Primera navidad «KazutoraxBaji»

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Pareja: Kazutora y Baji.

Dedicado a:  shizuyes
Espero que te guste mucho!

El frío helaba sus huesos, sus dientes castañeaban y sus manos se sentían como tempanos de hielo

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El frío helaba sus huesos, sus dientes castañeaban y sus manos se sentían como tempanos de hielo. La calefacción en el pequeño cuartucho en el que vivía se había descompuesto desde hace semanas, y el casero aún no había tenido la amabilidad de arreglarla.

Después de salir del reformatorio, Kazutora no quiso volver con sus padres, y estos tampoco tenían la expectativa de que el regresará con ellos. Pronto decidió que lo mejor sería dejar sus estudios y buscar un trabajo para dejar de dormir en las frías bancas de los parques.

Nunca le contó de su situación a nadie, ni siquiera a Baji. No quería que su pareja le tuviera lastima o algo así. Kazutora no podría soportar esos ojos ámbar mirándolo lastimosamente.

Keisuke le había insistido en más de una ocasión el ir a la casa de sus padres para conocerlos, sin embargo, Kazutora siempre le ponía una y mil excusas. Sabía que la mentira no duraría demasiado, algún día le tendría que contar su situación, solo esperaba que ese día fuera muy lejano.

Cansado del frío de la habitación milimétrica en la que vivía, decidió que su mejor opción sería refugiarse por unas horas en el supermercado a unas cuadras del complejo de departamentos.

Tomo la única chaqueta que tenía en su guardarropa, uno gorro y unos guantes que tenían figuritas de gatitos que Baji le había regalado por su cumpleaños ese año.

Salió del cuarto sin preocuparse en ponerle seguro, no había nada que valiera la pena robar en ese lugar. Sintiendo el frío mucho más intenso afuera, apresuró sus pasos hasta llegar al supermercado. Las calles se veían solitarias, solo se podía ver una que otra persona andar apresurada por llegar al sitio donde se dirigían.

Las luces navideñas adornaban los locales de la zona comercial, algunos estaban bellamente decorados con motivos navideños, mientras otros se quedaban igual que todos los días. Kazutora vio por sorpresa como algunos locales parecían estar cerrando ya, se le hizo extraño que cerrarán tan temprano, ya que apenas eran las 6 de la tarde y esos locales usualmente cerraban hasta las 10 u 11 de la noche.

Se quedó unos minutos analizando la situación, debía existir algún motivo por el cual cerrarán temprano. Hasta que lo comprendió.

Hoy era Navidad.

Nunca fue de prestarle atención a esas festividades (o a alguna otra), con sus padres nunca festejaron nada de eso y en el reformatorio menos. Así que Kazutora era un adolescente que en su vida había festejado la Navidad, y los únicos cumpleaños que había festejado habían sido con los chicos de la Toman.

Kazutora resopló, viendo cómo su aliento se convertía en vaho— De seguro el supermercado también va a estar cerrando.

Resignado al ver sus planes frustrados de irse a refugiar al cálido supermercado al final de la calle, dió media vuelta para regresar sobre sus pasos. Sintiendo el frío cada vez más intenso en su cuerpo, aún con la protección de los guantes, sus manos se sentían entumecidas por el frío.

— ¡Tora!—. Llamo una voz conocida desde lo lejos.

Kazutora abrió los ojos al reconocer la voz que lo llamaba. Volteó rápidamente para encontrarse a Baji corriendo hacia el, teniendo una enorme chamarra gruesa cubriéndolo, una bufanda, guantes y un gorrito con orejas de gatito.

— Kei, ¿qué haces por aquí?—. Preguntó Kazutora, cuando Baji estuvo lo suficientemente cerca como para escucharlo.

— Vine a comprar algunas nueces, mamá las necesita para la cena de Navidad—. Le respondió Baji con una sonrisa, dejando a relucir sus pequeños colmillos, alzando la manos en el que llevaba la pequeña bolsa de nueces comprada—. ¿Tú que haces aquí, Tora?

Ante la pregunta de su pareja, el de mechas se puso sumamente nervioso, Keisuke podía ser bastante intuitivo cuando quería. Así que decidió darle una verdad a medias.

— Vine al supermercado.

Baji espero que Kazutora siguiera hablando, pero este parecía sumamente incómodo. El pelinegro, sabía que Kazutora nunca había tenido una buena relación con sus padres, por lo que creyó que probablemente se había peleado con ellos y no quería regresar a casa.

— Ven a cenar con nosotros, Tora—. Propuso Keisuke mirando con una sonrisa a Kazutora—. Sabes que a mamá no le importara que vayas, le agradas mucho.

— No, no, Kei. Se supone que es una cena familiar y yo-...

— Al ser mi novio ya pasaste a ser parte de la familia, Tora—. Sin esperar al que del lunar se volviera a negar ante su propuesta, Baji lo tomo con su mano enguantada y los encaminó hacia su hogar—. Debemos apresurarnos, si no mamá nos va a regañar.

Kazutora no pudo hacer más que sentir la calidez que emanaba la mano de Baji. La mano que sostenía pronto se dejó de sentir entumecida, y un pequeño calorcito pareció instalarse en su pecho. El del lunar miró con una sonrisa mal disimulada sus manos sostenidas.

Más pronto de los esperado, Kazutora se encontraba subiendo las escaleras hacia el departamento de Baji. En un abrir y cerrar de ojos ahora se encontraba frente a la puerta.

— ¡Mamá, Kazutora viene a cenar con nosotros!—. Exclamó Keisuke nada más entrar. Quitándose apresuradamente los zapatos, y todas esas vestimentas que lo habían protegido del frío, con movimientos casi robóticos, Kazutora imitó su acción.

Escuchó los pasos de la madre de Baji dirigirse hacia la entrada. — Kazu, cariño, qué alegría volver a verte.

— Vamos Tora, entra, vamos a cenar.

Kazutora pronto sintió sus ojos anegados en lágrimas. Siempre había hecho como si no le importara el tener una familia, nunca celebraron nada, ni siquiera su cumpleaños. El ver frente a él esos dos pares de ojos ámbar que compartía Baji con su madre, felices de verlo y dispuestos a compartir la Navidad con él.

— Kazu, ¿qué pasa estás bien?—. Preguntó Keisuke preocupado al ver los ojos brillosos de su novio.

— Si, estoy bien Kei—. Hanemiya le regalo una suave sonrisa a las dos personas frente a él—. Muchas gracias por recibirme, señora.

— No seas tan formal, cariño. Sabes que me puedes decir mamá, o si quieres suegra, ya que sales con mi hijo.

— ¡Mamá!

Está sería su primera Navidad, y esperaba que hubiera muchas más.

Está sería su primera Navidad, y esperaba que hubiera muchas más

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Espero que les haya gustado mucho!

La siguiente pareja es...

Hanma y Kisaki

¡Nos leemos en el siguiente capítulo! 👋🏻

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