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Takemichi veía con nerviosismo a su alrededor, hace más de una hora que había perdido a su amiga Hina entre la multitud de personas. La única persona que conocía en esa fiesta no estaba con él.
El pelinegro había sido invitado a la fiesta de navidad del lugar donde trabajaba. No había querido ir, pero Hina le insistió toda esa semana para que fueran juntos, con cosas como que debía convivir más con sus compañeros de trabajo.
Desde que había sido contratado como secretario en la estación de policías (gracias a las recomendaciones de su amiga Hina y el gran currículum que Takemichi tenía), se había limitado a hacer su trabajo, no es que no quisiera hacer amigos, simplemente tenía suficiente con los desastrosos amigos que tenía fuera del trabajo.
Ahora estaba ahí, con esa camisa incomodisima de lino y unos pantalones de vestir bastante ajustados que tanto Mitsuya como Hina le habían obligado a usar, ya que según ellos tenía un pésimo sentido de la moda, sentado en la barra de bebidas tomando su quinto vaso de refresco mientras terminaba con otra bolsa de bocadillos que había encontrado por ahí.
— ¡Takemichi!—. Haganaki dejo de comer sus papas al escuchar la voz de su amiga, sintió toda la esperanza volver a su cuerpo— Por fin te encuentro.
— ¡Hina!—. Los ojos azules de Takemichi brillaron al voltearse y encontrarse con su amiga. Aunque quedó un poco extrañado al verla acompañada de un chico alto de cabello negro—. Yo creía que me habías abandonado.
— Nada de eso Takemichi, fui a buscar a mi hermano—. La chica tomo el brazo del chico atrás de ella, poniéndolo enfrente para que su amigo Takemichi lo viera mejor—. Mira, te presento a Naoto, el es mi hermano menor. También trabaja en la comisaría, aunque está en otra sección diferente a la nuestra.
Takemichi abrió sus ojos ante lo dicho por su amiga, realmente esos dos no parecían hermanos. Se levantó de la silla por educación para presentarse notando aún la mirada sería que Naoto le daba, lo que lo ponía muy nervioso— Oh, mucho gusto Naoto, Hina me habló mucho de ti. Soy Takemichi Hanagaki.
Naoto hizo un pequeño y casi imperceptible movimiento con su cabeza respondiendo el saludo hecho por Takemichi.
— Mucho gusto Takemichi.
— Le decía a Naoto que-...
Hina se vio interrumpida al escuchar una voz que la llamaba destacar ante la música ambiental que inundaba el improvisado salón en el que habían decidido hacer la fiesta de Navidad.
— Bueno chicos, me llaman, los dejo para que platiquen.
Takemichi vio como su amiga se iba nuevamente, dejándolo abandonado en la fiesta. Soltó un leve suspiro antes de enfrentarse a la sería mirada que le seguía mandando el hermano de Hina. Realmente le ponía bastante nervioso la mirada fija que tenía sobre él, aunque no podía negar que era un tipo bastante atractivo. Si Takemichi tuviera un poco más de confianza en si mismo, no habría dudado dos veces antes de ligar con él.
— Así que Takemichi...—. Comenzó a hablar Naoto entre el silencio que los inundaba—. ¿Qué intenciones tienes con mi hermana?
— Eh, ¿de que estás hablando?
— Si, se ve que son muy apegados y-...
— No me gusta tu hermana.—. Lo corto Takemichi en seco. La expresión que hizo Naoto lo hizo querés añadir algo más, por lo que con un poco de nerviosismo agregó—. Quiero decir, eh, no me gustan las mujeres en general, ¿sabes?
Naoto abrió un poco sus ojos ante las confesión de Takemichi, se había mostrado reacio a ir cuando su hermana le había dicho que le quería presentar a alguien, creyendo que era otro de sus patéticos novios.
— Oh... Está bien, lo siento por eso. Mi hermana a salido con tipos realmente idiotas, y yo quería comprobar si tu eras bueno... Ya sabes...
— Si, no te preocupes. Hina es una gran amiga.
Takemichi le dió una pequeña sonrisa tranquilizadora a Naoto, ahora el silencio entre ellos no parecía ser tan incómodo. Hanagaki miró entre la multitud encontrándose con Hina hablando amenamente con unas chicas de la oficina.
El Tachibana menor, sintió su rostro calentarse al comprender las acciones de su hermana de dejarlo solo con Takemichi.
— Hina, maldición—. Murmuró por lo bajo, llamando inmediatamente la atención de Takemichi, que lo volteo a ver. Un poco avergonzado por el actuar de su hermana comentó— Creó que ya sé porque mi hermana nos presento.
Takemichi un poco desconcertado preguntó— ¿De que estás hablando Naoto?
— Está tratando de hacerla de cupido de nuevo.
— ¿Eh? ¿Qué quieres decir?
— Nos dejo a nosotros a solas para que conversemos y nos conozcamos, para ver si nos gustamos, ¿entiendes?—. Takemichi sintió como su cara se enrojecía en demasía, incluso podía sentir las puntas de sus orejas calientes y su corazón latiendo en su pecho.
— Hina no-...
El repentino acercamiento de Naoto dejo sin aliento a Takemichi, quien quería ser enterrado tres metros bajo tierra debido a la gran vergüenza que inundaba su cuerpo.
— Aunque creó que está vez si le haré caso a mi hermana mayor—. Con una confianza que no sabía que poseia, Naoto tomo con suavidad el mentón de Takemichi—. Eres bastante guapo Hanagaki.
— ¿¡Eh!?
Así fue como Takemichi, gracias a las habilidades de cupido de Hina pudo conseguir una pareja esa Navidad.
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Mi primera vez escribiendo sobre esta pareja. Espero que les haya gustado.
