Camerino

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—No sé cómo decirte esto en un mensaje así que haré mi mejor intento y no encuentro una mejor manera que hacerlo simple y claro... me gustas. Mucho. Desde que te vi ayer en el lobby, hablar contigo es tan fácil, me siento atraído por ti de una manera que no había experimentado antes. Perdóname.

Sentí cómo mis ojos se llenaban de lágrimas. No puede ser posible.

—No sabes lo que dices —le respondí sin ánimos de continuar esa conversación. Quería salir corriendo.

Probablemente él sintió lo mismo porque no volvió a escribir.

Las horas pasaron a una velocidad vertiginosa. Antes de que me diera cuenta ya eran las 4 de la tarde y estaba corriendo a tomar el bus que me dejaría en el estadio donde sería el concierto. No estaba segura de dónde podría sentarme, a qué hora debía llegar ni nada. La credencial que me dio JK no tenía más datos que su nombre y un código de barras debajo de las palabras "BTS: MAP OF THE SOUL. STAFF VIP PASS".

Casi una hora de tráfico después, me bajé cerca de la estación del Metropolitano Estadio Nacional y caminé los pocos metros que me separaban de las puertas del estadio. No fue ninguna sorpresa ver a cientos y cientos de personas que se encontraban allí. Sin saber qué hacer, escondí muy bien la credencial dentro de mi mochila, me la puse hacia adelante y caminé buscando a alguien que luciera como del staff.

Cuando tenía casi 20 minutos caminando mientras miraba con atención por un rostro conocido o alguien de seguridad decidí enviarle un mensaje a JK. ¿Y si al mostrar el carnet creían que me lo había robado o algo por el estilo? ¿Y si se armaba un malentendido?

—Estoy afuera pero no sé a quién mostrarle lo que me diste —le envié a través de Kakao.

—Me dicen que camines hasta la puerta por el Jr. Madre de Dios. Mina-nim está esperándote —respondió. Levanté la vista buscando el nombre de la calle y para mi suerte era exactamente donde estaba parada. Agradecí al cielo en mi fuero interno.

Había mucha gente por todas partes, yo buscaba a Mina, una de las productoras del equipo de Corea pero no podía verla. Me acerqué hacia el este tratando de pegarme más a las puertas cuando, entre el bullicio, escuché que me llamaban, "¡Gaby-ah!" en un acento coreano demasiado obvio. Una mano sobresalió entre un grupo de gente pegado en una de las puertas y yo me apresuré a acercarme.

¿Sabrían todos que yo estaba aquí? Muchas personas voltearon hacia mí mientras Mina me gritaba y yo caminaba hacia ella.

—¡Ia! ¡Badge! ¡Badge! —Me pidió con urgencia señalando su carnet, en medio de su mal inglés, me pedía que me pusiera la credencial en el cuello. La saqué rápida y torpemente del bolso y me la colgué. Mina me hizo atravesar las puertas dobles que daban acceso a las áreas reservadas para el equipo, todo era un caos organizado tan maravilloso que parecía una niña dentro de un acuario, mis ojos iban hacia todos lados pero traté de concentrarme en seguir a Mina que aunque era varios centímetros más pequeña que yo, para seguirla tenía casi que correr.

De pronto se detuvo delante de una puerta y el corazón se me aceleró, la puerta ponía "DRESSING ROOM" (camerino) y Mina, sin ni siquiera anunciarse, abrió la puerta y comenzó a decir cosas en Coreano. Pude escuchar mi nombre entre todo el chorro de palabras y vi las caras de sorpresa de los demás.

—Gaby-ah —saludaron todos. Jimin y Taehyung estaban sentados en sus sillas, frente unos espejos, con dos personas alrededor cada uno, mientras una arreglaba el cabello, la otra hacía algo a sus rostros.

Jin estaba sentado en un sillón al lado de Namjoon y Hoseok revisaba su celular casualmente apoyado junto a la mesa de la estilista que trabajaba en el cabello de Jimin. Todos dejaron lo que estaban haciendo para mirarme.

Toma Mi Mano | JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora