La verdad
-mm ~ Kyoya-Gohan suspiro con placer al sentir los besos de su pareja en sus muslos.Era de noche, una hermosa noche con estrellas brillantes una luna tan blanca como la nieve, en la residencia Hibari-Son la pareja estaba preparándose para entregarse nuevamente en cuerpo y alma, como lo hacen desde hace dos años, cuando es conveniente, cuando ambos lo desean.
-Kyoya ~.
A Hibari le gustaba oír a su pequeño gemir su nombre.
Y a Gohan le gustaba donde tocaba su amado.
Kyoya recorría con deseo el cuerpo de Gohan, besando sus pectorales, deslizando sus manos por sus piernas hasta sus glúteos, palpar los, apretarlos con deseo, lamer aquí, haya, susurrarle cosas perversas y palabras de amor, era como ellos iniciaban en acto.
El azabache mayor comenzó a mordisquear el cuello de Gohan el cual suspiraba mientras se arqueaba pasando sus manos por la espalda ancha del mayor.
- ¡Para por favor !, ¡no quiero que me toques!
Hibari comenzó a jadear junto al menor.
-¡Me duele !, ya basta.
-Te vez tan lindo llorando.
-Kyoya ~.
-¡No !, no quiero, déjame, ¡no me gusta!
-Vamos, aun no la pongo a adentro y ya estas haci, que pervertido eres.
-Mas Kyoya, vamos ~.
Kyoya comenzó a híper ventilar, la falta de aire el menor la confundía con los jadeos del momento Y la excitación. Por otro lado el mayor detuvo todo movimiento mientras trataba de refugiarse en el pecho de su pareja jadeaba con desesperación, sintió su corazón latir tanto que no faltaba poco para que saliera de su pecho; apretó los dientes con rudeza y con brusquedad se alejó del menor. Se sentó en la orilla de la cama mientras revolvía sus cabellos negruzcos.
Por otro lado Gohan quedo en shock, con esta ya iban más de 30 veces contando las del año pasado, justo en el mismo mes. Con un suspiro se sentó cubriendo su cuerpo con la manta color vino, ladeó la cabeza en espera de una explicación. Suspiro, tal vez era eso.
-Me estoy terminando de desarrollar, tengo 16 años ... Ya no me veo tan adorable como antes, ¿es-es eso? Kyoya.-Gohan murmuro con tristeza
Kyoya no dijo nada, solo suspiro mientras se restregaba el rostro con sus manos, queria negarlo, de verdad queria, pero siendo sinceros eso era mejor a decirle la verdad.
Terminar con todo eso, por protegerlo.
-No, no es eso-Murmuro Hibari.
Gohan ladeo la cabeza su pareja no lo estaba viendo, bajo la mirada con un semblante triste hacia su cuerpo, su piel ya no era tan suave como antes, ya no tenía la apariencia delicada, había crecido era un adolescente de 16 años; era un hombre sayajin su apariencia adorable ya no era la misma ... Tal vez ya no le gustaba a Kyoya.
-Es eso ¿verdad? -Susurro.
Gohan se puso de pie y junto toda su ropa se vistió mientras trataba de controlar el movimiento de sus labios, queria llorar; una vez vestido suspiro tratando de controlarse no queria hacerlo.
-Lo que sea que te pace dímelo, no quiero pensar otra cosa-Gohan susurraba cada palabra mientras salía de la habitación.
Kyoya se golpeó la frente mientras se dejaba caer en la cama, como decirle, como decirle al amor de tu vida al cual le borraron la memoria que lo habían violado, como decir semejante cosa. Durante estos dos años lo estuvo evitando, bien le dijo Reborn tarde o temprano le tenía que decir, pero no queria que fuese temprano, incluso pensó decirlo durante su vejez o algo por el estilo, no ahora. Siempre en esa fecha, el día que fueron a Italia a rescatar a Gohan de los D'Angelo, ese día fue cuando se enteró que el maldito de Alonso habia abusado de muchas formas a su Gohan, lo torturo, lo drogo, le robo sus poderes, le borro la memoria y después lo violo sin descanso alguno durante largos seis meses. Fue tanto el abuso que cuando el llego su pareja estaba más muerto que vivo, Alonso fue el causante de que Gohan muriera en Italia.
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El Sayayin que Enamoró al Demonio de Namimori [FINALIZADA]
RandomGohan.- Que pasaría si dos años después de la muerte de mi padre yo con mis 13 años , mi madre decide que nos mudaramos, a Namimori, una ciudad que está lejos.... MUY lejos de todo lo que conozco, la montaña paoz, la Corporación Cápsula, la casa de...