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Termino de limpiar el salón en la parte del comedor mientras los niños duermen el sus habitaciones, busco las sillas mecedoras de ambos y las coloco en el salón. Luego voy a darme una ducha rápida porque se que no tardan en despertar, luego de su ducha se durmieron.

Me coloco un mono simple gris y una camiseta del mismo color, con mis sandalias. Mi cabello lo dejo en un moño. No he dejado de pensar en que será un desastre, y hace una hora cuando me aviso que venía para acá en unos minutos mis nervios se aceleraron, tanto que tuve que tomar un vaso de agua con azúcar (no se si a los demás les sirva pero a mi si); me preparo un café y me siento a tomarlo, los niños tienen una conexión tan instantánea que al despertarse uno ambos lo hacen.

Y mi teoría se comprueba justo en este momento cuando escuchó dos llantos al unísono. Voy por ellos y los traigo, los coloco en sus sillas mecedoras y les coloco caricaturas infantiles que les encantan.

-Su papá vendrá hoy criaturas y deben ser amables con el, aunque se como son me refiero mas a ti nate- digo sentándome en el piso frente a ambos y estos me observan- Si, se amable hijos por favor, tu eres el mas gruñón- ambos ríen y me levanto riendo. Me siento en el sofá a revisar mi celular y luego de unos minutos suena el timbre haciendo que me levante de un salto.- Dios santo, ya saben niños, vuelvo rápido.

Salgo y bajo las escaleras rápidamente, abro la puerta y está Yeison vestido igual que en la mañana solo que sin la chaqueta; con una camisa negra de rosas rojas, un jeans azul oscuro y zapatos negros.

-Hola- saluda y me hago a un lado para que pase, cierro la puerta.

-Hola. Vamos rápido que los deje solos para bajar a abrir- subo rápidamente y el me sigue pero lento midiendo sus pasos, entro y los observo, están tal y como los dejé pero Isaac intenta comerse su pie cubierto por el enterizo de reno que tienen.

Me quedo de pie frente a ellos y observo como Yeison entra, cierra la puerta y se detiene ahí, observándolos desde la puerta a una distancia de unos diez metros o hasta más. Le hago señas para que se acerque y este lo hace lentamente sin apartar la mirada de los niños que ni se han dado cuenta de su presencia porque están viendo el vídeo de una vaca.

Yeison continua acercándose y cuando llega a mi lado sus verdes ojos brillan mas de lo normal haciendo que note que los ojos de los niños son como los de el. Apago el televisor con el control que esta en la mesita pequeña y los niños dirigen su mirada a el intruso que resulta ser su padre.

-E... Ellos s-son Nathan, el que tiene  un dibujito en el conjunto- me refiero al enterizo de renos que tiene ambos- Y el que sonríe, es Isaac.- Lo observo y sus ojos no dejan de mirar a los niños, estos le dan miradas pero solo sonríen y me ven a mi, en fin son niños.

-Son.. Ya....- Mueve su cabeza de un lado a otro y me observa- Han crecido mucho, estoy sorprendido.

-Si- la profundidad en sus ojos me recuerda a los de nathan, que son mas verdes que los de Isaac algunas veces.- Cuando los viste aquella vez eran solo unos chiquitines recién nacidos.- sonríe observándolos.

-Son muy parecidos a mi, tanto que estoy anonadado.- sonrío dándole la razón. 

Viéndolos así a los tres es impresionante su parecido; son igual de blancos, sus ojos inolvidables verde oscuro, su nariz y fracciones en el rostro, y sus largas pestañas. Total y completamente parecidos a su padre. 

Los observo y les enciendo el televisor a los niños, ya que comienzan a fastidiarse de estar ahí.

-Voy por un café, ¿Quieres algo?- le pregunto pasando por un lado de el.

-Mmmm si, un poco de café esta bien- asiento y antes de seguir lo observo ahí de pie.

-Si quieres te sientas a un lado de ellos, no muerden- me mira mal y yo sigo mi camino riendo. Espero que se caliente un poco el café y es hora de internalizar. 

Esta Yeison, el odioso yeison ya no tan odioso en mi salón con mis hijos que también son suyos, de hecho mas suyos que míos. Presentándose como su padre y yo hasta ahora no he tenido ni una pizca de temor, solo un poco de nervios que se esfumaron mas rápido de lo que imagine.

Raro.

Sirvo el café y voy de vuelta al salón con ambas tazas y unas galletas, le entrego uno y una galleta a Yeison y este agradece y comienza a disfrutar de ambos mientras ve a los niños que están concentrados viendo su caricatura.

- No se si estoy siendo apresurado, pero cuantas claras conservan amistades y en este caso hijos.- ruedo los ojos negando y riendo. 

-¿Aclarar que?- un pequeño destello de mido se instala en mi pero mastico mi galleta sin demostrarlo.

-Las isitas, la división de gastos, esas cosas que hacen los padres- suspira y observa a los niños- No creas que intentare quitártelos, ellos están mas que bien contigo- asiento a pesar de que no me observa- Solo quiero...- Bebe un sorbo de su café y me observa- Ser parte de su vida.

Y eso no te lo quitare- asiente serio.

Es muy extraño verlo así, quiere demostrar que si quiere a los niños pero su gran ego no se lo permite, increíble.

-Mis padres- rasca su nuca- Ellos todo este tiempo me han ayudado con la búsqueda de los niños- Observa la taza ya vacía mientras la mueve- Pero no se si este preparado tanto yo como los niños y tu para que ellos los conozcan.- Hace una pausa- Quiero yo primero, acostumbrarme a ellos- habla tan lento que me desespera- El saber que soy padre de dos niños de...

-Tres meses y una semana- respondo colocando la taza en la mesita.

-Wow, mucho.- Los observa pensativo y vuelve a mirarme- Estaban mas cerca de lo que imagine y eso me frustra un poco pero ya el tiempo no se puede retroceder- se levanta y se sienta en el piso frente a los niños, coloca la taza en la mesita y extiende una mano para cada bebe, cada uno toma de ella y juegan con las manos de su padre haciendo que este sonría torcidamente.- Tenerlos aquí frente a mi es... Wow. Los he estado buscando todo este tiempo pero la verdad es que no me prepare psicológicamente para tenerlos aquí, no se que hacer.- rio un poco.- Es indudable que son mis hijos- mi risa cesa.

¿Indudable yeison? ¿De verdad? Ambas preguntas no salen de mis labios, lo impresionada que estoy no me deja hablar por lo que yeison prosigue. 

-Solo míralos, ¡SON UNA MINI VERSION MIA!- Rio a carcajadas junto con el y los niños también sonríen- No puedo creer que te estoy mostrando esta versión de mi.- me encojo de hombros.

-Solo... aclaremos- interrumpo para que deje de hablar y no llore aquí porque se que esta próximo a hacerlo y será peor.-asiente.

-Tu ya sabes que es lo que quiero.

-SI- asiento pensando- Por mi parte puedes venir a visitarlos cuando quieras, y cuando yo este libre. Aun están muy pequeños para que te los lleves, al menos a ambos.- asiente- Podrías llevarte a uno pero cuando te acostumbres, porque tu tiene actitud de todo menos de padre- me mira mal mientras juguetea con los niños.

-Pero tarde o temprano la tendré.

-Eso espero, en cuanto a dinero. No te voy a exigir nada; eso queda de tu parte- vuelve a asentir.-¿Algo mas?

-Si, quiero estar al tanto de todo lo relacionado a ellos; citas medicas, estado de salud, como están y eso.

-Okaaay.

-A mis padres... Le podemos decir en unos días, yo solo le diré que ya los encontré pero mas nada hasta que estemos preparados ¿Te parece?

-Si, por mi esta bien.- asiente.

-Seré el mejor padre para ellos, no te preocupes.- me observa sonriendo.

-Eso espero.

Adopción obligada (Novela#4 de la saga cigüeñas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora