𝑬𝒍 𝒑𝒆𝒄𝒂𝒅𝒐 𝒅𝒆 𝑻𝒊𝒛𝒊𝒂𝒏𝒐 [Completa]✔️

Capitulo 12-Nuevas experiencias

Luego del beso de Adkin no pude dormir en toda la noche. Esta vez la sensación que me causó es diferente, inexplicable como todo lo que él es. Esta vez fue él quien me beso y no a la chica del antifaz sino a mi.

Tal parece que le gustó ya que justo ahora estoy empacando un par de cosas para nuestro fin de semana juntos. Me sorprendió bastante cuando me invitó a una cabaña en Belgrad Forest, un bosque muy reconocido aquí en Estambul al cual jamás he ido.

La idea me pareció fascinante ya que jamás he estado un fin de semana sola con un chico fuera de mi casa. Christian y Beatriz irán ya que no puedo arriesgarme a salir sola ya bastante estoy haciendo mintiendo a mi padre sobre donde estoy y lo que hago.

Bea da dos golpes en la puerta de mi habitación con una sonrisa enorme.

—Tiziano llegó —avisa desde la puerta.

—¿Están listos?

Asiente

—Danella hay algo que no entiendo —la miró— ¿Por qué me diste el auto si estás saliendo con Tiziano?

—Me gusta hacer caridad.

—¿No será que ese hombre te está gustando más de lo debido? —rodeo los ojos— Recuerda que es demasiado mayor y no es de tu nivel.

—Tu tampoco eres de mi nivel y mírate aquí.

Toma su bolso y me observa seria. Odio que se metan en mi vida y el que ella viva temporalmente en mi escala no le da derecho a nada.

—Solo cuídate, no quiero que te lastimen.

Rio.

—¿Qué me lastimen? Beatriz esto solo es una aventura nueva. Nadie tiene el poder de lastimarme, preocúpate por ti que de mí, solo me encargo yo.

Asiente.

—Iré a terminar de llevar el equipaje con Chris.

—Bajo en un segundo ¿Le dijeron que iremos en mi auto?

—Si. Aunque creo que tiene otros planes Danella.

—¿De qué hablas?

—Vamos ya y te muestro.

Tomo mi chaqueta y salimos de la escala. Chris sube el equipaje a mi auto mientras que a unos metros veo a Adkin Tiziano recargado en una motocicleta negra, imponente pero algo vieja.

Él se ve fascinante una camisa color rey con las mangas recogidas hasta los codos y unos jeans que realzan a la perfección su perfecto cuerpo está concentrado en su teléfono.

Ambas llegamos junto a mi escolta quien solo expresa en su rostro preocupación. Dejo mi bolso en el asiento trasero de mi auto y caminó hasta quedar frente a Mr. Iceberg sube la mirada despacio.

—Bimba.

—¿Y esa moto? —preguntó rodeando el vehículo.

—Tu y yo iremos en ella tus amigos que nos sigan en tu auto.

—¿Por qué no vamos todos en mi auto?

—Porque yo te invite, y yo no tengo un auto de lujo que se maneja prácticamente solo.

—Porque lo rechazaste.

—Y lo seguiré haciendo hasta que en esa cabeza quede claro que no quiero tus obsequios, bimba.

Camina a mi tomando mi mano para acercarme a él, toma un casco negro y lo acomoda en mi cabeza con cuidado dándome esa mirada que me vuelve gelatina.