa es una de las peores miradas que le puedes dar a una persona, a mi me han mirado de esa manera siempre, por eso lo se. También me han mirado con odio, con amor, con sorpresa... La mirada de Scarlett es una de mis favoritas. Creo que prefiero perderme en su mirada para no tener que pensar en las cosas.

Chris Evans no es para nada feo, Scarlett tampoco, no era estúpido pensar que estaban juntos, la única cosa estupida esa noche fui yo, quien 24hrs atrás había pensado... "quizá pueda llegar a gustarle."

Como he dicho, el amor es estúpido, y aunque no lo fuese, no se si yo soy una contendiente para merecerlo. Creo que el juego del amor no es tan subjetivo como nos dejan creer, hay toda una contienda enorme tras el que selecciona a los merecedores y a los que no. Nunca me preocupó el no ser una merecedora en el juego del amor.

Creo que lo único que me preocupa es no ser una para Scarlett. Creo que me preocupa no poder merecerla.

- Scar... - murmuré por lo bajo.

De manera disimulada acercó su rostro al mío.

- No vuelvas a mirarme por el resto de la convención, ¿bien?

Dio una palmada a mi espalda y se acomodó en su asiento uniendo su cuerpo al de Chris.

"Supongo que de nuevo eres la tonta del cuento, Lizz."

Supongo que lo era.