Muérdago «RindouxSouya»

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Pareja: Rindou y Souya.

La fiesta hecha por los chicos de la Tokyo Manji, estaba en su más grande apogeo

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La fiesta hecha por los chicos de la Tokyo Manji, estaba en su más grande apogeo. Mikey, había decidido hacer una fiesta de Navidad, ya que no lo iban a poder celebrar juntos, debido a compromisos familiares que tenían ciertos capitanes de la Toman.

En ese momento Souya se sentía bastante relajado, tenía a su novio, Rindou Haitani, a su lado, sentado en unos de los grandes sofás de la casa de Mikey. Hace unos minutos se encontraban bajo la vigilancia de Nahoya, quien si veía a Rindou muy cerca de su hermanito menor los separaba.

Souya sintió el cálido aliento de Rindou en su oreja, mientras le susurraba:— Qué bueno que Ran lo pudo convencer—. Señaló con la cabeza a la pista de baile improvisada que habían hecho en el comedor de la gran casa de Mikey.

En ella se podía ver a Ran y Nahoya bailando una canción lenta mientras se abrazaban balanceándose al ritmo de la canción. A Souya aún le sorprende como es que Ran puede manejar tan bien el carácter de Nahoya.

— ¿Tú también quieres ir a bailar?—. Preguntó Rindou colocandolo en su regazo para poder abrazarlo mejor.

Souya negó con la cabeza, disfrutando de la cercanía de su pareja. Rindou escondió su cara en el cuello de Souya, siempre le había gustado como olía su novio, por irónico que pareciera su aroma era muy semejante al algodón de azúcar. Souya soltó una pequeña risa al sentir la nariz de Rindou en su cuello, siempre había sido muy cosquilludo.

— Me haces cosquillas, Rin—. Murmuró entre risitas.

Coloco sus manos en las de Rindou que estaban cruzadas en su abdomen, comenzó a jugar con el anillo que era igual al que el Souya portaba en su dedo. Pasaron unos minutos más así, con Souya en el regazo de Rindou en silencio mientras esté aún seguía jugando con el anillo de Rindou en su dedo.

— Tengo sed—. Comentó Souya, después de un rato.

— ¿Quieres que vaya por más refresco a la cocina?—. Sugirió Rindou apartando su cara del cuello de Souya.

— Vamos los dos, hay que ver si dejaron algo de comer.

Con pesar se levantaron de la cómoda posición que habían adoptado en el sofá. Souya volteó hacia la pista de baile en busca de hermano para preguntarle si el también quería algo de la cocina, sin embargo, parecía no haber ningún rastro ni de Ran ni de Nahoya.

Encongiendose de hombros tomo la mano de Rindou para guiarlo hacia la cocina, ya que esa era la primera vez de Rindou en la casa de Mikey.

Cuando iban a cruzar el umbral de la puerta de la cocina, Rindou miró extrañado el mismo. Al reconocer la forma de lo que había colgado debajo del umbral no pudo evitar soltar una pequeña carcajada, que llamó la atención de Souya.

— No puedo creer que hayan puesto un muérdago en la entrada de la cocina.

— ¿Eh, un muérdago?

Ante la extrañeza de Souya, Rindou señalo hacia el umbral donde se encontraba colgado el mismo, mientras explicaba:— Es una tradición, cielo. Los que están debajo del muérdago deben besarse.

Souya, aún sin entender volvió a preguntar: — Pero eso no tiene sentido, ¿por qué deben hacerlo?

— Porque se aman mucho y lo quieren demostrar debajo de muérdago—. Rindou aún tomando de la mano a Souya hizo que se colocarán justo debajo del muérdago — Debemos seguir la tradición, cielo.

Souya solo dió un pequeño asentimiento en acuerdo, no importaban cuántos años tuviera de pareja con Rindou, siempre se ponía nervioso y tímido ante su cercanía.

Rindou se inclinó levemente mientras que Souya se ponía de puntitas. Pronto sus labios se encontraron en una tranquilo beso. Sin importar las veces que se hayan besado Rindou aún seguía siendo adicto a los suaves y dulces labios de su pequeña pelusita azul. Nunca se cansaba de probar sus labios.

Tratando de profundizarlo aún más, Rindou tomo la cintura de Souya, mientras esté se colgaba tímidamente de su cuello acariciando los cabellos de su nuca. El beso se prolongó unos segundos más, hasta que el aire fue necesario para ambos, separandose con una sonrisa. Rindou no pudo evitar dejar uno casto beso a los rojizos labios de Souya, sacándole un pequeña sonrisa.

Ambos se miraron, con intenciones de seguir cumpliendo con la tradición del muérdago, sin embargo, parecía que Nahoya tenía algún tipo de detector para ese tipo de situaciones, por qué se escuchó un grito a lo lejos, que hizo sobresaltarse a la pareja de tortolitos.

— ¡Te estoy viendo Rindou Haitani!

También se escuchó un:—. Mira Ken-chin, ¡vamos a besarnos debajo de ese muérdago!

Bueno, al menos Rindou y Souya habían tenido su tradicional beso bajo el muérdago.

Bueno, al menos Rindou y Souya habían tenido su tradicional beso bajo el muérdago

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El siguiente capítulo será de:

Shinichiro y Wakasa

Espero que les haya gustado este pequeño drabble.

¡Nos leemos en el siguiente capítulo! 👋🏻

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