Stjärnornas oändliga värld

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(El infinito mundo de las estrellas)

Abrí la puerta, y me encontré con un Adrien completamente empapado ya que mi regadora de césped lo había mojado, aquello me tomó un poco descolocada ya que se veía extremadamente bien, su camisa se pegaba a sus musculosos brazos

*Habelin concéntrate* me recordé, *Vienes aquí a pelear, no a babear*

En ese momento Adrien me miró, sonrió y dijo

-Hola señorita que hace conciertos en parques

Lo miré enojada, ¿A qué se refiere con eso? – ¿Disculpa? ¿De qué hablas?

-Te vi en el parque esta tarde Habelin, estabas tan distraída que ni cuenta te disté, pero te vi bailar y tararear- Hizo comillas con sus dedos- Más bien cantar, en el parque, así que quise pasar a ver como estabas.

-Ah claro y que mejor idea que venir de noche a mi casa y tirar piedras a la ventana sólo para ver cómo estaba, me viste en la iglesia, estoy bien, ¿Qué es lo que se supone que quieres? Aun no hablo con mi tía para donar el dinero si eso es lo que quieres saber, ahora, ¿podrías irte antes que llegué y haga preguntas? - Solté en un tono enfadada

-Wowo creo que esta enojada, tienes razón, debí tocar, pero vamos son las 10pm no pensé que estarías despierta, y a esta hora tocar no era una buena opción

- Ah claro tirar cosas a mi ventana si- Dije irónicamente volteando los ojos. De la nada se me ocurrió una pregunta muy importante.

- ¿Y cómo conseguiste mi dirección?

- No fue tan difícil, solo hice unas llamadas y aquí estoy, Habelin

-Si, y ahora quiero que te largues de aquí-

- Oh vamos, estoy todo mojado gracias a tu regadera, ¿Podrías al menos darme algo para secarme? - Hizo un puchero

- Aja- Volquee los ojos- Pasa, pero apenas te seques te quiero fuera de mi casa

-Está bien señorita- Me sonrió con un guiño y lo dejé entrar-

Seguía enojada con él por su interés en mi dinero, pero estaba más enojada conmigo por todo lo que pensé en aquel momento, me estoy descargando con él, lo sé, pero ¿Quién se cree para venir aquí así de la nada?

-Entonces, ¿Para qué fue que viniste? – Pregunte mientras le pasaba una toalla

- Solo quería saber cómo estabas, contarte que te había visto en el parque-

- ¿Y por qué no me hablaste allí?

- ¿Tendría razones para venir? – Me miró y lanzó una sonrisa de boca cerrada, pero esta no se veía falsa, era sincera, muy linda de hecho y sobresalían sus hoyuelos, uno más que otro, Dios que me pasaba con este chico.

- ¿Para qué querrías venir de todas formas?

- Quería disculparme por mi acción de esta tarde, fui un completo idiota al aprovecharme de tu dinero, sé que fue algo descortés, y lo lamento mucho, la iglesia está destruyéndose, y necesitamos ayuda, pero esa no era la solución, y lo siento. Wow no podía creer esto, ¿Se está disculpando tan sinceramente conmigo? Y yo tratándolo como una idiota, era tan dulce de su parte hacer esto. Me acerqué hasta él, tomé la toalla y dije:

- No hay problema, todo está bien, de todas maneras, donaré el dinero, sé que si lo necesitan-

- En serio gracias, te debo una

- No te preocupes no me debes nada- Sonreí

- Bueno, supongo que debo irme-

Mi boca fue más rápida que mi cerebro

ÁgapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora