Parte 10

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Entraron a la casa tomados de la mano, después de un camino tan silencioso no tenían más palabras para decir más que la esperanza de que en realidad estuvieran juntos. Ninguno de los dos lo iba a decir, creían que indirectamente estaba concretado.

Kagome lo miró con ternura y besó sus labios antes de subir a su habitación, pero Sesshomaru la detuvo en el camino, su mirada le encogió el corazón, era un hombre diferente al que recordaba, no estaba frente al egoísta y vanidoso, si no al que vacilaba para hablarle o decirle lo que en verdad sentía.

— ¿Puedes quedarte conmigo esta noche? —ella asintió tomando su mano con un poco más de decisión y bajó las escaleras nuevamente para entrar ahora en la habitación del albino.

No hablaron otra vez y para ninguno de los dos fue necesario.

Parados en el umbral de la puerta, él se acercó a besarla con lentitud como si estuviera saboreando cada parte de su interior.

Le jaló dentro de la habitación y cerró la puerta rápidamente, sólo entonces comenzaron a desvestirse mutuamente. Recorrió su bello cabello azabache con una mano mientras la otra viajaba a través de su cuerpo desnudo intentando recordar cada detalle de aquel cuerpo que le robaba el aliento, por la lentitud de la acción la mujer gimió de satisfacción. Jugó con su muslo interior por unos segundos y entonces la mirada de él se fijó en la suya, ardiente del deseo la cargó de las piernas, pegó su cuerpo contra la pared fría que de un segundo a otro se calentó por la intensidad de los movimientos.

Viajó desde su mejilla hasta el valle de los senos dejando besos sumamente húmedos, el hombre emparejó su anatomía con la de la chica y esta de inmediato soltó otro gemido de placer. Lo quería ya mismo, corrompida por el deseo pasó sus manos detrás de la nuca de él y comenzó a besarlo una vez más con pasión, así como el movimiento de caderas que provocaron deseos intensos subiendo el clímax.

No recordaba sentirse tan excitada como lo estaba en esos momentos y sintió venirse, murmuró el nombre de Sesshomaru mientras sus dedos hacían un camino tortuoso por todo su cuerpo. Para él los deseos que le provocaba le hacían querer seguir probando de ella durante toda la noche y es que verla retorcerse frente a él por el excepcional trato que le daba era extraordinario.

Se separó un poco al sentir las débiles manos de la mujer bajar hasta su miembro y con esmero se dedicó a darle placer mientras seguía sostenida por él.

—No puedo más —comentó con las piernas doblándose del júbilo, ella rio—. Te llevaré a la cama.

La recostó sobre el colchón y él se subió enseguida. Separó las piernas de la mujer mientras se acomodaba para penetrarla. Los dos soltaron un suspiro en cuanto lo hizo, ella colocó sus piernas alrededor de la cintura del hombre y fue entonces que pasó sus manos por debajo de la espalda de la chica para impregnarse mejor de ella, el vaivén de sus movimientos a la unanimidad los hizo llegar al orgasmo al mismo tiempo.

Colocó una mano a cada lado de la chica, con el pecho desnudo y las gotas que brotaban de su cuerpo por el sudor.

—También me atraes, mucho —murmuró acomodando el cabello del hombre, este volteó a verla y vio brillar sus ojos, sonrió—. ¿Quieres recostarte un poco?

Asintió separándose de ella y se acomodó justo al lado suyo.

—Podría escuchar eso por el resto de mi vida —comentó abrazando a la chica, Kagome se ruborizó al escuchar la voz ronca de él—. ¿Quieres intentarlo?

—Hagámoslo —rio.

Esta vez sin mentiras y terceros que pudieran arruinar lo que sentían por el otro, esta vez él estaría para ella y ella para él a pesar de los inconvenientes.

No dudó si quiera el pensar quedarse juntos y sabía que no había qué pensar, sólo esperar a lo que pudiera pasar. Y eso era lo más emocionante.

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Y aquí estamos de nuevo, en el final, siempre las despedidas son muy emotivas. Amo esta pareja, es simplemente perfecta.

Si llegaste hasta aquí, te agradezco muchísimo el darle la oportunidad a mi historia y te invito a leer mis otras historias, especialmente las dos Originales que tengo: "La Diosa de la Noche" y "Por amor a los Dioses", estoy segura que les gustará.

Y pues, no queda más que decir, una vez más, ¡gracias! ¡gracias!

Espero volvernos a leer pronto ❤

Tentado a tocarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora