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-Llegé!- Grito a penas abro la puerta de la casa de mi amiga, tropezando un poco con las bolsas que traigo.

-Tía Noa!- Diana viene hacia mi, dejo las bolsas en el suelo y la abrazo con todas mis fuerzas.

-Mi preciosa, tía te ama mucho- la lleno de besos, skar entre risas viene y se cruza de brazos.

-Quieren más a esta niña que a mí, que abuso- rio, me levanto y la abrazo a ella.

-Nono como dices- reíamos.

-Tolate!-miramos a la pequeña que se encuentra huzmeando entre las bolsas.

-Si, traje dulces y comida china. Skar me Mira mal.

-Te dije que no trajeras nada- sonrío y me encojo de hombros.

-No me interesa.- Sonrío.- ¿Que haremos?

-Mira a tu alrededor mujer- hago lo que mi amiga dice, hay un montón de cajas.

-Ohhh, bueno podemos comenzar para no amanecer aquí.- me dirijo a las cajas, Skar levanta las bolsas y las coloca en la mesa.

Comenzamos a armar, la decoración es algo sencilla lo que más espacio ocupa es el árbol de navidad, porque el apartamento es mediano, lo que más espacio tiene es el living y es muy moderna.

Pasamos la tarde en eso hasta que a las 8 pm terminamos. Diana se encuentra durmiendo descansado luego de colaborar muchísimo.

-¿Si quieres comprar una casa eso quiere decir que si te quedarás a vivir aquí?- dice mi amiga limpiando la mesa del living, yo me encuentro limpiando con una escoba.

-La verdad no sé que decirte.- me encojo de hombros, está deja de limpiar y se voltea hacia mi cruzándose de brazos.

-Debes tener una estabilidad amiga.

-Quizás si, solo que tengo una empresa allá y estoy apoyando la empresa de mi padre también allá, aquí solo tengo una. De quedarme tendría que estar viajando constantemente.- continuo limpiando, mi amiga copia mi acción pero la veo con la intención de no terminar la conversación aún- ¿Qué quieres decir?- la observó y noto como si espalda vibra indicando que ríe.

-¿Cómo es que me conoces tan bien?- dice aún de espaldas.

-Si, como sea. Dime.- Suspira sonoramemte.

-Pienso que los niños deberían tener más espacio cerca de su familia.- hace una pausa y mueve el pañuelo que tiene en sus manos- Bueno allá tienen familia, pero tienen más aquí. Es más, aquí está su padre y ellos aunque te cueste admitirlo justo ahora querrán pasar más tiempo con Yeison.

Continúo limpiando pensativa, tiene más que lógica lo que dice mi amiga pero es algo que tengo que programar con tiempo. Y hay mucho que programar.

-Se que es mucho trabajo porque debes organizarte para poder trabajar bien con todas las empresas, la guardería de los niños, su equipo de fútbol y sus clases de idiomas aunque no sé si es la misma de la guardería.- suspira- Si quieres yo te ayudo con todo, también soy madre y te entiendo. Puedo apoyarte cuando no tengas con quien dejar a los niños y eso.

-Es...- me interrumpe y se voltea para mirarme directamente.

-Me encantaría tenerte aquí cerca amiga, tenerlos aquí sería lo mejor. Extraño mucho tener mi casa hermana cerca de mi.- incluye un puchero.- Prométeme que lo pensarás¿Si?- asiento.- ¡Perfecto!- la miro mal.

-¿Qué?

-Despertarás a Diana- Suelta una carcajada.

-Ya Diana está por levantarse, tranquila- me encojo de hombros. Y continúo limpiando.

Dejamos todo impecable y hermoso. Ansió el momento en que me toque colocarle la navidad a mi casa. Mi celular suena, es el número de Yeison.

-"Sí?
-¡Mamiiii!- alejo un poco el celular de mi oído por el gran grito de mis hijos.
-¿Cómo están niños?- pregunto riendo un poco.
-Mien, toma- se escuchan varía risas.- Bueno?
-Hey- camino hacia la ventana y observó todo perfectamente iluminado gracias a la plaza que se encuentra abajo.
-Los niños querian escuchar tu voz y me hicieron llamarte- suelto una carcajada.
-Que lindos ¿Cómo les va?
-Bien, bien estamos comiendo en este momento para irnos.- Asiento como si pudiera verme.
-Ok, Noa vemos allá.- y cuelgo.

-¿Eran los niños por lo que escuché?- asiento a mi amiga que se encuentra observandome.

-Si, hicieron a Yeison llamarme solo para escuchar mi voz- los ojos de mi amiga brillan.

-Son muy tiernos ellos- río- Has hecho un excelente trabajo cuidando los, de verdad me impresiona mucho todo lo que saben.

-Si... Ha sido una Montana rusa, ellos aprendiendo y yo aprendiendo de ellos- palmeo mi mano libre con mi celular.- Bueno debo irme para tenerles el biberón preparado para cuando lleguen, si es que llegan despiertos- mi amiga ríe.

-Mil gracias por venir, extrañaba mucho esto- se acerca a mi y ma da un abrazo al que corresponda suspirando.

-Fue un gran placer, mañana pasamos un rato por aquí.- asiente- le das un beso a Diana de mi parte.

-Com gusto, y tú a los niños.- dice mientras me acompaña a la puerta.

-Con gusto- río.

-Te avisaré, para que te abran la puerta. Llévate está llave del ascensor- me entrega un botón y asiento, le lanzo un beso y salgo.

Voy directo a la casa de mi padre allí no me enciendo a nadie, por lo que me dijeron los de limpieza estaban en un partido de nada más y nada menos que golf. Aprovecho de preparar la cama para dormir con los niños, doblo la ropa de ellos en el pequeño armario que tengo aquí y organizo sus juguetes en un rincón. Luego de doy una ducha y me coloco un short de corazones y una camisa de tirantes igual a conjunto, mi cabello lo dejo suelto y me coloco mis chanclas.

Me dejó caer en mi cama y coloco una peli, pero no pasan ni 20 minutos cuando la puerta de la habitación se abre y entran dos corpulentos con dos bebés durmiendo en sus brazos.

-Ohhh mis bebés- les hago espacio y los acuestan, les quito los zapatos y la ropa, les coloco la pijama todo esto sin despertarlos. Su tío y padre me observan quietos.- Parecen unas estatuas.- me río observandolos, estos niegan y se miran entre si, es una de las pocas veces que los he visto haciendo algo igual.

-Eres impresionante Noa- jack sale de su trance haciéndome reír, ya me duele el estómago de tanto reírme hoy.

-Concuerdo con el descerebrado, debo aprender esas técnicas- Yeison se mueve de una forma muy extraña mientras dice las dos últimas palabras y vuelvo a reír.

-Es solo tener cuidado y paciencia.- me encojo de hombros.

-Yeison no tiene ninguna- su hermano le da un golpe en el hombro- Auch, debo irme. ¿Irás conmigo?

-Si, espérame- Jack me da un corto abrazo.

-Gracias por dejarme compartir con ellos, fue grandioso- sonrío.

-Cuando quieras- Jack se va, Yeison me observa.

-Vendre mañana por ellos un rato, en la tarde- asiento.- Adiós- se va sin más.

-Su papá es muy extraño niños- rio y me arreglo a su lado, caigo en los brazos de Morfeo.

Adopción obligada (Novela#4 de la saga cigüeñas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora