𝑬𝒍 𝒑𝒆𝒄𝒂𝒅𝒐 𝒅𝒆 𝑻𝒊𝒛𝒊𝒂𝒏𝒐 [Completa]✔️

Capitulo 06-Disculpa

Me despierto en mi habitación del hotel. Christian está en el sillón al lado de la cama, en cuando ve mis ojos abiertos se acerca de golpe.

—¿Cómo te sientes?

—Bien.

—Danella, de nuevo te dio...

Subo la mano al aire pidiéndole que no hable más. Me siento en la cama y tomo un vaso de agua de la mesa de noche. Intenta tocar mi mano pero lo alejo.

—No es nada. No hagas dramas.

—¿Y si le aviso a tu padre?

—No. Sabes que la vez que le dijiste me castigo, por ser débil y enfermarme —lo observó—. Esto no fue nada, te prohíbo que le llames a mi padre.

Reviso mi brazo, tiene los dedos de Tiziano marcados y me duele demasiado. Christian me enseña una crema.

—Déjame aplicarla, te quitará el dolor.

—No me gusta que me toquen. Damela.

La destapó y aplico haciendo círculos, me duele bastante. No puedo creer lo que pasó, como Adkin pudo entrar al RED, es un muerto de hambre, un maldito muerto de hambre. Como pude caer con él, ¡Dios mío!

—¿Quieres bajar a cenar?

—¿Cenar? —lo miro— ¿Qué hora es?

—Más de las ocho, dormiste toda la tarde.

—OK. Me ducho y bajo, vete ya.

—¿No vamos a hablar de tu ataque?

—No. Fuera ya.

Entró al lavado y cierro la puerta. Tomó una ducha larga cuestionando cómo fui tan ciega. Ese cuerpo tan espectacular, y la manera en que follamos duro, pasional, realmente me...niego y elijo un vestido de mi armario.

Quizá el que ya hayamos dormido juntos es una ventaja, porque le gustó. Sabía que no era inmune a mi belleza y eso me hace sonreír. Cambiar mi estrategia ahora es el plan, porque hasta no demostrarle a Beatriz y a él mismo que soy suficiente mujer y que no puede resistirse a mi, no lo voy a dejar en paz.

Esta marca que me hizo en el brazo le va a costar caro, porque lo voy a usar hasta que me canse y luego lo botare de mi vida. Sonrío maquillándome, aplico un labial rojo pasión en mis labios y aliso mi cabello rubio dejándolo suelto en la espalda.

A pesar del dolor en mis pies me pongo unos tacones altos que hacen la combinación perfecta con mi vestido color rojo.

Cuelgo mi bolso en mi hombro y camino a la puerta animada. Una vez la abro me encuentro a Adkin de pie en ella. Tiene una camisa negra, el cabello perfectamente peinado, se ve jodidamente delicioso.

Me observa de arriba a abajo sin disimulo y me contengo las ganas de sonreír. Este vestido lo use el día que dormí con él por primera vez, solo que en esa ocasión lo adornaba mi capa, antifaz y mi melena negra falsa.

—Bimba. —saluda.

—El cuarto de Analia está en la otra planta.

Doy un paso hacia al frente suponiendo que el también se moverá, pero no lo hace. Mi pie queda en medio de los suyos y se mantiene firme en su lugar a pesar de que estamos a menos de cinco centímetros de distancia. Subo la mirada hasta encontrarme con su cara, este hombre es muy alto, mi rostro queda al nivel de su cuello.

—Te buscaba a ti.

—¿Para qué? —preguntó fría.

—Disculparme.