Ascensor

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Si el tiempo pareció haberse detenido en el bar, aquí en este espacio tan pequeño, se congeló. Sentí su presencia por todos lados y gritaba a mi lado. Jungkook llevaba unos sencillos jeans y una sudadera negra, su cabello caía sobre su frente suavemente mientras miraba el suelo. Aún en silencio, me atreví a echar varios vistazos en su dirección y lo sorprendía mirándome pero él desviaba la vista rápidamente de vuelta sus zapatos.

—¿Estás bien? —Me preguntó en inglés luego de lo que habían parecido horas.

—¿Ah? Si, si —Le aseguré. Pero realmente sentía que el ascensor seguía temblando.

—Parece que esto va a tardar —me dijo mientras veía en todas direcciones, como buscando algo.

—Mmmm —fue lo único que fui capaz de articular.

—Ven, sentémonos —me pidió mientras que, con una facilidad envidiable, cruzaba sus piernas y se sentaba en el frio sueldo del ascensor. Lo miré por demasiado tiempo porque, mirándome desde abajo con sus ojos grandes y llenos de expresión, me tendió la mano para hacer de nuevo la petición sin decir ni una palabra.

No sé por qué, dentro de mi cabeza, una voz gritaba "¡Te quiere tocar, te está tocando!" y no sabía como hacerla callar. Creo que era la Gaby que veía dramas cuando tenía tiempo y recordaba que el contacto físico para ellos no se da tan fácilmente con desconocidos.

—Gracias —le dije cuando suavemente ponía su mano debajo de la mía y me ayudaba a sentarme. Él me respondió mostrando sus dientes en una sonrisa. Tuve que parpadear de nuevo varias veces, era como cuando te apuntan con una linterna a 3 centímetros de tu cara y te deslumbras por completo. Miré mis manos llena de nervios.

A mi lado, escuché su risa ahogada.

—Cuéntame el chiste —le dije mirándolo de nuevo sentándome con la espalda recta. Él simplemente negó con la cabeza mirando el suelo pero sin dejar de reírse.

—Cuéntame, ¿eres de aquí? —Soltó de pronto mirándome de nuevo.

—Ah, esto... no —tartamudeé. ¿Por qué me preguntaba eso?

—¿De dónde eres? —quiso saber.

—¿Venezuela? —respondí medio dudosa.

—¿Me estás preguntando? —espetó soltando una carcajada. El chiquillo se burlaba de mí. Qué agallas y que patético de mi parte. Fruncí el ceño, crucé los brazos y miré hacia adelante. Cualquiera de mis amigos me hubiese dicho, "ya, deja de hacer pataleta"—. Miane —. Se apuró en decir—. Lo siento.

Un largo suspiro salió desde el fondo de su garganta. Yo no dije nada.

De pronto, un zumbido subió desde mi costado, justo donde él estaba sentado. Jungkook se apresuró y metió la mano en el bolsillo de su pantalón para posteriormente sacar su celular que mostraba que alguien lo estaba llamando.

—¡Tengo señal! —Exclamó—. Ni siquiera recordaba que tenía esto en el bolsillo—. Dijo como pensando en voz alta. Ya eran dos veces que lo veía hacer eso. Hablaba mirando a lo lejos o, en este caso, a su celular pero como hablando con él mismo, era demasiado tierno.

En la pantalla pude ver que decía "J2-hyung".

—¡Hyung! —Dijo al contestar y pude escuchar un poco de pánico en su voz—. Nan guenchana. Guenchana. Jongmallo. ¿Yorobunen oteosebnika? —Hizo una pausa para después soltar una carcajada—. Ahhh, chincha... Yesangdoebnida—. Separó un poco el celular de su oreja y me habló nuevamente en inglés—. Hobi y Jin estaban tan asustado que no podían abrir la puerta de sus cuartos. ¡A i hyeongdeul...!

Toma Mi Mano | JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora