8.10
Después de negarme a tener sexo con Moscú las cosas regresaron a la normalidad. Él no volvió a insistir con el tema y mantuvimos nuestra distancia, hablando solo cuando fuera estrictamente necesario o por orden de los jefes.
De eso ya han pasado 6 años.
Y hoy, después de tanto tiempo, volveré a convivir con él por más de unos cuantos minutos. Dentro de 3 días, se festejará el 6 aniversario de mi jefa con el señor Rusia, y están armando un pachangón, así que la capital y otras provincias rusas se quedarán en mi casita.
Mi ama' sigue con eso de querer su casa solo para ella y el ruso mayor.
Ahora mismo me encuentro fuera del aeropuerto esperando a que mis invitados salgan para llevármelos, y yo solo tengo una cosa por decir.
Esperar es muy aburrido.
No pasa mucho cuando finalmente los veo salir. Me saca un poco de pedo ver que solo vienen Moscú y Pepe.
- ¡quiúboles! - medio les grito cuando ya están a unos cuantos pasos de mí- que bueno que ya vinieron, ya se habían tardado un montón.
-perdón por eso, es solo que las maletas no salían- justifica Pepe.
-seh, que raro que pase eso- digo con evidente sarcasmo- ¿ontan los demás? Según yo, vendrían más a quedarse conmigo.
-les salió un inconveniente a varios de ellos por cosas del gobierno y el clima, por lo que llegarán mañana- vuelve a contestar Petersburgo.
Sí, cuando digo que solo hablamos cuando es necesario, es cuando es MUY necesario, sino, él no rompe su silencio o quita su cara de culo.
-ta gueno. Pues ya vámonos que se nos hace tarde para hacernos más pendejos de lo que somos- les señalo mi carro, indicándoles que suban.
Después de acomodar sus maletas en la cajuela, nos vamos rumbo a mi cueva. Todo el camino la pasamos en silencio, uno que sería tremendamente incómodo si no fuera por la música.
Demos gracias por todas las veces que la música nos ha salvado de silencios culeros.
-amen.
- ¿dijiste algo? - dice Pepe mirándome curioso.
Verga, se me salió decirlo.
-nada, nada, tu sigue apreciando el paisaje.
Llegamos y les ayudo a bajar sus maletas.
-bienvenidos a mi cantón, están en su casa. Vengan les diré cuáles son sus cuartos- subimos al segundo piso y les muestro donde se quedarán- mi cuarto es el que está frente al tuyo, Pepe, si necesitan algo solo díganme.
Ambos asienten y entran a sus habitaciones. Conmigo solo se quedarán las 3 ciudades federales y una provincia, por lo que cada uno puede tener su propia habitación.
No salen de los cuartos hasta ya entrada la noche, cuando los llamo para comer. Al bajar, noto que ambos parecen muy cansados, así que decido dejar de chingar y dejarlos comer en silencio.
Aunque no me gusta comer sin platicar.
Les sirvo sus platos y, al pasar la salsa, no puedo evitar contener mi sonrisa. Al fin se me hizo hacerles una verdadera salsa. Empezamos a comer y ninguno agarra, contengo una mueca y yo tomo una cucharada para echarla en mi plato.
-aquí hay salsa, la acabo de hacer y me quedo bien buena- para hacer más énfasis, pongo de ella en mi tortilla y empiezo a comerla.
Las dos ciudades comparten una mirada y toman un poco para echarla en sus platos. El primero en probarla es Pepe, quien toma un pedazo de tortilla y, con un poco de arroz y lechuga, embarra bien poquita salsa en ella y la come. Moscú hace lo mismo.
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one-shots
FanfictionPequeñas historias de los countryhumans, cada una independiente de la otra. En su mayoría serán historias rusmex, pero también habrán otros ships.